Tully.- Esta comedia pretende desmitificar las bondades de la maternidad y lo logra honestamente, en gran medida gracias al trabajo de Charlize Theron, quien interpreta a Marlo, una mujer que en la cuarta década de su vida está a punto de dar a luz a su tercer hijo y está mucho menos fascinada con la idea de lo que parece.
Cuando nace el bebé, y no la deja dormir ni a ella ni a su esposo (Ron Livingston) su hermano (Mark Duplass) le ofrece contratarle una nana nocturna, es decir, una chica veinteañera que por las noches cuidará al recién nacido para que la familia pueda descansar.
Al principio Marlo piensa en la oferta, pero tarda poco en aceptar y así es como aparece Tully (Mackenzie Davis) en escena, no solo lista para ahorrarles a los padres tantas desveladas, sino también para moldear la ya agobiada perspectiva de la mamá que anhela su época de juventud, cuando iba de fiesta en fiesta, antes de comprometerse con los hijos en sus años treinta, donde su vida –al menos eso cree- se desmoronó.
Pero Tully también tiene sus desesperanzas, y en ese encuentro fortuito los personajes forjan una amistad capaz de llevar la película de Jason Reitman a un nivel de encanto genuino, donde todo finalmente encaja como debe ser.
No estamos ante la película del año ni mucho menos, pero sí se tienen aquí suficientes personajes bien planteados y una trama interesante, tratada sin forzar el humor, para hacer de “Tully” una propuesta sólida entre los filmes de acción, aventura y fantasía que están por saturar la cartelera. *** y media.
Punto final.- ¿Listos para “Deadpool 2”? Vaya…