La caravana migrante está dividida, ha perdido fuerza y ahora se ha sumergido en una profunda crisis a la cual no han sabido responder. Contrario a buscar alternativas, los centroamericanos se han vuelto vulnerables ante el acecho de supuestos líderes que han tomado acciones fuera de lo común y han manchado la credibilidad del movimiento. El Gobierno de México asegura que ya resolvió el problema, mientras que activistas advierten que los problemas apenas comienzan
A un mes del arribo del primer contingente de la caravana migrante a Tijuana, la crisis al interior de la misma ha generado división entre los centroamericanos, quienes están tomando decisiones “fuera de contexto”.
La petición de un grupo de migrantes para que se dé celeridad a la recepción de solicitudes de asilo en Estados Unidos y de otro grupo que exige les brinden el libre tránsito hacia el país vecino, o en su caso una indemnización económica de 50 mil dólares a cada uno de ellos para regresar a sus lugares de origen, son ejemplos de las acciones “descabelladas” que han llevado a cabo.
Esto no solamente ha sobresaltado a los activistas o ciudadanos, sino a las propias autoridades norteamericanos por lo “desfasado” del asunto, sino porque pareciera una “especie de amenaza” que no entra en ninguna de las posibilidades que en su momento pudiera aceptar el gobierno que encabeza Donald Trump, quien ha mostrado su total rechazo no sólo a la caravana, sino a todo migrante centroamericano e incluso mexicano, a quienes en varias ocasiones ha tachado de “criminales”, respondiendo con un rotundo “no” a sus peticiones.
Por otro lado, las autoridades federales anunciaron que la crisis migratoria en Tijuana acabó, y que en sólo cinco días del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador se pudo resolver, algo en lo que no están de acuerdo los activistas, porque como se ha visto, la falta de conocimiento y la “maleabilidad” a la que están expuestos la gran mayoría de los migrantes, está provocando que supuestos líderes se aprovechen de la situación.
“La falta de certezas nos ha dividido también”, expuso Milton Hernández, migrante hondureño que participó con el grupo que hizo la petición de la indemnización económica, debido a que “ya no estamos muy de acuerdo con otros líderes”.
CADA QUIEN POR SU LADO; “LÍDERES CONTINÚAN APROVECHÁNDOSE”
El martes 11 de diciembre, dos grupos distintos de migrantes -desconocidos entre sí- marcharon cada uno por su propia cuenta hacia las instalaciones del Consulado de Estados Unidos en Tijuana, para entregar pliegos petitorios a la autoridad de aquel país.
El primer grupo, liderado por el hondureño Alfonso Guerrero Ulloa, resaltó entre sus peticiones:
- Permitir el libre ingreso a todos los integrantes del éxodo a territorio estadounidense
- Poner un alto a la intervención económica, política y militar norteamericana en territorio
Hondureños están optando por visas humanitarias
Alden Rivera, embajador de Honduras en México, resaltó que en Tijuana, más de mil 200 personas de aquel país ya están aplicando para obtener una visa de carácter humanitario, para poder trabajar; o bien, ya tienen empleo en la ciudad.
Mil 500 personas se han inscrito en el libro para solicitar asilo en Estados Unidos, pero todavía hay 800 personas que no toman una decisión respecto al asilo en México o en Estados Unidos.
De acuerdo con información de Manuel Marín, subdelegado del Instituto Nacional de Migración, a la fecha se han presentado más de 700 retornos voluntarios a sus países de origen, además de 300 retornos asistidos, por razones de que alguna autoridad las puso a disposición del Instituto por haber quebrantado la Ley.
Aunado a ello, se han realizado 2 mil 500 trámites para visas humanitarias y 25 solicitudes de refugio de personas retenidas en la estación migratoria en Tijuana.
Desde el 12 de noviembre a la fecha, más de 3 mil centroamericanos se han entregado brincando el cerco fronterizo, informó la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
- centroamericano, retirando las 13 bases militares y todas las empresas extractivitas.
- Que si no desean el ingreso de los migrantes a territorio estadounidense, saque a Juan Orlando Hernández de Honduras y se les otorguen 50 mil dólares para que cada uno de los migrantes puedan retornar a sus países.
El segundo grupo, encabezado por Irineo Mujica, de Pueblos sin Fronteras, solamente solicitó el aumento inmediato del número de solicitantes de asilo procesados a mínimo 300 personas al día y por las garitas de San Ysidro, medida con base a que solamente se reciben unos 50 al día.
Situaciones ambas que causaron confusiones entre uno y otro grupos; del primero se dio a conocer gracias a una petición de Change.org, que el supuesto líder Guerrero Ulloa no pertenece a la caravana migrante y tiene por lo menos 30 años fuera de su país, debido a una acusación de terrorismo en 1987.
En la petición se menciona que Alfonso Guerrero Ulloa fue acusado “falsamente” de ser actor material de un atentado que se dio en el restaurant China Palace de la ciudad de Comayagua, Honduras, donde seis marines de la Base Militar de Palmerola resultaron heridos.
“Ello me llevó al exilio, son ya 30 años lejos de mi patria y familia, viviendo miserablemente. Creo tener derecho a una justa indemnización y mi retorno a mi patria”, señala el acusado.
Migrantes consultados dijeron no saber nada de esa situación y confiaron en que su nuevo líder los sacaría adelante “como no lo han hecho otros”, dijo Jorge Yamil, quien participó en la marcha.
SE DESCONOCEN ENTRE GRUPOS
Xóchitl Castillo, originaria de Nicaragua e integrante del grupo encabezado por Pueblos sin Fronteras, desconoció al grupo que hizo la petición de 50 mil dólares para cada uno de ellos e incluso aseguró no tener idea de por qué o cómo surgió tal agrupación, en el entendido que ellos son parte de un éxodo y las peticiones se hacen en conjunto.
Aclaró que lo único que quieren es “agilizar los trámites”, pero ante la pregunta sobre si existe una división al interior de la caravana, respecto a los diferentes líderes que han estado surgiendo, no supo responder, ya que “aquí somos un éxodo y no sé realmente lo que está pasando, nosotros igual que ustedes estamos sorprendidos de eso”.
Para José María García Lara, director del albergue Juventud 2000 y coordinador de la Alianza Migrante, esto es parte de la división que se ha generado al interior de la caravana debido a la crisis en la que están cayendo en cuenta los migrantes.
Desde hace varias semanas, al interior del albergue habilitado en el predio El Barretal, los centroamericanos se han estado dividiendo por “departamento”, es decir, los hondureños por regiones de origen; salvadoreños, nicaragüenses y guatemaltecos, al ser minoritarios, se agruparon también entre sí.
Esto comenzó a llevarse a cabo de manera estratégica para solicitar víveres en el albergue, pero poco a poco han ido cobrado sentido de organización gracias a que en ellos los supuestos líderes han visto espacios para “malearlos”.
“Esto no le suma más que un poco más a la mala imagen que ya tiene la caravana que viene pidiendo el asilo; el pedir dinero es muy lamentable, porque deterioran la imagen de las personas que sí vienen pidiendo el asilo y quieren ingresar de buena manera a Estados Unidos”, señaló el activista.
FEDERACIÓN MINIMIZA LA CRISIS; EU NIEGA ENTRADA LIBRE E INDEMNIZACIÓN
Un día después de que se presentaran estas medidas “descabelladas”, la nueva secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, compartió que el actual gobierno había resuelto en sólo cinco días la crisis humanitaria de la caravana migrante en los albergues de la ciudad.
La funcionaria federal anotó vía Twitter: “En 5 días hemos resuelto la crisis migratoria que había en Tijuana, Baja California. Instalamos centros de salud, comedores, dormitorios y actividades infantiles”.
Declaraciones con las que activistas no estuvieron totalmente de acuerdo, porque si bien, reconocen que se mantuvo ya un control y la situación está más tranquila, el problema en la frontera persiste y “todavía hay mucha tarea por hacer”.
José María García Lara es uno de los que reconoce que las cosas vayan “por buen camino”, pero discrepa en el sentido que persiste la problemática sobre la inserción de las personas a los empleos, a la vida laboral activa y a la propia comunidad.
Aunado a que hay un grupo de 400 migrantes que subsiste afuera de la Unidad Deportiva “Benito Juárez” a la intemperie y sin atenciones, esperando una resolución sobre sus casos, por lo que es importante enfocarse en lo que harán con ellos, ya que hay familias completas con mujeres y niños.
Durante una visita a Tijuana el sábado 8 de diciembre, el sacerdote y activista Alejandro Solalinde se ofreció a ser intermediario en las labores de convencimiento a este contingente, para que pueda desplazarse al Barretal y otros albergues, pero tendría que ser la autoridad la que permita dichas acciones, de las cuales no se ha dado respuesta alguna.
Al cierre de esta edición, se informó que una bodega a unos metros del campamento sería habilitada para albergar a los 550 migrantes que permanecían en la calle.
Municipio mintió sobre la cantidad de migrantes en la ciudad: Bonilla
Jaime Bonilla, actual delegado estatal del Gobierno de México y que fungiera como titular de la Comisión de Asuntos Fronterizos y Migratorios del Senado de la República, señaló que fue una mentira de las autoridades municipales el haber dicho que eran 12 mil y luego 9 mil los migrantes que llegarían a Tijuana, puesto que “nunca ha habido esa cantidad”.
En rueda de prensa, afirmó que los números del total de migrantes “se han exagerado”, y que lo de los 100 millones de pesos que pidió el alcalde Juan Manuel Gastélum para atender tal cantidad de gente, “es una barbaridad, no se le van a entregar”, al menos no para ese tema, “mucho menos si estamos viendo las alquimias que se avientan aquí y que desaparecen recursos, pues menos se le van a dar”, reiteró Bonilla.
Como Federación, el tema se va a atender, por eso ahora el Gobierno de México tiene un control y están viendo realmente los números, que estimó en alrededor de 4 mil 100 migrantes en Baja California.
Según Jaime Bonilla, la mentira de las autoridades locales generó “mucho pánico” entre los ciudadanos, pero en realidad “no ha habido tantos” migrantes como se mencionó desde un principio.
“Sí hubo conflictos, pero no podemos decir nosotros como lo dijo creo el presidente municipal, que no era posible que un hondureño hubiera asesinado a un haitiano, cuando tiene dos mil y fracción de asesinatos y nunca ha hecho esa expresión; no se puede exagerar un incidente para señalar a un hondureño, cuando aquí tenemos miles de muertos todos los días”, manifestó el morenista.
Como primera autoridad, “no se vale” tomar esa posición porque es “discriminante, es soberbia en muchas maneras, pero al final de día no es correcta (…) la presidencia municipal ha perdido mucha credibilidad, ha inventado muchas mentiras”, concluyó.
Según información de activistas, la renta del lugar correrá a cargo de Pueblos sin Fronteras, el Padre Alejandro Solalinde y el Gobierno de México, a través de Jaime Bonilla.
En ese sentido, consideró “totalmente bueno” que en términos legales se haya resuelto la situación, pero aún falta ver de qué manera los van a integrar a la comunidad de Tijuana, en el caso de quienes decidan quedarse en México, tomando en cuenta que Estados Unidos respondió con un contundente “no” a las peticiones de los migrantes.
A través de un comunicado, Katie Waldman, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés), compartió que no será posible aceptar la exigencia de que la Unión Americana pague 50 mil dólares para que los migrantes regresar a su país de origen.
Como lo ha hecho saber en reiteradas ocasiones la secretaria Kirstjen Michele Nielsen, “ser miembro de una caravana no otorga derechos especiales para ingresar a este país”, además, que la gran mayoría de los miembros “no son solicitantes de asilo legítimos”, y si lo fueran, buscarían refugio en el primer país seguro al que ingresaron.
“Sin embargo, como era de esperar, rechazaron la generosa oferta de México en busca de oportunidades económicas o de reunificación familiar en Estados Unidos. La oportunidad económica o la reincorporación familiar no es una base para el asilo bajo ningún sistema”, destacó.
Finalmente, compartió que parece que algunos de los migrantes han entendido esta situación y el compromiso de la administración de Donald Trump de “hacer cumplir el Estado de Derecho”, lo que significa un contundente mensaje de que “deben regresar a casa”.