Debido a que la tarifa de agua potable está muy por debajo del costo real, la administración de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE) se declaró en bancarrota.
El director de la paraestatal, Carlos Loyola Peterson, informó hace unos días que para levantar el sistema de repartición de agua en la ciudad se ocupan una inversión de entre 350 y 400 millones de pesos.
Pero conseguir tal cantidad de dinero es casi imposible, dijo, porque la federación a través de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) advirtió que no habrá dinero para ese fin, porque cada entidad debe hacer inversión con los recursos propios.
Sin embargo, en Ensenada las tarifas están muy por debajo del valor real y aunque el director ha insistido a los diputados del Congreso del Estado la necesidad de incrementar el costo, las propuestas han sido rechazadas.
Loyola ejemplificó que más del 70 % del agua está a la mitad de costo real, siendo que la CESPE gasta alrededor de 32 pesos por metro cúbico y lo cobra en 15 pesos a los usuarios.
Recordó que por años los gobiernos no han invertido en obras para la reposición de sistema hidráulico de la ciudad, tampoco para equipamiento, plantas de tratamiento, unidades, o el equipamiento para personal.
Agregó que además tienen otros pasivos con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), CONAGUA, ISSSTECALI y hasta proveedores, comentó con reservas.
También alertó a la comunidad que recibe agua de la desaladora, dado a que dejarán de recibir el mismo nivel de abastecimiento pues éste bajará cerca de un 40%, por no haber dinero para pagar el metro cúbico.
Lo mismo planteó para la temporada de verano, en la que habrá efectos negativos como hace cinco o seis años cuando la CESPE sufrió la peor crisis de agua en su historia.
En un recorrido hecho por la ciudad se puede constatar la gran cantidad de fugas del suministro y desperfectos en los sistemas de agua, con cuadrillas que se mantienen trabajando día y noche para solucionarlos.