Los días 10 y 11 de marzo, ante integrantes del Congreso de Estados Unidos, el presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, asumió la responsabilidad de la filtración de datos hecha por la consultora política Cambridge Analytica, lo cual consideró como un error.
Pese a que aceptó que uno de sus mayores remordimientos radica en que la compañía que dirige fue lenta para identificar la posible injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016; su exposición no pudo convencer a la mayoría de los legisladores durante sus largas horas de comparecencia, en las que según expertos, recibió pocos cuestionamientos profundos y críticos.
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El miércoles 11 de abril, frente a integrantes de la Comisión de Judicatura y Comercio del Senado, el CEO de 33 años de edad reveló que sus datos personales están entre los 87 millones de usuarios cuya información fue extraída por Cambridge Analytica. Cifra superior a la reconocida al inicio del escándalo, hace un mes.
En ese sentido, negó que los usuarios carezcan de control sobre su información, y añadió que las víctimas de la filtración de Cambridge Analytica serán informadas en la propia red social.
Un día antes, en la comparecencia ante los miembros de las comisiones de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, el líder tecnológico señaló que Facebook buscará garantizar que las elecciones alrededor del mundo sean libres, particularmente en países como México, India, Brasil y Hungría, dando voz a los usuarios con el fin de fortalecer la democracia.
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Asimismo, prometió que a finales de 2018, 20 mil personas estarán trabajando en la seguridad y revisión de contenidos de la red social más grande del mundo, con más de 2 mil millones de usuarios.
Zuckerberg eludió comprometerse en apoyar una legislación semejante a las leyes de privacidad europeas, y aseguró que el plan de negocios de Facebook podría cambiar para contar con una versión pagada por usuarios, que prescindiría de ingresos publicitaria, sin dejar de tener la versión gratuita.
La comparecencia de Zuckerberg hizo que las acciones de Facebook aumentaran 4.52 por ciento en Wall Street el martes 10, revirtiendo la tendencia a la baja registrada durante el escándalo, en la que las acciones de la compañía tecnológica se habían depreciado alrededor de 17%.
