En un lapso de 13 horas, entre las 11 de la mañana y las 12 de la noche del lunes 3 de septiembre, en Jalisco fueron asesinados seis elementos de las Policías de Guadalajara y Zapopan, en un hecho que motivó a las autoridades estatales y municipales a implementar fuerzas de reacción inmediata mixtas, apoyadas por el Ejército y la Policía Federal.
En la primera de las agresiones, un comando de sicarios que circulaba a bordo de por lo menos tres vehículos, sorprendió a las afueras de su casa al comandante Eduardo Plazola García, comisario de Agrupamientos de la Policía Tapatía y sus tres escoltas, entre ellos una mujer de 24 años. Los hechos ocurrieron en la colonia Loma Dorada, en el conurbado municipio de Tonalá.
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Sorprendidos por el ataque, uno de los uniformados apenas pudo efectuar unos disparos, pero la cantidad de balas lanzadas por los criminales cegaron cualquier intento de defensa. En el lugar de los hechos quedaron decenas de casquillos percutidos de diversos calibres. En su huida, los asesinos dejaron abandonada una camioneta Jeep Patriot de color gris.
Esa misma noche, cerca de la 12:00 a.m., en la colonia El Mante, dos policías municipales de Zapopan que interceptaron un vehículo sospechoso para revisarlo, fueron acribillados. Los oficiales fallecidos, Juan José Cortés y José de Jesús López, que tenían dos y 17 años respectivamente en la corporación.
Luego de cometidos los crímenes contra policías, autoridades estatales, emanadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y los alcaldes de Guadalajara y Zapopan, pertenecientes a Movimiento Ciudadano (MC), lanzaron enérgicos pronunciamientos de que estos homicidios no quedarían impunes.
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En el caso de Zapopan se anunció la detención de siete personas involucradas en una banda de ladrones de vehículos con violencia, algunas de las cuales participaron en los asesinatos de dos gendarmes. En tanto que de los policías de Guadalajara no se cuenta con ningún detenido, pero el gobernador Aristóteles Sandoval anunció que ya se tenía identificados a los asesinos a través de imágenes captadas por el C5.
Tras las agresiones a los guardianes del orden, autoridades municipales y estatales anunciaron que a partir del miércoles 5 de septiembre, habrá volantas integradas por diversos cuerpos policiales para reforzar el patrullaje en las calles de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Los operativos serán conocidos como Frim (Fuerzas de Reacción Inmediata Mixtas), en una coordinación entre autoridades de los tres niveles de gobierno.
En la misma fecha se rindieron homenajes póstumos a los elementos caídos de ambos municipios. En la ceremonia luctuosa de Zapopan, el alcalde Pablo Lemus Navarro pidió un castigo ejemplar en contra de los criminales. “En cualquier país del mundo, quien mata a un policía o es pena de muerte, o es cadena perpetua, lo mismo pedimos. Que este delincuente no vuelvo a salir a las calles”.
Por su parte, en el acto de cuerpo presente de los cuatro policías de la capital de Jalisco, y en presencia de los deudos, autoridades municipales y estatales se comprometieron a apoyar las investigaciones para esclarecer el multihomicidio, eliminando toda impunidad que pueda suscitarse. El alcalde tapatío, Enrique Ibarra Pedroza, expresó: “en todo momento estaremos colaborando con la Fiscalía del Estado para exigir justicia y para encontrar y juzgar a los cobardes asesinos”.
El gobernador jalisciense, Aristóteles Sandoval, confirmó el inicio de los operativos de seguridad y dijo que tienen como objetivo reducir la violencia mediante el aseguramiento de armas de fuego. El anuncio fue respaldado por el segundo visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), César Orozco Sánchez, quien solicitó que se respeten las garantías individuales en todo momento.
