A sus 39 años, el racquetbolista Álvaro Beltrán está consciente de que el tiempo no pasa en vano, por eso disfruta cada uno de sus juegos y, aunque no sabe cuándo colgará la raqueta, tiene claro que cuando llegue el momento, se mantendrá cerca de su pasión
A lo largo de los años, el Racquetbol se ha caracterizado por ser una disciplina con gran éxito en Baja California.
En diversas competencias, tanto nacionales como internacionales, los racquetbolistas bajacalifornianos han subido al pódium cosechando medallas. Basta mencionar nombres como el de Álvaro Beltrán, quien actualmente es una de las figuras no solo de México, sino a nivel mundial, con más de veinte años de carrera en el mundo de las raquetas.
Prueba de ello es que hace apenas unas semanas, obtuvo dos medallas de oro dentro de los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se disputaron en Barranquilla, Colombia.
Álvaro, quien estuvo presente en sus quintos juegos regionales, subió a lo máximo del pódium en la categoría dobles y por equipos.
“Estoy muy contento porque pudimos refrendar esas medallas de hace cuatro años. Han sido unas medallas muy especiales, aunque son la décima y onceava de oro, son las más especiales por la encomienda que tenía, debido a mis problemas personales. Por esa razón, son de las que estoy más orgulloso”, comentó Álvaro Beltrán en entrevista con ZETA.
Y es que el veterano racquetbolista estuvo a punto de no acudir a la justa por la enfermedad de su madre, quien lamentablemente falleció cuando él se encontraba jugando en tierras cafetaleras.
“La verdad fueron unos Juegos en los que no pensaba participar por la situación tan delicada de cáncer que tenía mi madre, pero ella fue la que me animó y me obligó prácticamente a cumplir con el compromiso y traerle esas dos medallas a ella”.
— A diferencia de otras ediciones de Juegos Centroamericanos y del Caribe, ¿cómo fue la competencia en Barranquilla?
“Siempre es complicado porque todos los jugadores van con todas las ganas del mundo y la misma ilusión de ganar la medalla. Muchas veces este deporte no se basa en lo físico porque, aunque se ve, tiene que ver también en quien más quiere y desea ganar, tiene que ver mucho el aspecto mental. Realmente fue un reto muy grande para mí estar concentrado sabiendo lo de mi mamá, pero tenía esa encomienda y tenía que lograrlo”.
A sus 39 años de edad, Álvaro sigue jugando con gran nivel, aunque está consciente de que el tiempo no pasa en vano, por eso disfruta cada uno de sus juegos y, si bien no sabe cuándo colgará la raqueta, tiene claro que cuando llegue el momento se mantendrá cerca de su pasión.
“Ni yo sé cómo le hago, hasta me sorprendo de cómo hemos logrado mantenernos. Hace cuatro años en Veracruz jugué los singles, dobles y por equipos. Me preguntaron si ya me retiraba después de ganarlo todo, la verdad nunca me imaginé estar en Barranquilla a mis 39 años y ahora que gané, pues me motiva a soñar en jugar en otros Juegos Centroamericanos que serán en Panamá en 2022. Esto es mi pasión y es lo que más me gusta a hacer en esta vida, así que mientras lo disfrute y siga ganando, me gustaría seguir”, aseguró.
De consumar tal objetivo, Beltrán sumaría seis ediciones de Centroamericanos, lo cual lo convertiría en el máximo deportista mexicano en conquistar tal hazaña.
Álvaro aún recuerda el momento en que debutó a los 16 años como parte de la selección mexicana y desde entonces no ha cedido su puesto.
“Fui el único racquetbolista que participó en la selección sin tener un proceso juvenil, directamente debuté con el equipo mayor. En algún momento fui el más joven del equipo y ahora soy el más viejo, aún no me adapto a ese cambio”, dijo entre risas.
“Jamás imaginé hasta dónde llegaría cuando empecé en 1998 en Maracaibo, jugando mis primeros Juegos, para mí ya era un sueño hecho realidad. Hoy, después de todo lo que he logrado, me siento muy orgulloso”.
— ¿Cómo te visualizas al momento de retirarte? Tal vez como entrenador, en otra área del deporte…
“Siempre voy a ser parte de esto y estaré involucrado de alguna forma. En este momento solo pienso en seguir jugando, pero he estado trabajando con algunos jóvenes como ‘El Patata’ (Sebastián Fernández) siendo mi sparring y nos hemos ayudado los dos para tener a alguien de buen nivel compitiendo, así que esto es muy bueno para los dos. Pero sí pienso seguir dentro del Racquetbol de alguna manera u otra”.
— ¿Cómo se dio tu acercamiento con el Racquetbol?
“Todo fue muy chistoso. Mi papá empezó a jugar cuando recién se casó con mi mamá y, como la mayoría, pronto se hizo adicto a este deporte. Todos los días al salir de trabajar se iba a jugar y regresaba en la noche hasta que mi madre ya no lo dejó ir solo y me empezaron a llevar a mí, así que desde los 2-3 años ya andaba en las canchas. Después lo empecé a combinar con otros deportes como Futbol y Karate, pero lo que me llamó más la atención de este deporte fue que era uno contra uno. Desde pequeño nunca me gustó perder, no me gustaba jugar ningún deporte en equipo y por eso opté por este deporte, que es individual”.
Luego que la delegación prácticamente arrasó en Colombia, Beltrán reconoció el buen nivel del Racquetbol en México, “lo que vemos en la actualidad es un nivel muy bueno, después de que me retire se quedará en muy buenas manos el Racquetbol, ya que vienen chavos que les veo la misma pasión por el juego y las mismas ganas. Varios muy talentosos y coordinados físicamente”.
Y exhortó:
“En Baja California debemos trabajar un poco más, porque en los últimos diez años he sido el único representante en la selección. Apenas están empezando a salir una nueva generación de jóvenes que viene con una buena escuela, por lo que se comienza a ver un buen futuro”.
Por ahora, seguirá participando en torneos anuales como Campeonatos Mundiales hasta llegar a Juegos Panamericanos de 2019 y después, dependiendo como responda su cuerpo, tratará de llegar a sus sextos Juegos Centroamericanos y del Caribe en 2022.
“Estoy muy satisfecho, pero aún quiero más. Con los años vas aprendiendo a escuchar a tu cuerpo y mente, así que me siento muy bien físicamente, todavía no quiero soltar esto y me siento con la necesidad de lograr más cosas. Aún tengo esa hambre de obtener buenos resultados, creo que cuando pierda eso, será el momento de retirarme”, finalizó el raquetbolista sin dejar de agradecer a toda su familia, especialmente a su madre por todo el apoyo que le brindó a lo largo de su existencia.