La columnas de humo son visibles al llegar a La Paz, desde hace años la ciudad ha perdido la imagen única del cielo, ahora los tonos son grisáceos, y lo peor de todo es que las instituciones lo saben y reconocen, pero nadie actúa.
En un recién encuentro con miembros del Colectivo de Académicos Sudcalifornianos, revelaron estudios realizados a las partículas de ceniza que arrojan las termoeléctricas en el municipio de La Paz, allí evidenciaron el grave riesgo al que están expuestos los ciudadanos, sobre todo los que habitan en los alrededores.
Sustancias altamente tóxicas circulan en el aire y llega a los hogares de paceños, sin que hasta el momento alguien le ponga un alto, ni la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), ni la Secretaría de Salud (SSA) han evitado que los tóxicos caigan directamente en las casas de personas que habitan cercanos a la planta.
“En las partículas que hay en la ciudad, se encontró que hay inclusive Vanadio en altas concentraciones, altos índices de Azufre, Mercurio, que son elementos que están considerados como de riesgo a la salud, inclusive carcinogénicos”, indicó Janette Murillo, experta adscrita al Colectivo de Académicos Sudcalifornianos.
Varios kilómetros a la redonda cae ceniza tóxica, pero falta conocer el daño que está generando a los pobladores, la primer señal de alerta ya ha sido enviada desde el Colectivo, ya se sabe que la ceniza es dañina, ahora están solicitando a los encargados de la salud para que hagan un estudio de las enfermedades producidas a los habitantes de los alrededores.
“Es necesario hacer estudios de la población que es más cercana a esas centrales de combustión y a los de Punta Prieta, que son termoeléctricas, para conocer este, pero más a detalle ya la salud de los pobladores. Las direcciones de viento y los registros pues por lo menos están expuestas una 10 horas con este tipo de calidad de aire”, refiere la investigadora Murillo.
El riesgo es constante, pero aún se desconoce en qué nivel esté afectando a los ciudadanos, expertos del Colectivo de Académicos Sudcalifornianos solicitan que se tomen medidas de protección, pues con el paso de los días, meses y años, los daños pueden ser irreversibles.
Lo cual sería también más caro, por atender los padecimientos de cáncer.
“Por lo pronto tenemos el análisis de partículas de polvo y en esas a lo largo de un año, en esas se observan elementos de riesgo a la salud. Y no pensar en seguir creciendo con las centrales de combustión interna, al contrario apoyando proyectos de energías limpias, y no pensar en más de ese tipo de termoeléctricas, y si los fueran a poner que no los pongan sin precipitadores”, refirió Janette Murillo.
Al respecto el Gobernador del Estado, Carlos Mendoza Davis informó que se viene una muy buena inversión para el estado, será generar energía a un costo más bajo y con menos contaminación.
“Ahí viene ya la inversión de gas que va bastante adelantada, yo espero que más o menos en el lapso de un año podamos tener ya gas natural aquí, y con eso la posibilidad de que produzcamos energía eléctrica en base a gas natural, con menos contaminación”, expresó el Gobernador de la entidad.
Está claro que insisten instituciones en mantener a Baja California Sur bajo procedimientos obsoletos para generar energía eléctrica, lo que la hace cara y contaminante, sin tomar en cuenta alternativas sustentables.
Según expertos en medicina, las sustancias tóxicas que contienen las cenizas que emiten las chimeneas de las termoeléctricas pueden generar serias afectaciones, entre ellas se encuentran las siguientes:
MERCURIO:
Trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea o disfunciones cognitivas y motoras.
VANADIO:
Daño cardiaco y vascular; Inflamación del estómago e intestinos; Daño en el sistema nervioso; Sangrado del hígado y riñones; irritación de la piel; temblores severos y parálisis; sangrado de la nariz y dolor de cabeza; mareos; y cambios de comportamiento
AZUFRE:
Dificultad para respirar; inflamación de las vías respiratorias; irritación ocular por formación de ácido sulfuroso sobre las mucosas húmedas; alteraciones psíquicas; edema pulmonar; paro cardíaco; colapso circulatorio; y queratitis.