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miércoles, marzo 5, 2025
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Los chaqueteros

Juzticia

 

 

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Cambiando tantas veces de partido político ha demostrado ser muy chaquetero (que cambia de opinión, idea o ideología para obtener algún beneficio). Hace varias décadas la utilización del término chaquetero era muy precaria puesto que el PRI era el partido político mayoritario y controlaba posibles cambios de chaqueta con represalias en la nómina política, los pocos chaqueteros eran relegados de cualquier oportunidad para ocupar algún puesto.

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Con los cambios en los procesos electorales y la creación y participación de otros partidos políticos se manifestó con intensidad el chaqueterismo, fenómeno que empezó con proporciones medianas cuando el PAN empezó a acceder a puestos políticos de relevancia llegando a un alto grado cuando Fox llegó a la presidencia de la República, época en la que muchos priistas y algunos de izquierda inclusive, se hicieron panistas.

Hoy con el gran fenómeno electoral de Andrés Manuel López Obrador, el partido Movimiento de Regeneración Nacional Morena, hizo su presencia a gran escala el fenómeno de “La Chaqueta”, codeándose dentro de dicho partido experredistas, expanistas, expriistas y de otros partidos, con integrantes del nuevo partido triunfador Morena.

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Los chaqueteros son mal vistos por la sociedad en general, pero más por sus ex partidos, quienes dolidos por el abandono de que son objeto, no dudan en llamarlos chaqueteros sino que se atreven a calificarlos como traidores para después afirmar que no hacen falta. Los que cambian de partido también les pueden llamar chapulines, ya no tanto porque salten de un puesto a otro sino porque saltan de un partido a otro. Los chaqueteros sufren el desprecio de sus ex compañeros quienes aprovechan cualquier oportunidad para ofenderlos indignados y resentidos por el desengaño e incitados a la venganza.

No obstante lo anterior, hay de chaqueteros a chaqueteros, algunos son superficiales, otros sufrieron un cambio auténtico y muchos son solamente chambistas, se van a la cargada. A la ciudadanía le deben interesar los que cambian de camiseta por convicción, por autocríticos y por su deseo de cambio real.

Lo de la chaqueta es un término que se usa más para ofender, sin embargo el cambiar de camiseta, cambiar de idea, cambiar de programa, cambiar la visión de la sociedad o de la existencia es parte de la naturaleza humana y más de la gente pensante, analítica y autocrítica, y que significa tomar decisiones en lo individual y en lo colectivo con enfoque trascendente.

Es fácil identificar a los chaqueteros superficiales, a los de fondo y a los chambistas, solo hay que ver sus antecedentes, sus acciones y sus obras, los hechos son prueba irrefutable, lo importante es que los partidos, cualquiera que fuere, al admitir a su agrupación nuevos integrantes, le den más valor a la calidad del solicitante o invitado que al número, generalmente los dirigentes cuando se refieren a sus partidos tratan de exagerar en el número de sus integrantes y no en la calidad de los personajes que pertenezcan al mismo y que naturalmente sean la base de la ideología de los partidos.

No nos debe pasar desapercibido que los partidos políticos están formados, estructurados y legalizados para llegar al poder, y para lograr ese objetivo se requieren votos, es decir muchos simpatizantes que no necesariamente emitan su voto razonadamente, solamente que voten muchos para ganar.

Por otra parte, también están los votos que pueden llevar los chaqueteros; es decir, hay niveles, un chaquetero que lleve muchos chaqueteritos seguramente que agarrará hueso y el que no, no.

No es fácil ser chaquetero serio, la mayoría actúan bajo el principio de que: “Es un error vivir fuera del presupuesto”. La inconformidad en las políticas internas de los partidos ha generado grandes escisiones de tal proporción que, por ejemplo, del PRI se generó el PRD y posteriormente el Panal; del PRD se derivó Morena, independientemente de que muchos han saltado de un partido a otro.

Debe señalarse que hay chaqueteros hipócritas que son los que aparentan tener la camiseta de un partido pero financian a otro, siendo pertinente mencionar también que algunos financian a todos los partidos participantes para caer bien parados gane quien gane.

En base a lo anterior no hay reglas claras en el ejercicio de la chaqueta mexicana.

 

El Licenciado Gerardo Dávila ejerce su profesión en Tijuana, B.C.

Correo: [email protected]

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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