Fuiste un rayo de luz en mi existencia,
desplegando con fuerza tu tesón;
iluminaste todo con tu esencia,
porque siempre lo hiciste con pasión.
En la vida fuiste un torbellino,
le arrebataste al tiempo, duración;
caminaste con prisa tu camino,
sin importar ninguna situación.
Dejaste en el tintero muchas cosas,
de sueños e ilusiones a forjar,
¡qué cruel es esta vida caprichosa,
cuando truncas el camino al empezar!
Hasta siempre, hermano.
Shurave temai,
Eduardo Enrique Parra Romero
Correo: jomian1958@hotmail.com
Tijuana, B.C.