17.9 C
Tijuana
jueves, octubre 3, 2024
Publicidad

“El Día de la Unión”, drama que realza la solidaridad mexicana

Escrita, producida, dirigida y actuada por Kuno Becker, la película inspirada en el terremoto ocurrido en Ciudad de México en 1985, se estrenó en pantallas nacionales ayer jueves 13 de septiembre y llegará a Estados Unidos la próxima semana

Hace diez años, el actor Kuno Becker empezó a trabajar en una historia que recordara a la gente cómo el terremoto ocurrido en Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, despertó la solidaridad del pueblo mexicano, pues creía que esa hermandad se evocaba sólo en la conmemoración anual de los hechos, en lugar de mantenerse vigente.

Escrita, producida, dirigira y actuada por él, la película que finalmente se rodó a principios de 2016, se estrenaría en septiembre de 2017, pero al repetirse la historia con otro terremoto, pospuso su debut y cambió el final, siendo hasta ayer jueves 13 de septiembre, que llegó a cines como “El Día de la Unión”.

“Me pareció una historia que realmente tenía que estar plasmada en una película, porque a partir de los acontecimientos ocurridos en 1985 vimos la capacidad de la gente como sociedad, y de lo que era realmente la parte humana haciendo de lado las diferencias de cualquier índole. Lo que se logró a partir de una tragedia realmente es algo para sentirse orgullosos”, declaró a ZETA Armando Hernández, intérprete de “Javier” en la trama.

“Él es un testigo inminente, una identificación de la sociedad misma, como una de las tantas historias que se han escuchado. Javier es un ingeniero civil que por circunstancias de la vida y el país mismo, no puede ejercer su profesión, entonces trabaja como taxista. Al momento de dejar a una pasajera en el Hotel Regis ocurre este hecho y se ve envuelto en la situación que le cambia la vida, sobrevive, pero de alguna manera tiene que salir adelante y hacer labores de rescate, porque la vida misma lo puso en esa situación”, expuso.

Al confrontar la realidad de ese instante, será él quien reúna fuerzas para ayudar a Max (Kuno Becker) en la búsqueda de su hijo, quien quedó atrapado entre los escombros de un edificio. De esa forma se suman otras miradas que según Hernández, harán que el espectador se sienta identificado, remueva sus sentimientos y termine por sentir orgullo de esa parte de la sociedad mexicana.

“Es lo que siempre quisimos retratar en esta película, el lado positivo, realmente más allá de la tragedia o lo triste, para sentirnos orgullos de poder contar esta historia con la frente en alto. México es tachado o descrito como un lugar de violencia, de corrupción, pero creo que estas historias enaltecen lo que somos, lo mejor de nosotros que se ha sacado en estos momentos, en el 85 y en 2017”.

¿Cómo lograron mostrar con respeto el lado esperanzador sin restarle peso a la tragedia?

“De alguna manera eso definía el guion, si bien se utiliza el hecho del terremoto como tal, también estaba mostrar el lado humano de los personajes y su resiliencia, por decirlo así. Kuno tenía muy claras las dos situaciones y el respeto de tratarlas como algo que a la distancia parecía olvidado, porque antes de que ocurriera lo de 2017, esa era la premisa de la película, recordarle a la gente lo que había acontecido y hacia dónde había ido la sociedad con ese hecho.

El actor Armando Hernández

“Por otro lado, mostrar esa valentía, el lado humano y positivismo de estar inmerso en una situación y sacar la casta para seguir adelante”.

¿De qué forma construiste tu personaje?

“Realmente yo no tenía recuerdo alguno del terremoto del 85 porque tenía tres años cuando ocurrió. Kuno me dio la oportunidad de tener acceso a videos inéditos en los cuales había labores de rescate, registros de lo que había sido el terremoto y eso de alguna forma me ayudaba, también hice una lectura de mi personaje a través de la ingeniería, aunque realmente su desarrollo no se centra en eso, estudié algo de estructuras para saber cómo es un edificio y cuáles son sus partes más  seguras en un terremoto, cosas que me ayudaban para tener más credibilidad de lo que estábamos contando. Kuno también tuvo acercamiento con una constructora muy importante del país, que en ese momento estaba desarrollando una obra muy grande en Ciudad de México, y ahí tuve un acercamiento con los ingenieros de esa construcción y bajé a un túnel de más de cien metros de profundidad para saber  más del tema”.

Pero aun así debió existir algún reto, ¿no?

“Fueron muchos, la verdad era una complejidad porque algunos espacios no eran nada cómodos, creo que en ningún momento estuvimos cómodos. El vestuario mismo de la época, los sets enormes, el polvo, estar todos los días lleno de polvo, sucio, bajo los rayos del sol durante muchas semanas, se volvió por momentos muy agotador y de pronto hacía que yo lo sintiera como una realidad que me impactaba mucho. Mantener al personaje en esas circunstancias durante doce semanas no fue nada fácil, tampoco trabajar con pantallas verdes, aunque era la segunda vez que lo hacía, usar estos aditamentos es imaginárselo todo y trabajar mucho esa parte actoral. Otro reto fue lo físico, estar subiendo, bajando, escalando, subiendo cuerdas, bajando cuerdas; muchas cosas que ya pueden ver en la película”.

¿Te fue difícil no involucrarte más allá de la actuación?

“Después de haber visto todos los videos e imágenes, entrevistas, audios de testigos, de sobrevivientes, sí fue impactante llegar a estos grandes sets que tuvieron una gran certeza en la construcción y le dieron una realidad a la película que para mí era una herramienta porque sí provocaban impacto. Parecía que no era ficción, que era realidad, construyeron cuatro cuadras del Centro Histórico de la Ciudad de México, entre polvo y destrucción. Kuno todos los días del rodaje, antes de arrancar, nos pedía que guardáramos un minuto de silencio en honor a las víctimas y los héroes del 85, entonces entrabamos en una sintonía y de repente estar en estas calles, en estos sets, me hacían olvidarme de mi realidad y me adentraba a la historia y el personaje; claro que me conmovían, más por los conocimientos que tenía y fue un doble impacto por lo que pasó el año pasado. Una vez más la realidad supera la ficción”.

“El Día de la Unión” se estrena en cines de Estados Unidos el 21 de septiembre y ya está en salas de México como una invitación a que la gente reflexione en cómo juntos podemos hacer una diferencia en muchos aspectos de la sociedad, puntualizó su protagonista.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas