El promotor argentino Christian BragarniK, quien negoció la contratación de Diego Armando Maradona como director técnico del club sinaloense los Dorados de Culiacán, fue el presidente del Club Querétaro de la primera división cuando dicho equipo fue desafiliado de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) en 2004, por sus vínculos con el narcotráfico, según recordó este martes el diario Reforma.
Bragarnik también es asesor y abogado deportivo del grupo de casinos Caliente, de la familia Hank, que además controlan al equipo de Xolos de Tijuana y al propio Dorados. Sin embargo, cuando estuvo como directivo de los Gallos Blancos, sus jefes eran Paul Solórzano Lozano y Jorge Mario Ríos Laverde, alias “El Negro”, dos colombianos buscados por la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés),
Según el rotativo, los dueños del club queretano estaban asociados con el capo sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, preso en la actualidad en Estados Unidos. Bragarnik era socio, también, de Tirso Martínez Sánchez, “El Futbolista”, un presunto traficante de drogas y lavador de dinero buscado por las autoridades de justicia estadounidense, cuyo gobierno ofrecía hasta cinco millones de dólares por información que llevara a su captura.
“El Futbolista” fue detenido en León, Guanajuato, en febrero del 2014, según lo informó en aquel entonces la Comisión Nacional de Seguridad (CNS). Contaba con una orden de aprehensión girada por un juez de Distrito de Estados Unidos, por su presunta responsabilidad en delitos contra la salud.
Martínez Sánchez era empleado de Ignacio Coronel Villarreal, alias “Nacho Coronel”, pero continuó traficando por su cuenta a la muerte de dicho capo, uno de los jefes máximos del Cártel de Sinaloa, quien falleció el 29 de julio de 2010, en Zapopan, Jalisco, durante un enfrentamiento con el Ejército Mexicano.
Además, “El Futbolista” trabajó para el Cártel de Juárez cuando este formaba parte de la llamada “Federación”, en la que también participaban “El Chapo” y los Beltrán Leyva. También se le señaló como importador, transportista y distribuidor de droga que estuvo al servicio de los extintos capos, Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos” -con quien tenía una relación de compadrazgo-, y de Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas” o “El Jefe de Jefes”.
“A mí me contrató una sociedad anónima. Después me enteré que la mayoría de los accionistas se dedicaban al narcotráfico. Fui a las reuniones de la Federación, vendí y compré jugadores. Yo no era un investigador privado para evaluar las situaciones particulares”, justificó Bragarnik en una entrevista realizada hace dos años al diario La Nación, de Argentina.
Según el portal argentino Infobae, además de Maradona, el promotor maneja a 15 técnicos y más de 100 jugadores. “Un todo terreno que ayudó a destrabar en su momento la llegada de Jorge Sampaoli a la Selección y que maneja a Jorge Almirón, el técnico que el presidente Mauricio Macri quiere para la nueva etapa”, dice una nota fechada el 19 de agosto de este año.
“[…] viajó junto a Arsenal a Guadalajara para un partido de Copa Sudamericana en 2007 y allí se relacionó con Jorge Hank hijo, primogénito del hombre que maneja el Grupo Caliente en México, que tenía el club Xolos de Tijuana y era dueño de hipódromos, bingos, casinos y financista del hegemónico Partido Revolucionario Institucional de México”, indicó Infobae.
“Se convirtió, entonces, en asesor futbolístico de ese imperio, con un detalle: el Grupo Caliente estaba investigado en Estados Unidos por ser presuntamente el vínculo de los narcos para lavar dinero de la droga y Hank padre terminó preso después de que le encontraran 88 armas de guerra en su casa, aunque salió indemne tras 15 días en la cárcel”, abundó el medio argentino.
“Por su oficina pasan cientos de jugadores que quieren firmar con él, técnicos de renombre a los que representa y buscadores de talento a los que tiene como monotributistas y después divide dividendos si el futbolista triunfa. Por eso su empresa, Score Fútbol S.A. que está registrada desde 2011 y cuenta con dos socios, Gustavo Papagna y Marcelo Valeri, apenas cuenta con tres empleados”, señaló el portal sudamericano.
“Una estructura muy pequeña para alguien que mueve millones de dólares cada año y que tiene en el bajo perfil a un aliado imprescindible para alcanzar el mote que hoy ostenta: el nuevo dueño del fútbol argentino”, aseguró Infobae en un reportaje firmado por el periodista Gustavo Grabia.
Ayer por la tarde, y ante unos 5 mil aficionados, Maradona entrenó por primera vez al equipo de Dorados de Sinaloa en el estadio Banorte. Antes, durante su presentación con el club sinaloense, el argentino descartó que su llegada se trate de “un paseo o viaje vacacional”.
“Tuve muchos traspiés en mi vida y hoy asumo esta responsabilidad como quien tiene un hijo en sus brazos […] Podrán decir un montón de cosas desde que yo dejé la enfermedad hace 15 años. Por ahí decían ‘el dopaje, el dopaje’. Yo me estaba consumiendo. Quiero explicarles que cuando yo tomaba era un paso para atrás. Y lo que tiene que hacer el jugador de futbol es ir para adelante”, dijo Maradona al hablar sobre sus adicciones.