Al estar arreglando su closet, un veracruzano encuentra de pura casualidad un recibo de la compostura de unos zapatos que mandó arreglar hace ocho años y que no recogió.
“Híjole, ¿todavía existirán?”, se pregunta.
Al siguiente día va que vuela con el zapatero, le pasa el recibo y, también jarocho, el zapatero le dice:
“Vaya, cuñao, esto es viejo, pero déjame ver si están”.
El zapatero se mete a la bodega y pasan media hora… una hora… dos horas… Más tarde sale todo sudado y mugriento, solo para decirle al jarocho:
“Tienes una suerte de poca, primo, sí los encontré, pero están pa’l jueves”.
Autor: Un jalapeño.
Un par de borrachales
Va una gorda, de esas gordas que enjabonan la pared y se tallan en ella. Iba por un parque, y un borracho exclama:
“¡Adiós, mi tanquecito!”.
La gorda voltea y grita:
“¡Cállate borracho, poca ropa, feo, mantenido de la banda, bruuuto, suuucio, desgraciaaado, pedazo de zonzo! ¡Baboso!”.
Y el borrachito contesta:
“Ah caray, ¡ese tanque es de guerra!”.
***
Va un borracho en moto y choca con una señal de tránsito. Llega el policía y le pregunta:
— Señor, ¿no vio la flecha?
“Ni siquiera noté al indio que me la tiró”.
Autor: Un sobrio… seguramente.
En tres escenas
Primera escena: Una piña va a una discoteca sin pagar.
Segunda escena: Una piña va a una fiesta; no paga.
Tercera escena: La misma piña va a un circo, y no paga.
¿Cómo se llama la obra?
Piña colada.
Autor: Un dramaturgo en ciernes.
El deseo
Una pareja de casados, ambos de 60 años de edad, celebraban su aniversario de boda. Durante la fiesta apareció un hada para felicitarlos y concederles un deseo a cada uno. La mujer pidió un viaje alrededor del mundo. El hada agitó su varita mágica y en la mano de la esposa aparecieron billetes para un crucero de lujo. Después el hada preguntó al marido qué quería.
“Quisiera tener una mujer que fuera 30 años más joven que yo”.
El hada agitó su varita y el hombre quedó convertido en un vejestorio de 90 años.
Autor: Hada sin varita.
Lección
Un profesor imparte su clase de química y pregunta:
— Si introduzco este reloj en esta sustancia, ¿creen ustedes que se disolvería?
“No”, contestó un alumno.
— ¡Muy bien! ¿Por qué?
“Porque si se disolviera, ¡usted no lo metería!”.
Autor: Profe de química frustrado.
Reflexión
Cómo quieren que me porte bien si de niño veía que:
Tarzán andaba desnudo; la Cenicienta llegaba a media noche; Pinocho mentía; Batman manejaba a 320 kilómetros por hora; la Bella Durmiente dormía todo el día: Candy Candy tenía dos novios; Don Gato tenía una pandilla; Popeye usaba hierba; Blanca Nieves vivía con siete hombres y todos vivieron felices para siempre.
Autor: Un cuentacuentos.
Promesa terrorífica
— Quiero estar contigo toda mi vida.
“Mira, ¡a mí no me estés amenazando!”.
Autor: Ex novio.
Heroico pizzero
En Kentucky, Estados Unidos, un repartidor de pizzas se convirtió en héroe. Y todo porque cuando Ralph Letner, empleado de Donatos Pizza, iba a entregar un pedido en un parque de casas rodantes, encontró una casa envuelta en llamas.
En vez de correr y pedir auxilio, el joven decidió ¡EN ZERIO! hacerla de bombero, por lo que entró intempestivamente a la vivienda, cortó la luz y encontró a Jesse Decker, dueño de la propiedad, tratando de contener el fuego.
Al ver la escena, Letner se arrodilló, agobiado por el humo, encontró la cocina, ubicó al señor y logró empujarlo por la puerta trasera. Decker dice que ahora el pizzero es su héroe. Y Letner dice que ni siquiera debió haber estado trabajando a esa hora, pero como había tanta gente en el restorán, decidió quedarse a echarles la mano.