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viernes, febrero 16, 2024
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Krauze, y otros, fueron financiados por Coppel para operar guerra sucia contra AMLO: testimonio

El editor, profesor, literato y traductor, Ricardo Sevilla Gutiérrez, publicó un testimonio en el medio digital Aristegui Noticias, en el que asegura que el historiador y escritor Enrique Krauze Kleinbort dirigió un proyecto financiado por diversos empresarios, con la que se atacó la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

El ex editor en el Fondo de Cultura Económica (FCE), así como en los diarios Excélsior y La Razón, aseguró que hubo una “coordinación intelectual” de Krauze Kleinbort, a través de su colaborador más cercano, el crítico literario Fernando García Ramírez, de una parte de la guerra sucia en contra del político tabasqueño.


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Sevilla Gutiérrez, ex colaborador de Letras Libres, afirmó en su testimonio que el proyecto encabezado por Krauze Kleinbort recibió dinero privado de empresarios y empresas como la sinaloense Coppel, S.A. de C.V., o como Alejandro Ramírez Magaña, director de Cinépolis.

En su testimonio Ricardo Sevilla aseveró que él trabajó durante 18 meses para el supuesto proyecto, mismo para el que fue reclutado por el propio Enrique Krauze, en octubre del 2016, y pagado durante un año por la empresa sinaloense, a través de la asociación civil Colección Isabel y Agustín Coppel.


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Sevilla Gutiérrez difundió supuestas facturas de Coppel, empresa de la que se dio de alta como proveedor, con un pago de 25 mil pesos al mes. También capturas de pantalla de supuestos mensajes entre él y García Ramírez, quien fuera subdirector de la revista Letras Libres, publicación en la que aún escribe y forma parte de su consejo editorial.

El testimonio afirmó que la oficina donde se operó el proyecto estaba ubicada en la calle de Berlín, número 245, en la colonia Del Carmen, alcaldía de Coyoacán. No obstante, dice, Sevilla Gutiérrez, también se reunieron en las oficinas de la revista Letras Libres.

“Los tópicos eran mínimos y forzados. Una y otra vez se intentaba vincular a AMLO con las dictaduras latinoamericanas. Fidel Castro, Hugo Chávez y Nicolás Maduro, eran los caballitos de batalla que se nos pedía agotar”, escribió Sevilla Gutiérrez en su texto.

“En Berlín 245 trabajamos con la empresa Expertaria, del panista Ricardo Rojo, quien fuera director de comunicación social de la Secretaría de Economía durante el sexenio de Felipe Calderón. Ahí acudieron, antes de haberse distanciado de Ricardo Anaya, Margarita Zavala y Roxana del Consuelo Sáizar”, indicó.

En un largo texto que se puede leer en el siguiente enlace, Sevilla Gutiérrez detalla toda la supuesta trama en la que estuvieron involucradas más de 100 personas, que lideraron Krauze Kleinbort y García Ramírez con el financiamiento de los empresarios y empresas antes citados.

Sevilla Gutiérrez indicó que dejó de tener contacto con el historiador y escritor desde un inicio del proyecto, pero que García Ramírez le prometió diversos cargos en la revista Letras Libres, promesas que no cumplió, y esa fue la razón de su distanciamiento.

El testimonio indicó, también, que los insumos de información que Sevilla Gutiérrez proveía, fueron utilizadas para los textos que Krauze Kleinbort, García Ramírez, y hasta el poeta Gabriel Zaid, publicaron sin modificarles “una coma”, en los diarios The New York Times, El Financiero y otros.

Tanto Krauze Kleinbort como García Ramírez han negado su participación en el supuesto proyecto de guerra sucia. El historiador y escritor afirmó este lunes que él no orquestó una campaña en contra del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Yo nuca maquiné nada como dicen, pediré derecho de réplica, nada contra López Obrador, que no sea a escrito en mis ensayos y en mis libros desde 2005 para acá; eso no es una maquinación es la expresión de una preocupación y una crítica apolítica perfectamente franca”, dijo Krauze Kleinbort en el programa conducido por el periodista Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula.

“Yo no quiero creer que él [López Obrador] es quién está manejando esto, pero se me ha querido vincular con una conspiración o un complot. Mira el hombre de quien parte esto, el señor Sevilla, yo nunca lo conocí, nunca lo he visto en mi vida”, afirmó el también director de la Editorial Clío.

“No puede criminalizarse el diálogo, pero no existe o va existir nada que implique que yo trabajé, colaboré y mucho menos maquiné o ideé una campaña en contra del presidente, nada que no sea mi trabajo”, abundó el historiador y escritor.

“No queremos la polémica, Enrique Krauze es un buen historiador, tiene una postura política, no precisamente afín a la nuestra, pero merece todo nuestro respeto. Yo he tenido con él algunas diferencias. Pero tiene toda la libertad para expresarse, para manifestarse”, señaló por su parte López Obrador, también este lunes, al ser cuestionado sobre el tema.

“Nosotros no vamos a perseguir a nadie por sus ideas. No vamos a utilizar el aparato del Estado para cuestionar a escritores, a critico. Lo que estamos buscando es que el Estado ya no proteja a escritores. Que no haya intelectuales orgánicos”, dijo el mandatario nacional en su conferencia de prensa matutina.

El pasado jueves 14 de marzo, Krauze Kleinbort afirmó que “son mentiras” las acusaciones que lanzó en su contra la diputada federal Tatiana Clouthier Carrillo, excoordinadora de campaña de López Obrador, quien en su libro ‘Juntos Hicimos Historia’, indica que supuestamente el historiador y escritor “encargó” una campaña en redes sociales contra el ahora presidente.

“Tatiana, la hija de mi amigo y compañero Manuel Clouthier [del Rincón], publica un libro en el que me difama. Todas sus afirmaciones son mentiras. Me reservo el derecho de actuar legalmente”, escribió en su cuenta de la red social Twitter, el director de la Editorial Clío y de la revista Letras Libres.

Después, el medio digital Aristegui Noticias difundió un correo electrónico de Krauze Kleinbort, en el cual dice negar “categóricamente todas las afirmaciones” que hace Clouthier Carrillo “sobre mí en su libro […] me reservo mis derechos para actuar legalmente”, abundó el historiador.

En su libro, la actual vicecoordinadora del grupo legislativo del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, afirmó que Krauze Kleinbort era una de las personas detrás del sitio web Pejeleaks, mimsmo que apareció durante el proceso electoral del año pasado.

Según lo narra la ahora legisladora sinaloense en su obra, el historiador y escritor “encargaba” contenido contra López Obrador, como parte de una supuesta trama financiada por empresarios mexicanos para desprestigiar al político tabasqueño.

“Indagaciones me llevaron a descubrir que la página de Pejeleaks había sido comprada en Panamá, operada desde Los Ángeles, California, y su financiamiento provenía, como se había contado, de empresarios mexicanos. Más tarde descubrí que se trataba de trabajos que Fernando García Ramírez, mano derecha de Enrique Krauze, le encargaba”, indica Clouthier Carrillo en su libro.

En su texto, la legisladora sinaloense asegura que “Enrique Krauze ha prestado servicios a los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, realizando metódicos y persistentes ataques contra López Obrador. En los últimos 10 años, Krauze ha recibido el apoyo financiero del Grupo Coppel y, en particular, de Agustín Coppel”.

Ese mismo día, el medio digital Eje Central publicó un reportaje en el cual asegura que mediante la denominada “Operación Berlín”, Krauze Kleinbort operó junto con un grupo de empresarios e intelectuales una campaña de guerra sucia contra López Obrador, para impedir que éste llegara a la Presidencia de la República.

Según el reportaje, desde mediados del 2016, los empresarios Francisco Agustín Coppel Luken, presidente y director general de Grupo Coppel; Alejandro Ramírez Magaña, director general de Cinépolis, entonces presidente del Consejo Mexicano de Negocios; y, Germán Larrea Mota-Velasco, presidente del Consejo de Administración de Grupo México, destinaron “cuantiosos” recursos para financiar la campaña negativa en contra del político tabasqueño.

El reportaje de Eje Central señala que el encargado de orquestar la campaña negativa contra López Obrador fue el director de la revista Letras Libres y de Editorial Clío, junto con el crítico literario Fernando García Ramírez, quien actualmente es columnista del diario El Financiero.

En la investigación firmada por Juan Carlos Rodríguez se afirma que fue Krauze Kleinbort dirigió la campaña negativa en contra de López Obrador y sostuvo reuniones mensuales con el grupo de empresarios en unas oficinas localizadas en Santa Fe, al poniente de la Ciudad de México.

El periodista supuestamente obtuvo la confirmación de dichas reuniones de uno de los colaboradores del proyecto, quien de forma anónima le proporcionó datos y le mostró las conversaciones por mensajería instantánea, en las que recibía instrucciones de los adversarios de López Obrador.

Además, según Eje Central, la fuente -quien permanece en el anonimato “para evitar represalias”-, les entregó una serie de documentos, entre ellos recibos que la empresa Coppel expidió a su nombre por el pago de sus servicios.

Sin embargo, según el reportaje, Krauze Kleinbort nunca acudió a la casa ubicada en la calle de Berlín, número 245, en la colonia Del Carmen, alcaldía de Coyoacán, en la Ciudad de México, lugar desde donde se operaban sitios web para atacar a López Obrador.

Pero, insiste Eje Central, Krauze Kleinbort fue el encargado de reclutar a “intelectuales de alto rendimiento” que elaboraran materiales para atacar a López Obrador desde sitios de internet y perfiles de la red social Facebook como Populismo Autoritario, Napoleopez y Prensa México.

Según el medio digital, era en citas en restaurantes donde Krauze Kleibort daba “el visto bueno” a cada una de las personas que trabajaban en el cuarto de guerra donde se generó la guerra sucia contra López Obrador, asegurándose de contar con elementos que pudieran convertirse en “una especie de mercenarios de la propaganda política”.

Para lograr su objetivo, Krauze Kleinbort “sedujo” al personal encargado de difundir noticias falsas e infundir miedo entre los ciudadanos, con la falsa expectativa de que en un futuro formarían parte de las filas de la revista Letras Libres, además de que les prometió incursionar en proyectos editoriales o de investigación de su autoría.

Según Eje Central, en una especie de examen, el historiador y escritor les preguntaba a las personas elegidas lo que pensaban sobre López Obrador, para asegurarse de “que cumplían con el perfil necesario” para integrarse al cuarto de guerra sucia.

Cuando los examinados le respondían con elogios sobre sus ensayos contra “el mesías tropical” o calificaban a López Obrador como un personaje megalómano y obsesionado con el poder, surgía la empatía y ya en confianza, les revelaba sus verdaderas intenciones, asevera el reportaje.

Tras describir a López Obrador como “un político intolerante y explosivo”, que seguía siendo “un peligro para México”, Krauze Kleinbort les confiaba que no se podía permitir que el tabasqueño llegara a la Presidencia, para dar paso a invitarlos a formar parte de su grupo de “intelectuales de alto rendimiento”.

“Me preguntó que si deseaba incorporarme. Y yo, emocionado y pensando que me sumaría a sus huestes intelectuales, le respondí que sí”, detalló uno de los ex trabajadores de la supuesta campaña de guerra sucia al medio digital Eje Central.

Según el reportaje, la estrategia de guerra sucia se puso en marcha formalmente en la casona de Berlín 245, en marzo de 2017, y contó con la participación de más de 100 personas, entre ellos publicistas, diseñadores, editores de video y “community managers”.

Este grupo de personas se encargaban de procesar 20 guiones diarios y descargar las “frustraciones” de sus jefes, realizando perfiles falsos, páginas de repudio, videos y memes contra López Obrador. El papel de Krauze Kleinbort fue dirigir los ataques, aprobar las estrategias e idear la campaña en contra del entonces candidato presidencial, indicó Eje Central.

Una de esas campañas fue dirigida hacia John Mill Ackerman, a quien por su colaboración en el canal de noticias Russia Today (RT) se le trató de hacer pasar como agente de Moscú, con el fin de relacionar la campaña de López Obrador con los rusos y hacer un escándalo mediático parecido al acontecido en las elecciones de Estados Unidos, en las que Donald Trump resultó electo.

Sin embargo, esta campaña y la de una posible hackeo al sistema virtual del Instituto Nacional Electoral (INE), se “desinflaron por completo” cuando el propio López Obrador subió un video a sus redes sociales, en el cual haciendo uso de la ironía, dijo estar en las costas de Veracruz esperando el “submarino que nos traerá el oro de Moscú” y se autoproclamó como “Andresmanuelovich”.

Finalmente, el reportaje de Eje Central, explica que a un mes de que terminara la campaña presidencial y con un López Obrador en lo más alto de las preferencias electorales, Krauze Kleinbort abandonó el proyecto, y en una reunión con sus patrocinadores les dijo que “su salida del país era inevitable” y que se refugiaría en Nueva York.

A pregunta expresa del medio digital que publicó el reportaje, sobre su participación en esta trama, Krauze Kleinbort respondió: “He leído los párrafos que me aluden [del libro de Clouthier Carrillo]. No hay una palabra que sea verdad. Le agradezco su interés y leeré su reportaje. Un abrazo afectuoso”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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