Ante la negativa del Congreso de aumentar las tarifas del agua en Ensenada, la paraestatal tendrá un presupuesto de 564 millones de pesos, pero necesita 837 millones de pesos, lo que obligaría a disminuir la operación del acueducto La Misión-Ensenada, provocaría deficiencias en el manejo de aguas residuales en las plantas, con riesgos de baja calidad en la desinfección, además de no invertir en reposición en infraestructura y aún más deficiente atención a las fugas.
La decisión del Congreso local de no aumentar la tarifa del agua en Ensenada pone en riesgo la continuidad en el servicio, desde el suministro hasta la operación de las plantas de tratamiento de aguas residuales, inversión en infraestructura y el pago del agua desalinizada, declaró el ingeniero Carlos Loyola Peterson, director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE).
En rueda de prensa al término de la sesión semanal del Consejo Coordinador Empresarial de Ensenada, el funcionario explicó que ante este panorama Ensenada corre el riesgo de tener agua insuficiente. Precisó que la primera factura por agua desalinizada llegará a principios de febrero, por alrededor de 15 millones de pesos, lo que anualmente se traducirá en 167 millones de pesos.
Tenemos que construir un segundo módulo de la planta desalinizadora para el año 2021, si la CESPE no tiene finanzas sanas es inviable financieramente ese proyecto, podemos volver a caer en la falta de agua, lo cual tendría un impacto negativo en el desarrollo y economía de la ciudad, así como en el bienestar de las personas, lamentó.
El presupuesto requerido para este año por la CESPE es de 837 millones de pesos, incluyendo su operación y el pago del agua desalinizada, con la negativa del Congreso de ajustar tarifas nos estamos quedando con 564 millones de pesos, expuso.
Con ese presupuesto, adelantó no se puede costear el agua de la planta desalinizadora, se tendría que reducir la operación del acueducto La Misión-Ensenada porque es el que consume más energía eléctrica, habrías serias deficiencias en el manejo de aguas residuales en las plantas, con riesgos de baja calidad en la desinfección, además de que no se invertiría en infraestructura y empeoraría la atención de fugas.
El ingeniero se pronunció por insistir ante el Congreso que se revise el caso específico de la paraestatal, en especial un aumento a las tarifas del agua, porque “el escenario para la CESPE con esta decisión de provocar un ajuste cero no es nada bueno y podemos afectar seriamente el servicio que se presta a los ensenadenses”.
Con el aumento, que en el caso de la tarifa más barata se pasaría de 13 a 16 pesos por metro cúbico, se lograría elevar el nivel del servicio, aumentar la continuidad hasta las 24 horas en toda la ciudad, así como asegurar los recursos para enfrentar los futuros retos en abastecimiento, tratamiento y reuso, declaró.
CCEE Y CANACINTRA DISPUESTOS A APOYAR
Al respecto, el presidente del CCEE, Jorge Eduardo Cortes Ríos, se pronunció por revisar la manera de ayudar al organismo en este tema, pero también los costos de la paraestatal, como el caso de la nómina.
Alejandro Jara Soria, presidente de Canacintra, indicó que los empresarios están dispuestos a apoyar, siempre y cuando se reduzca la nómina y se reestructuren los contratos sindicales.
Estamos, dijo, en la mayor disposición de apoyar al organismo para que por ningún motivo se interrumpa el servicio, que sean autorizados esos aumentos y que se dé el justo valor de llevar el agua a las casas de las personas.
En ese sentido, comentó que los industriales pagan unos 95 pesos por metro cúbico, lo que representa que ese sector está subsidiando el resto de las tarifas.