Tres sujetos relacionados con el homicidio de tres adolescentes de la colonia Lomas Verdes de Tijuana, fueron vinculados a proceso el lunes 7 de enero y deberán esperar su juicio en prisión.
Fabricio Ramos Guzmán, Esteban Manuel González Lara y Alejandro Rodríguez, junto con otros tres hombres, fueron señalados de irrumpir en un departamento de la colonia Lomas Verdes para ultimar a tres jóvenes, al parecer por ajuste de cuentas de acuerdo a la declaración que rindieron tres testigos presenciales en la primera audiencia celebrada el 5 de enero de 2019.
Sus víctimas fueron Christopher Alexis Gómez García y Ángel Said Robles Ibarra, ambos de 17 años, así como Juan Miguel Suárez Ojeda, de 18 años, a quienes asesinaron el 24 de noviembre.
De acuerdo al relato, Ángel Said, Christopher y Juan Miguel estaban en el departamento cuando llegaron seis hombres, entre ellos los imputados, y comenzaron a golpearlos; “de aquí no van a salir vivos porque mataron al Güero”, dijo uno de los atacantes.
Las víctimas aseguraron que estaban equivocados y que no sabían de qué estaban hablando, se expuso en el relato de los testigos, entre ellos un menor de edad.
Durante un lapso de dos horas, los tres jóvenes fueron amordazados con cinta gris y golpeados hasta que los mataron asfixiándolos con un cordón en la entrada del departamento; posteriormente, uno de los agresores hizo tres disparos al aire para simular un tiroteo y movieron los cuerpos al pie de la escalera del edificio.
Uno de los testigos identificó a los seis agresores, mientras que otro sólo identificó a tres de ellos a través de fotografías proporcionadas por la Procuraduría General de Justicia del Estado a partir de la media filiación, quienes dijo eran “los malandros de la cuadra”, pero sin proporcionar nombres o apodos.
Fabricio, Alejandro y Esteban Manuel, también estaban acompañados por otros tres sujetos a quienes se les ubica como “El Freddy”, “El Chetillo” y José Alberto Aceves Balderrama, este último ya fallecido.
El 7 de enero se realizó la segunda audiencia, la cual se dividió en dos: en la primera parte se trató el caso de Fabricio Ramos Guzmán, quien contó con un abogado de oficio. Su pareja sentimental aseguró que el día de los hechos y al día siguiente estuvo con ella, fueron al sobre ruedas y a mercados cerca de su casa; sin embargo, cuando el imputado rindió declaración, en ningún momento mencionó alguna actividad que pudiera desvincularlo, por lo que le fue dado el auto formal de vinculación a proceso.
En la siguiente audiencia, celebrada horas después, Esteban Manuel y Alejandro rindieron declaración, la cual fue cotejada con las de sus respectivas parejas sentimentales y compañeros de trabajo, pero las historias no coincidieron.
De acuerdo al testimonio de su pareja, el 24 de noviembre Alejandro estuvo cuidando a su hijo de cinco años; el 25 él y su familia fueron a casa de su madre y posteriormente fueron a instalar un puesto sobre ruedas cerca del campo Reforma, para después irse a trabajar a una empresa encargada de colocar reductores de agua para la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT).
Pero Alejandro nunca especificó los horarios en los que estuvo trabajando ni los lugares donde se colocaron los reductores de agua; el compañero de trabajo que testificó a su favor tampoco pudo dar respuesta a esas interrogantes.
En el caso de Esteban Manuel, se dijo que esos días no trabajó, pero no precisó qué fue lo que hizo o con quién estuvo, cayendo en contradicciones con lo dicho por su pareja, quien aseguró que se dedicó a cuidar a su hijo.
El 8 de mayo de 2019 es la fecha límite para que la defensa reúna las pruebas necesarias para llevarlas a juicio, o bien, que se llegue a un acuerdo con las partes afectadas; mientras que se determinó auto de formal prisión a los otros dos agresores relacionados con el caso.