Dicen quienes están cerca de Juan Manuel Hernández Niebla, que sí se le mueve la patita por la candidatura a gobernador del Estado por el Partido Acción Nacional. Pero también informan del lado del gobierno, que eso no tiene muy contento a “Kiko” Vega. De hecho, que éste está en contra que su partido le entregue esa nominación a quien todavía es presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California, pues le tiene una tirria terrible, ya que Hernández le criticó e incluso busca un amparo para detener el contrato que por más de 700 millones de pesos, el Ejecutivo del Estado entregó para la construcción del C5i, un centro de control inteligente sobre el cual hay muchas sospechas de corrupción; motivo también de la renuncia de quien fuera secretario de Seguridad en el Estado, Daniel de la Rosa Anaya. Y como el gobernador suele defender sus sospechosos contratos con todo, no le parece que uno de sus principales críticos que ha señalado la corrupción en su gobierno, sea el candidato de su partido y precisamente para sucederlo. En esas, dicen en el PAN, ya obligado por la cúpula nacional a aceptar los acuerdos, Vega de Lamadrid ha puesto sus condiciones: que sea el propio Hernández Niebla “quien le pida a él la candidatura”, y “lo haga con humildad”. Lo anterior ha despertado carcajadas políticas tanto en el PAN nacional como en el sector ciudadano, pues Vega ya no goza de popularidad ni aprobación, menos aún tiene credibilidad entre los bajacalifornianos como para incidir en las elecciones 2019. Aun así, el todavía mandatario estatal, le ha entonado el canto de las sirenas al ex rector de la UABC, Felipe Cuamea, para que acepte ser candidato a sucederlo. En efecto, el ex rector nunca ha sido crítico de Vega, ni siquiera por la millonaria deuda del Gobierno del Estado con la Máxima Casa de Estudios, ni por nada. De hecho no ha sido crítico de nadie. No ha salido de las aulas.
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