En la primera semana de noviembre de 2018 arribó a esta ciudad fronteriza un grupo de migrantes, desprendidos de la segunda caravana de centroamericanos que atravesaban el país de frontera a frontera en busca de mejores oportunidades de vida.
Este grupo de migrantes, aunque después se aclaró que no pertenecían a la gran Caravana también llegó con la intención de solicitar asilo humanitario a Estados Unidos, huyendo de situaciones de violencia y discriminación por su preferencia sexual, pues todos pertenecen a la comunidad LGBTI.
Su primer parada fue una casa del fraccionamiento Playas de Tijuana que personas norteamericanas alquilaron para apoyarlos con su hospedaje, el rechazo por parte de los vecinos provocó que los migrantes fueran reubicados a otra casa rentada en el fraccionamiento Agua Caliente, y el pasado 6 de febrero el albergue temporal se reubicó en la Zona Centro bajo el nombre de Casa Arcoíris.
“Por su orientación sexual, muchos de ellos no son aceptados en los albergues regulares que son manejados por personas de alguna religión. Esto no solo se presenta aquí en Tijuana, es un problema que ellos se encuentran en cualquier parte del país, existen muy pocos o ningún albergue que funcione exclusivamente para personas de la comunidad LGBTI”, declaró Betania Fuentes, una de las coordinadoras del albergue.
Casa Arcoíris actualmente da albergue a 25 migrantes LGBTI, de diversas nacionalidades que van desde la centroamericana y la africana e incluso algunos desplazados de otros estados de la República que sufrieron abusos y discriminación.
Indicó que algunos integrantes del primer grupo ya lograron, después de más de dos meses, ser liberados de los Centros de Detención en Estados Unidos, sin embargo aún se encuentran en la espera de saber sobre el paradero de más de 20 chicas lesbianas que continúan detenidas.
En el albergue temporal, a parte del hospedaje digno, los migrantes tienen la oportunidad de participar en talleres ocupacionales de idiomas, artes, cocina, al mismo tiempo que reciben orientación psicológica y jurídica, la segunda enfocada en brindarles todas las herramientas necesarias para seguir su proceso migratorio como es debido.
Sin embargo, al tratarse de una asociación civil que no cuenta con ningún respaldo por parte de autoridades de ningún nivel, Casa Arcoíris solicita la colaboración de la ciudadanía para poder ayudar a que los migrantes tengan un espacio digno donde esperar para acceder al asilo humanitario.
Betania Fuentes recalcó que hasta el momento el albergue se ha logrado mantener gracias a una red de apoyo de otras asociaciones civiles, tanto locales, nacionales e internacionales, que son afines a su causa, como la migrante y la de apoyo a la comunidad LGBTI.
Para la ciudadanía en general que tenga interés en dar apoyo, Fuentes indicó que existen dos maneras de hacerlo, una es a través de las cuentas en plataformas de recaudación de fondos como GoFundMe y la página Internacional Community Foundation, en las cuales se pueden encontrar como “Support LGBTQI+ Shelter in Tijuana” o “Casa Arcoiris” respectivamente.
La otra vía es con donativos en especie a las instalaciones de Enclave Caracol, frente al Museo de Cera de Tijuana, ropa para mujer, calzado en distintas tallas, artículos de higiene personal y de limpieza en general utensilios de cocina son las principales necesidades que imperan en el albergue.
