“Sin Origen”, una película de horror que dirige Rigoberto Castañeda y “Rebeldes de Altura”, que se ubica en el México de 1969, son los próximos estrenos de quien celebra 25 años de trayectoria actoral y como asesor de combate
De la mano de Rigoberto Castañeda, conocido por el éxito de “Kilometro 31”, el actor Daniel Martínez llegará pronto a las pantallas de cine con “Sin Origen”, trama de vampiros que se convirtió en el rodaje más difícil que ha enfrentado, tras su participación en “Chicogrande”, de Felipe Cazals, en la que su reto fue adentrarse en una historia de 1913 que implicó caballería y estar en el desierto de Durango.
“A ‘Sin Origen’ estuvimos trabajándola un año y se paró otro luego de tener al cast y entrenarlos. Filmamos cinco semanas (en Morelos) después del temblor (de septiembre de 2017), fueron semanas de rodar toda la noche, todos los días, y llegar el sábado en la madrugada a nuestras casas para descansar. Eso te trastorna un poquito y todavía nos faltaba una semana más en condiciones que también fueron bastantes extremas, por eso nos sentimos muy orgullosos de haberla hecho, aunque fue un proceso que no ameritaba tanto desgaste”, expuso a ZETA el histrión en su reciente visita a Tijuana.
“Es una película que viene de los pocos especialistas en el género, Rigoberto Castañeda. Yo hice su primer ejercicio en el CCC (Centro de Capacitación Cinematográfica) y ya era una película de horror, cuando me habló para ésta, me dijo que era otra película de horror porque para él no hay otro género. Fue una especie de encargo porque originalmente un productor de Los Ángeles (Arnold Rifkin) tenía este guion escrito por un norteamericano y lo compró en asociación con Leonardo Zimbrón, de Trasciende (Films), ellos trajeron a ‘Rigo’. De ahí viene esta idea, pero claro que ‘Rigo’, con su gran conocimiento del género, de la mitología de vampiros y todo eso, lo hizo más profundo y le dio más sabor”, complementó Martínez.
Actor en proyectos como “El Infierno”, “Paradas Continuas” y “El Estudiante”, quien tras estudiar en Los Ángeles y Ohio regresó a México en 1993, convencido de que podía encontrar un equilibrio entre su amor por la actuación y las artes marciales, sin anticipar que ello le daría una carrera paralela como instructor de combate escénico, también tuvo a su cargo las coreografías de peleas en el próximo filme de Castañeda.
Pero antes de ver el resultado que hizo en la película bajo sus dos facetas, debutará “Rebeldes de Altura”.
“En cines sale en octubre y parte del lanzamiento también será en Netflix, eso es interesante por cómo ha cambiado todo en muy poco tiempo, ahora las televisoras ya no operan como antes y las plataformas son lo de hoy, eso aplica en la ‘tele’ y el cine. En la película salen Silverio Palacios, Luis Arrieta y Edgar Vivar. Yo le hago de un gobernador al que someten porque la historia es un secuestro a un avión por parte de unos chicos ‘fresas’ en 1969, todo les sale mal, así que es una comedia”.
— Mencionaste un poco cómo cambió la distribución con la llegada de las plataformas, ¿podrías abundar más en ello?
“No tengo mayor opinión que la aceptación a lo que está pasando, porque ya es una realidad, incluso veo mucho cine en Netflix, no soy una persona que se queda atrapada en el pasado, también consumo iTunes y todo eso, porque es una realidad a la que no se le puede luchar. Sólo hay que ver cómo va a ir mutando porque también es interesante que la ‘tele’ y el cine, a través de estas plataformas, se estén compaginando de una manera que antes no lo hacían. Antes había TV Movies, pero no alguien como Netflix que pudiera patrocinar una serie o una película”, resaltó.
Creyente de que el cine es un espacio plural que debe tener todo tipo de películas, lo que sí reclama Daniel Martínez, es que se le declare la guerra al cine mexicano sólo por ser mexicano, aunque reconoce que la respuesta del público radica en muchas ocasiones en la repetición de las historias.
“Lo que no me encanta del cine mexicano ahorita son los nichos en los que está cayendo. Por ejemplo, mis jefes de Trasciende hacen mucho estas películas de comedia con los mismos actores de siempre: Jaime Camil, Omar Chaparro, que está muy bien que las hagan, pero creo que no hay que repetir la misma fórmula sólo porque te dio un atisbo de éxito. El cine tiene que ser plural y para eso no sólo tiene que hablar de una temática, sino de un ejercicio de calidad”.
— ¿Qué tipo de historias esperas partiendo de eso?
“Yo lo que espero es que se haga buen cine, no estoy diciendo que se haga mal cine, hay realizadores increíbles, ‘chavos’ con mucho potencial y que lo están explotando en todas las ramas, pero también necesitamos producir películas con más calidad y mejores historias para que el público se involucre”.
— ¿Entonces señalas una crisis de guiones?
“No creo que tengamos una crisis de guionistas, ni soy un gran conocedor del tema, pero siento que la mayoría de los productores están tratando de irse por lo seguro porque ésta, al ser una industria, también es un negocio. Ellos quieren recuperar su dinero, y se entiende, porque es un chorro de dinero”, finalizó el actor.