Por más millones y millones de pesos que Juan Manuel Gastélum Buenrostro, el alcalde de Tijuana, invierte (o mejor dicho, desperdicia) en promover su imagen, el orden (o mejor dicho, el desorden) de las cosas en la ciudad no cambia en lo absoluto, ni tampoco la mala percepción que los ciudadanos, empresarios, políticos, periodistas y demás, tienen sobre él y su administración.
Hace unos días, el equipo de “El Patas” lanzó una nueva campaña mediática –seguramente– con el interés de mejorar su imagen en su ansiosa aspiración por reelegirse otros tres años como primer edil.
La foto que acompaña estas letras es el resultado de la “nueva” imagen institucional del panista. Es una fotografía mal recortada de Juan Manuel Gastélum, luce de traje y de perfil, se aprecia su particular corte de pelo y su mostacho. Hay un micrófono, también mal recortado y frente a él las palabras en grande de “Ti-JUAN-a unida, jamás será vencida” y la firma que se inventó emulando un nombramiento: “ALCDETI JM GASTÉLUM”.
Por si no fuera poco el mal gusto de toda la composición visual, usando los colores del Partido Acción Nacional en el diseño, el personaje, o al menos eso intentaron, desafía sostener con su puño izquierdo el nombre de la ciudad.
¿Qué tipo de diseñador –con carrera trunca– o encargado de imagen institucional puede pensar que esto es una buena idea? O pero peor aún, ¿Qué clase de político puede aprobar esto para verse reflejado? En fin, esto podría ser materia de discusión en mesas de marketing o diseño para principiantes.
Lo que sí sabe es que la dirección de comunicación social que encabeza la ex reportera Maricarmen Flores, cuesta 60 millones 720 mil pesos al año. Es decir, más de 5 millones 60 mil pesos cada mes; lo que también es cierto es que quedó comprobado documentalmente que el gobierno de Juan Manuel Gastélum triangula millones de pesos con empresas creadas –algunas con empleadas del presidente– exclusivamente para obtener contratos millonarios en manos de su hijo Juan Manuel Gastélum Rivera. Así se ha demostrado en las páginas de ZETA y en otros medios de comunicación como Agencia Fronteriza de Noticias y, recientemente, el Primer Sistema de Noticias, Frontera, entre otros.
Para 2019, María del Carmen Flores Ávila, auto apodada como “Maricarmen Flores”, está solicitando incrementos presupuestales para éste tipo de campañas digitales. Por ejemplo, la dirección de comunicación social está contemplando gastar para “servicios creatividad, preproducción y producción de publicidad”, 9 millones 247 mil 500 pesos, es decir 3 millones menos de los que se le aprobaron en 2018. O bien, aumentar su presupuesto de 4 millones a 5.5 para 2019 en la partida de “servicio de creación y difusión de contenido exclusivamente a través de Internet”.
En el gobierno de “El Patas” se tiene hasta un “departamento” de medios alternativos e innovación tecnológica” que consume otros tantos millones. ¿Para qué? Pues aquí, en este descompuesto diseño, un pésimo ejemplo.
No estaría de más que el presidente municipal ya detenga el despilfarro en el culto a la personalidad, que se apegue al gasto responsable de los recursos públicos y a la creación de políticas públicas ordenadas. Que deje de una vez por todas, sus falsas esperanzas de que los tijuanenses y su partido le pedirán a gritos su reelección. Eso no va pasar. Ya Juan, ya párale…