Hagamos un reconocimiento de plusvalía al donador sanguíneo, al presentar una constancia de donador de sangre para ingresar a prepa y/o universidad, como al aplicar para un empleo.
Primero, que el solicitante se sabe sano y lo más importante se sabe complacido(a) por sus sentimientos de solidaridad y humanismo.
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Segundo, que el empleador (escolar o laboral) sabrá que cuenta con alguien internamente sano.
Tercero, las instituciones que emitan el certificado de donador (IMSS/SSA/ISSSTE), saben que ganaron al contar con suficientes cantidades de sangre para los eventos que lo ameriten.
La aportación sanguínea debe obligatoriamente ser voluntaria. Se respetan creencias religiosas y estados físicos que impidan la donación. No impedirá que ingreses a la educación ni a laborar. Pensemos positivo.
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Propongo que la aportación sanguínea se haga dividiendo el abecedario del apellido paterno del donante entre los 12 meses del año. Así, por ejemplo, en enero les tocaría donar a los de apellido que inicien con las letras a-b-c, en febrero los d-e-f, etc. Asimismo habría sangre cada mes, independientemente de aportaciones voluntarias sin fecha.
Tenemos idea de cuántos niños y adultos hay con leucemia o hemofilia. Cuántas cirugías de urgencia y programadas habrán de usar sangre y/o sus componentes. Todos necesitamos sangre en algún momento de nuestra existencia que igual es para nosotros, como para un familiar o conocido.
Aportación de sangre voluntaria y altruista.
Plusvalía: El IMSS ingresó siete millones de estudiantes a los beneficios de la Seguridad Social. ¿Cuántos de ellos están realmente sanos? Deseamos que todos, pero la realidad es que esto no puede ser posible.
¿Cómo pueden constatar su salud? Fácil, a través de una constancia emitida por un banco de sangre que los declara libres de hepatitis, sida (HIV negativo), sífilis y las alteraciones propias de la sangre.
También sería útil solicitar que los bancos de sangre incluyan la búsqueda de otro virus igual de peligroso, como es el VPH (siglas de Virus del Papiloma Humano).
Sabemos que en preparatoria y universidad están en la edad de despertar a la sexualidad y habrá encuentros de ese tipo entre la juventud. Qué mejor que ellos demuestren estar libres de alteraciones transmisibles de graves consecuencias que se pueden evitar o tratar.
Esto es realmente preventivo. Eso también es plusvalía.
Saberse sanos, sentirse sanos y donar sangre es compartir su salud en forma altruista. Eso es plusvalía.
Si todo eso lo aplicamos a las personas que buscan empleo, pues terminamos en un círculo de ganar-ganar. Piensa en el alcance trascendental de este movimiento preventivo y altruista.
Si te gusta la idea, comparte. Tienes algo positivo que aportar, hazlo.
Dr. Teodoro Orantes Martínez
Correo: tmacondo@yahoo.com
