Repite fórmula Tecate Península, brindando continuidad al festival que, en su segunda edición, apostó por un cartel más rock pop que por fusiones, sin dejar de lado lo alternativo y el hip-hop. Respaldado por 27 mil melómanos, BC vivió maratónica jornada
Catorce horas ininterrumpidas de música protagonizaron la tarde y noche del sábado 27 y las primeras horas de la madrugada del domingo 28 de octubre en Tijuana, ciudad en la cual las empresas de entretenimiento OCESA y Apodaca Group decidieron aventurarse con la construcción del encuentro sonoro Tecate Península que, en su segunda edición, continuó haciendo historia, estableciéndose como una marca garantizada.
Justo cuando el Sol coloreaba de amarillo mostaza el improvisado estacionamiento entre árboles en el Parque Estatal Morelos, el público atestiguó el acto sonoro de la agrupación regiomontana Becerros, integrada por músicos de bandas como Kinky, La Verbena Popular, Sussie 4 y La Leyenda, quienes oficialmente inauguraron las actividades a ritmo de música country.
A Becerros le siguió el trío capitalino Kung Fu que con su energético y desenfadado punk rock que sorprendió a los que desde tempranas horas se sumaron a vivir la experiencia del “Península”, el cual desde su entrada ofrecía la bienvenida a los fronterizos con una extensa área de venta de recuerdos y artículos alusivos a Enrique Bunbury, Zoé, Fobia, Miranda!, Cypress Hill y División Minúscula, quienes estelarizaron la maratónica jornada de rock en la frontera.
Dos majestuosos templetes con más de un centenar de bocinas, 250 luces robóticas y gigantescas pantallas LED de última generación en cada uno, demostraron el poderío de un festival que llegó a Tijuana rompiendo con lo establecido, con los minúsculos intentos a su lado, reordenando el caos de los espectáculos público y ejemplificando con profesionalismo, para el bien de los asistentes y músicos que encontraron la armonía luego del ensamble de más de cuarenta toneladas de equipo trasladado en igual número de tráileres y camionetas.
Novecientas personas trabajaron al servicio de más de 27 mil asistentes al paso del huracán sonoro que, quienes repitieron la experiencia, notaron algunas mejorías, desde un acceso más fluido, islas de venta de bebidas más amplias, área de food trucks, la eliminación del área Preferente para dejar únicamente dos localidades: General y las bondades de la Zona VIP ajustadas a lado del escenario Tecate, al igual que un apartado al frente del templete denominado Viva Aerobús.
El hip-hop es sin duda una parte de la columna de Tecate Península, desde el momento en que Cártel de Santa pisó el festival en su primera edición, causando gran revuelo en el mundo de los amantes del rap, de igual forma que lo hizo LNG SHT y en esta edición tomó el micrófono el tapatío, Sabino, luego de la aparición de la banda jalisciense Los Master Plus, quienes contagiaron con su mezcla de géneros y elementos regionales, dando paso al rapero mexicano Pablo Castañeda Amutio, quien arremetió con éxito su cancionero, con la fuerza de vientos destructores.
Completando el menú de hip-hop, ya casi al final de la jornada del “Península” y después de una copiosa dosis de rock, Cypress Hill, cerró la participación masiva recordando sus grandes éxitos, llevando las rimas por el aire, al compás de las manos yendo de un lado a otro en las alturas, y siguiendo los beats del manipulador de discos y un baterista llevando el acertado y colorido ritmo en los tambores con los que la fiesta de poco anunciaba su final.
Desde la cantante pop colombiana Elsa y el Mar, la única representante femenina en el encuentro, pasando por la balada romántica, música disco y new wave del quinteto mexicano Odisseo, la elegante fusión de jazz, tango y otras joyas sonoras de Paté de Fuá, quienes confesaron que en su próxima creación discográfica incluirán la versión de un tema de la Banda MS.
Otra agrupación de Jalisco que impuso su pintura musical fue Technicolor Fabrics, quinteto que subrayó por qué siguen creciendo y penetrando en la industria de la música con su propuesta indie rock, quienes al igual que Camilo Séptimo y Little Jesus, conforman la nueva ola de rock gestado en la República Mexicana. OCESA y Apodaca Group se han encargado por apostarles como bandas emergentes para sus festivales como Tecate Comuna (Puebla), Tecate República (Chihuahua), Tecate Sonoro (Hermosillo) y Tecate Supremo (Ciudad Juárez), que forman una red de festivales de los que Tecate Península ya es parte.
“El Tecate Península es muy personalizado, no queremos hacer nada global porque cada ciudad tiene su personalidad también, la gente tiene sus gustos, sus preferencias, entonces, cada uno de estos festivales tiene lo suyo, lo propio y esperamos seguir así y que siga creciendo. No se trata de un tour con el mismo lineup, de acuerdo a lo que el público esté pidiendo de cada región, que al final de cuentas son festivales regionales”, explicó a ZETA Armando Luna, vocero de Apodaca Group, quien aseguró contar con asistentes de Mexicali, Hermosillo, Culiacán, San Diego, Rosarito y Tecate, por lo que redoblaron su compromiso en 2019.
Siendo la tolerancia una de las principales características de los públicos que asistieron a esta edición, donde se rompió el récord anterior de número de entradas, en su segunda edición, tan diversa a su anterior cartel de 2017 -protagonizado por Molotov, Caifanes, Julieta Venegas y Cártel de Santa-, este año Tecate Península tuvo lo propio con Miranda!, quien además de cantar sus éxitos ataviados en trajes rojos, compartieron el escenario con Jay de la Cueva (cantante de Moderatto y baterista de Fobia), mientras Enrique Bunbury maniató a los presentes con la intensidad que lo caracteriza al interpretar enigmáticamente, sumado a la sublime actuación de Zoé, quien aprovechó para presentar “Aztlán”; al mismo tiempo que Fobia festejó treinta años de historia, mientras los tamaulipecos de División Minúscula causaron el rugir de un “Península” comprometido.
“Tenemos un gran compromiso con la gente de Tijuana por su respuesta, es un compromiso de mejorarnos, de superarnos, de ofrecer calidad en todos los aspectos y no sólo al público, a los proveedores de servicios de Tijuana tanto el ramo hotelero, restaurantero y todo eso que están implícitos de manera directa con toda la gente que viene de bandas, staff”, afirmó Luna, de Apodaca Group.
Según el entrevistado, festivales como Tecate Península son plataformas para bandas emergentes y públicos por descubrir: “Hay mucho talento joven que viene y necesita la oportunidad de presentarse en diferentes escenarios, y entonces la gente los conoce, ahorita con la gran ventaja de las redes sociales puede haber bandas muy nuevas, muy jóvenes, pero que ya tienen un gran alcance por las redes sociales y eso nos ha permitido también a nosotros conocerlos y acercarlos al público y a la gente le gusta. Son opciones distintas, son bandas que la gente ya oye de manera digital y agradecen mucho tener la oportunidad de verlos físicamente sobre el escenario”.
Haciendo historia, Tecate Península dejó huella no sólo como encuentro sonoro, o por las múltiples experiencias, sino por posicionarse como una institución que alimentará y saciará la sed de los fronterizos que esperan diferentes apuestas musicales de talla internacional, a la que este año se sumó la productora local Bulldog Productions y Black Box, las cuales mantienen viva la llama del rock en la frontera.