La decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de reactivar el estímulo fiscal al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas, en aras de que su precio disminuya, podría comprometer las finanzas públicas e incumplir con la promesa del gobierno federal de tener un superávit primario en 2019, señaló Roberto Fuentes, académico de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
En entrevista con NEGOCIOZ, el investigador expuso que la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador pretende incrementar el gasto social, para lo cual necesita recursos “y si empieza a disminuir la recaudación fiscal por la reducción de ese impuesto” podrían no cumplirse todo lo que ha prometido.
“Le apuesto a que eventualmente tendrá que mantenerse el superávit primario sacrificando algunos programas y obras de infraestructura”, más aún si continúa la aplicación del estímulo a gasolinas ante el aumento en el precio del crudo en el mercado internacional.
Explicó que el IEPS grava alimentos con alto contenido calórico, cigarros y gasolina, entre otros, para contrarrestar los perjuicios que generan estos productos en la sociedad. En el caso de la gasolina, lo que se intenta es disminuir su consumo para combatir la contaminación. Pero cuando se aplica el estímulo al IEPS, pasa de “ser un impuesto especial a una especie de subsidio”.
Si bien, la lógica que impera es que al reducir el precio de las gasolinas habrá más consumo de éstas, se ha observado que no siempre es así, y por lo tanto no se recuperan los recursos que se dejaron de recaudar al implementar el estímulo. Adicionalmente, como sociedad no queremos que se consuma más combustibles de este tipo.
En su opinión, la visión de mediano y largo plazo debería implicar acciones encaminadas al uso de energías limpias e impulsar sistemas de transporte masivo más eficientes en las ciudades para que disminuya la demanda de combustibles fósiles, los cuales contribuyen al calentamiento global.
