A inicios del 2018, una estudiante de maestría de la Universidad Autónoma de Baja California recibió la fatídica noticia: le detectaron un tumor cancerígeno.
Su salud la apartó de las aulas, pero según pudo acreditar a quien escribe esta columna, no de sus responsabilidades académicas, entregando en tiempo y forma trabajos y deberes incluso con excelentes calificaciones.
Sin embargo, a su tutora María Virginia Flores Ortiz le parecieron insuficientes los certificados médicos y las esperanzas de su estudiante. La prepotencia con la que describen a la profesora Flores pasó al plano de los daños, al negarle su ponencia y por lo tanto reprobarla.
El 24 de agosto pasado, luego de ocho meses de trabajo, la postulante de Maestría fue rechaza por parte de Flores, quien en los correos electrónicos que intercambiaba con su alumna se dirigía con agresividad.
Fueron muchos los malos tratos por parte de la tutora, a grado de cancelarle arbitrariamente citas y reuniones de trabajo. Peor aun cuando la estudiante pidió tiempo a fin de someterse a una cirugía, la reacción de Flores no fue buena. La UABC le ha negado el derecho de cambiar de tutora, a pesar de lo que aquí se narra, todo quedó en la denuncia presentada en el Tribunal Universitario.
La denunciante recuerda que Flores subió los ultrajes acusándola a gritos el intentar cambiar de tutora, de estar “usando como banderita” su enfermedad, para “generar compasión”.
Lo que está de fondo es que la profesora de la facultad de Contabilidad y Administración, María Virginia Flores Ortiz, es la segunda esposa de Alfonso Vega López, secretario general de la UABC, ex vicerector, ex director de la facultad donde radica su esposa, y uno de los aspirantes en la sucesión del rector.
Actualmente la estudiante sospecha, fundadamente, que la profesora Flores se escuda en el poder de su marido, pues no ha encontrado un poco de justicia, ni órgano o persona que quiera “pelearse” con la pareja de doctores. El propio Tribunal de la UABC no muestra avances en la denuncia interpuesta en forma.
El colmo es que la señora María Virginia se exhibe en sus redes sociales al lado de su esposo, vestidos ambos de color rosa “celebrando” el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama.
El verde también pide la de 5. Hace algunos días, el delegado Nacional del Partido Verde en Baja California, Misael Sánchez se atrevió a dar signos de vida. Pese que el partido en Baja California no tiene registro local tras no obtener en la elección pasada el porcentaje mínimo de votos que contempla la ley.
El caso es que Sánchez, también diputado federal del PVEM, lanzó un “exhorto” para que “a la brevedad” los legisladores de Baja California –donde por cierto, no tiene un solo representante– aprueben la reforma para cambiar el plazo de la próxima gubernatura.
En fin, el Partido Verde a nivel nacional se suma a quienes, al igual que Morena, pretenden que el próximo gobernador no sea como lo establece actualmente la ley reformada en 2014: es decir, de un periodo de dos años (2019-2021) sino que sea de cinco años nueve meses (2019-2024).
Paradójicamente, su ex diputado en 2014, Fausto Gallardo (y obviamente sus ex aliados del PRI) fueron quienes votaron junto con los otros partidos la reforma que contempló la gubernatura de dos años. ¿En dónde y en con cuáles intereses estaba el partido nacional en aquellos años?
