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martes, octubre 1, 2024
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Metamorfosis policial

¿Por qué se tiene mala imagen de los policías y qué hay que hacer al respecto?

La presencia de los policías ha variado notablemente a lo largo de los siglos, como vemos en https://journals.openedition.org/lerhistoria/2696?lang=es: “Gendarmes, inspectores y comisarios: historia del sistema policial en la ciudad de México, 1870-1930”. “Una vez relegados los modelos de proximidad ejercidos por los alcaldes de barrio y luego por los jefes de cuartel desde el antiguo régimen a los primeros experimentos republicanos, los agentes uniformados quedaron a cargo de vigilar, velar por el orden público y prevenir los delitos. Desde 1826 se ensayaron diversas fórmulas de policía armada hasta constituirse como gendarmería en la década de 1870.”

Se invocan épocas oscuras: “En 1926, el inspector de policía […] aseguró haber dirigido ‘una enérgica campaña’ de depuración del personal”. Sostuvo que “la seguridad pública constituía un verdadero problema, pues bandas de delincuentes perfectamente organizadas […] crearon en la sociedad un estado de alarma indescriptible”.

“Se intentó imponer una estructura militar…” “…En el cargo de Inspector General predominaron militares…” “Comisarios fueron reclutados de la policía Reservada…” “…los agentes secretos o encubiertos distaban de las policías políticas posrevolucionarias, como las del Departamento Confidencial, estaban en posiciones de información clave para el Estado, incluso en casos célebres de delitos comunes, lo cual en nada significa que dejaran de informar sobre actividades consideradas sediciosas. Algunos de ellos habían sido delincuentes”.

La falta de profesionalismo fue criticada en discursos políticos, informes oficiales y por la opinión pública. “Según estos, parte de la respuesta radicaba en los mecanismos mediante los cuales se les reclutaba… los reglamentos prescribían que para ejercer la labor de policía los aspirantes debían ser mayores de 18 años, saber leer y escribir, probar honestidad con dos testigos…” Muchos ingresaron por recomendaciones.

“La policía era un refugio” donde naufragaban “el artesano sin taller […]; el rústico que, por fechorías rurales emigra a la capital […]; el hijo de familia en ruptura de hogar paterno; el soldado tomado de leva […] Deformes, torcidos, mal encarados, no encuentran colocación ni en los tranvías, ni en las porterías de vecindad, otros refugios de náufragos”. “…los gendarmes… lejos de prevenir delitos gestionaban cotidianamente los límites del desorden”. “La mayoría de los comisarios estaban haciendo ‘negocitos’, no consignando a los detenidos”. “…se denunciaba continuamente cómo los agentes inventaban infracciones para extorsionar a comerciantes o simples vecinos de la ciudad”.

Otro aspecto criticado fue la desorganización: “…fueron divisiones que dependían de un pensamiento urbanístico falible por la carencia de plan y de operadores capaces de hacerlo cumplir.”

“De 1870 a 1930 se observa la formación, consolidación y fin del modelo de Gendarmería Municipal… Finalmente, este diseño institucional revela transformaciones en la concepción misma del poder policial, valorado por su capacidad coactiva, por el manejo de información y, desde luego, por la gestión de prácticas alternas.”

“La policía gestionó el desorden para capitalizarlo lucrativamente con base en mecanismos que toleraron la sospecha, tortura y extorsión.” “A pesar del cuestionamiento que los regímenes posrevolucionarios realizaron al sistema policial…recurrieron prácticamente a las mismas fórmulas”.

Con esos antecedentes, no es extraño que la sociedad guarde rencor en contra de las corporaciones policíacas, pero hay dos situaciones innegables: Ni podemos quedarnos atorados en el pasado, ni los policías de la actualidad tienen la culpa de lo que hayan hecho sus antecesores y por el contrario, si en alguna época se ha capacitado y se ha vigilado a los agentes es ahora, e inclusive está costando vidas lograr la transformación de la imagen de los elementos.

El único camino hacia contar permanentemente con corporaciones confiables es aprender de la historia para sacudirnos lo negativo del pasado con acciones contundentes, monitoreadas por la sociedad en forma duradera y profesional.

Todo es cuestión de lograr la metamorfosis policial.

 

Alberto Sandoval es Fundador de Alianza Civil, A.C., Presidente del COMOSC y Secretario del CEFAB. Correo: albertosandoval@alianzacivil.org Internet: www.alianzacivil.org Facebook: Alberto Sandoval.     Twitter: @alsandoval

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Redacción Zeta
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