Uno de los síntomas finales de la mala administración y el desvío de recursos en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa en Veracruz, antes que concluyera su mandato y que huyera del país, fue cuando dejó de pagar a las dependencias descentralizadas y autónomas, los recursos que se etiquetaron tanto en el presupuesto local, como en los dineros federales.
No había para pagarles porque los recursos se utilizaron en otras áreas, se desviaron, y el dinero no alcanzó, por ejemplo, para pagarle a la Universidad Veracruzana. La deuda con la Máxima Casa de Estudios de Veracruz, superó en algún momento los 2 mil millones de pesos.
Ahora se sabe, Duarte desvió el recurso del gobierno de Veracruz, para el pago de otras obras que terminaron beneficiando a los suyos, y para enriquecerse al lado de su familia.
En Baja California, a unos meses que concluya el gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, ya catalogado como “El Duarte de Baja California”, debido precisamente a sus deudas y documentados desvíos de recursos por la Auditoría Superior de la Federación, el dinero ya no alcanza. Recordará el Lector que hace un par de años, de la Universidad Autónoma de Baja California, confirmaron que la administración de Vega les adeuda más de 450 millones de pesos, ante lo cual el gobernador se comprometió, y hasta firmó convenio público, a pagarles en mensualidades, lo que -es evidente- debido a su mala gestión, había dejado de pagar a la Máxima Casa de Estudios.
Hace unos días, maestros paralizaron el ciclo escolar en el Estado, hartos de no recibir los pagos a los que tienen derecho por parte del gobierno estatal, donde Vega y Antonio Valladolid, en su calidad de secretario de Finanzas habían solicitado un crédito cercano a 2 mil millones de pesos para el pago de jubilaciones a maestros, y finalmente, por cambios en la Ley, lo utilizaron para otras cuestiones, manteniendo el adeudo con los maestros jubilados.
Total, después de los paros de maestros por falta de pago, entre reasignaciones presupuestarias y créditos, en el Gobierno del Estado lograron reunir 350 millones de pesos para pagar a los profesores y que éstos reactivaran el ciclo escolar. Por supuesto el problema no ha concluido, en los siguientes meses se verá de dónde, cómo y a cuál valor, encuentra recurso el gobernador para continuar con los pagos a los maestros.
En medio de una crisis no atendida en materia de seguridad, en la que por primera ocasión el Estado rebasa los 2 mil 700 ejecutados en lo que va del año, y también atravesando una crisis migratoria al no haber ni destinado recurso, ni materia, ni personal para atender a la anunciada caravana migrante de Centroamérica, al Ejecutivo estatal se le viene otra polémica: las deudas que tiene con el Instituto Estatal Electoral, con el Colegio de Bachilleres, con el Instituto de Transparencia, y el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado (Cecyte), entre otros organismos que a la fecha han manifestado en privado, la ausencia de recursos durante el mes de enero, por parte del Gobierno del Estado.
De parte de estas instituciones se ha pedido a la Secretaría de Finanzas que titula Bladimiro Hernández, que el importe mensual correspondiente a noviembre les sea cubierto. El recurso lo requieren para proseguir con los programas que cada una de las entidades tiene, y en el caso del Instituto Electoral, cumplir con la entrega de las prerrogativas a los partidos políticos.
La respuesta que han obtenido por parte del secretario de Planeación y Finanzas ha sido precisamente, que no hay dinero. Que los recursos se utilizaron para el pago a maestros. Que deben esperar, y administrar los dineros con los que cuenten, porque se tardarán días o quizás semanas en hacerles el depósitos de la ministración mensual que les deben.
La segunda quince de noviembre, tanto el IEE como el Colegio de Bachilleres del Estado (Cobach) Cecyte y el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública (ITAIP), debían cumplir con compromisos económicos ya pactados para su funcionamiento administrativo y operativo, pero al miércoles 14 de noviembre, ninguna entidad había recibido el dinero por parte del gobierno.
En la negociación por más recursos, que siempre les hacen falta especialmente a las dependencias educativas, el tema de la deuda se ha mantenido en secreto. No quieren inconformar al gobernador haciendo públicas sus deudas y denotando la falta de eficiencia administrativa que ha demostrado a lo largo del sexenio, en espera que de manera expedita les sean resueltas ya no sus demandas, sino lo que les corresponde para subsistir de acuerdo al Presupuesto de Egresos que la administración estatal no está respetando para hacer frente a otras crisis económicas que le aquejan.
Ha sido una bola de nieve la mala administración de Vega de Lamadrid, al dejar de pagar a unos para cumplir con otros, las deudas se vuelven incosteables para unas finanzas estatales que de suyo están minadas ante la falta de pericia, dedicación y compromiso por parte del gobernador.
En oficios se ha dado cuenta de las deudas que sostiene con esas entidades académicas, de transparencia y electoral, y en comunicaciones del secretario de Finanzas se ha dado fe que en el Gobierno del Estado no tienen el dinero que estaba comprometido para ello, porque lo utilizaron en otro tema.
La política financiera de Francisco Vega parece ser tapar un hoyo destapando muchos otros.
A poco menos de un año que concluya la actual administración, los titulares de las instituciones empiezan a hablar de la mala administración, y Vega acumula deudas que se suman al endeudamiento al que ha sometido al Estado. Lamentablemente, los diputados en el Congreso del Estado, no revisan las cuentas del mandatario, pero sí le aprueban los endeudamientos y las transferencias presupuestarias, contribuyendo al caos financiero en el que se encuentra Baja California.
Ahora sí que Francisco Vega está terminando el sexenio como lo hizo Javier Duarte en Veracruz, dejando de pagar a unos para utilizar el dinero en fines distintos.
