El dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), David Ruvalcaba calificó de lamentable la decisión de los diputados de su partido, Alejandro Arregui, Patricia Ríos y Benjamín Gómez, quienes votaron a favor de que el Gobierno del Estado contrate un crédito bancario por 12 mil 526 millones de pesos (más intereses y comisiones), así como la aprobación de los montos y plazos del proyecto de la desalinizadora en Playas de Rosarito hasta por 76 mil millones de pesos durante 37 años y un segundo piso en Tijuana (de 8 mil millones de pesos).
“Estamos molestos por la situación del endeudamiento del Estado, es un tema que ya se había aclarado y dicho que no más endeudamientos para Baja California. Ya se había fijado perfectamente la postura de nuestro partido”, expresó en entrevista con ZETA.
Por ello, “el partido se desmarca de esta votación, no estuvo en conocimiento, no se consensó ni se acordó”, señaló el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI refiriéndose a la sesión en la Cámara de Diputados de Baja California de ayer 28 de marzo en donde se aprobaron los dictámenes referentes al endeudamiento con los votos del PAN y los 3 del PRI.
Por su parte, ofreció su “todo nuestro reconocimiento” para el diputado Bernardo Padilla, también del PRI, quien fue el único miembro de esa bancada en votar en contra del dictamen.
Ruvalcaba también consideró que “Baja California no soporta más endeudamiento, a ver cuánto aguanta el pueblo, es una vergüenza, me da pena lo que ocurrió, es una sorpresa como colofón de los problemas que el gobierno del estado ha propiciado por el manejo de las finanzas, siempre opaco y ocultando la información para que los ciudadanos vean claramente cómo se maneja el recurso”.
No obstante, manifestó “en el PRI estamos consternados por lo que vimos, va a servir para que la gente vea a cada uno de los legisladores cómo se comporta en el Congreso”.
Acerca de si estos tres diputados priistas sufrirán alguna consecuencia al interior del partido por votar en contra de una postura que el PRI había asumido desde hace meses de no aprobar mayor endeudamiento, el dirigente estatal comentó “cada diputado está supeditado al escrutinio público, pero el partido no va a asumir el costo de cada legislador que, en todo caso por su propia cuenta, emita un voto”.
Reiteró “debemos ser respetuosos de la autonomía de las decisiones que van a tomar, pero tienen que estar apegadas al principio del partido y si esos legisladores así piensan, pensarán así dentro de su autonomía, pero no piensa así el partido”.
Al mismo tiempo, reprobó el apoyo que los diputados de su partido brindaron al gobierno del Estado, por considerar que “ha dejado mucho que desear”.
Por último, recordó que el no aprobar mayor deuda no solo fue una postura del CDE del PRI en Baja California, sino una instrucción que la propia presidenta nacional del partido, Claudia Ruiz Massieu emitió para que ni cabildos ni congresos votaran a favor de ello.
“Lamentablemente para nosotros porque nos genera una mala imagen, pero no toda la gente del partido piensa así”, concluyó.