Disponible en Netflix desde el viernes 25 de enero, la cuarta y última temporada de “Club de Cuervos” retrata los conflictos de intereses que generan los negocios entre televisoras, la industria futbolística y el gobierno. Pero también, es la forma con que Gary Alazraki, su productor ejecutivo, redondea la urgencia de “romper el duopolio (de Televisa y TV Azteca)”, que lo motivó a aliarse con la plataforma para crear la primera producción en español de su catálogo dirigido a Latinoamérica.
Cineasta detrás del éxito en taquilla de “Nosotros Los Nobles” (2013), como parte de la promoción del cierre de ciclo de “Club de Cuervos”, Alazraki declaró a Forbes México: “En su momento era Televisa o Azteca donde podías tocar la puerta y era bajo los cánones de ellos con los que tenías que funcionar, y si ellos tienen relaciones con empresas o gobierno, no les puedes pegar. No les quieres pegar por mala onda, le quieres pegar por libertad de expresión, humor, comedia y libertad creativa”.
Ese golpe necesario al que se refiere, y que en la realidad se refleja mediante su trabajo con Netflix, se ve en el programa a través de la iniciativa de Chava Iglesias (Luis Gerardo Méndez) para crear Cuervos TV, una plataforma digital en respuesta a que las televisoras tradicionales dejan de emitir los partidos del equipo originario de Nuevo Toledo, el pueblo ficticio donde se desarrolla la historia.
A partir de ahí, los doce capítulos nuevos triangulan con más detalle la corrupción del futbol en México, llevando a sus protagonistas a contextos humorísticos, absurdos, de frustración y desfachatez.
“Es una serie que tiene memoria y que trata de ser consecuente con lo que se planteó en las temporadas anteriores, lo cual fue parte de lo que nos hizo que nos tardáramos tanto en entregar los guiones, que era terminar de armar un rompecabezas con historias de más de 90 personajes, de una forma creíble y de una forma que sea coherente. Yo estoy contento, la neta estoy muy orgulloso de lo que acabamos entregando”, expone el productor en dicha entrevista.
Seguro de que México no puede aspirar a una industria del entretenimiento saludable si las televisoras siguen produciendo contenidos como hasta ahora, Gary Alazraki adelantó que quiere hacer de la experiencia adquirida en “Club de Cuervos” una forma de trabajo que otros puedan replicar con su ayuda, y llevar sus ventajas al terreno cinematográfico, para ofertar otro tipo de proyectos al público.
Mientras ello pasa, el programa que encontró equilibrio protagónico en el talento de Mariana Treviño como “Isabel Iglesias”, disfruta de su recta final mostrando los resultados de aprovechar a tope la libertad de la plataforma, ya que cierra con una alta dosis de irreverencia que presenta a nuevos personajes, retoma los ya conocidos y hace reír y llorar a su público, para sellar el acierto de Netflix de abrir el nicho con ellos.