Imponente bahía de Matanchén,
rincón de ilusiones y esperanzas,
tu cielo azul se confunde en el océano
cual pensamiento perdido en añoranzas.
El verde esmeralda de tu selva
nos invita a revisar tu historia,
esos barcos desplegando velas
siguen vivos en San Blas y su memoria.
Recorrer sus túneles en lanchas,
la mítica Tovara y sus manglares
para llegar al nacimiento de La Aguada,
territorio de hermosos jaguares.
Saborear nieve de yaca regional,
el exquisito pan de Juan Bananas;
disfrutar su comida en el conchal
y de postre, ricas empanadas.
El histórico muelle de San Blas
sigue albergando música y conquista,
ayer fueron mercaderes españoles,
hoy lo visitan miles de turistas.
Tranquilas playas te rodean,
cálida y tranquila bahía de Matanchén,
¡que tu mangle salvaje siempre sea
refugio natural del gran jején!
Eduardo Enrique Parra R.
Verano del 2018