El tema de las jubilaciones y las pensiones puede tener muchos ángulos, pero para efectos de la presente columna, lo abordaremos desde dos aspectos, siendo el primero el que corresponde a la forma en como se integra y el segundo, en cuanto a su futuro.
Empezaremos por el concepto. De acuerdo a la ley, en México se tiene derecho a la pensión como una prestación económica que se recibirá si se cumplen determinados requisitos, como consecuencia de haber realizado aportaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social (más conocido por sus siglas, IMSS), o a las instituciones que brindan asistencia de salud a los trabajadores gubernamentales.
A partir de que se tenga derecho a recibirla y se gestione, la pensión se entregará periodicamente al beneficiario de la misma en proporción al promedio del sueldo registrado en los cinco años previos al trámite de esa prestación que se disfruta en la etapa de la vida conocida como el retiro.
La pensión se entrega al derechohabiente o a sus beneficiarios en la modalidad correspondiente, pudiendo ser por incapacidad, invalidez, edad avanzada, vejez, orfandad y viudez.
Desgraciadamente, en nuestro país crecemos como una especie de analfabetas en planeación del retiro, puesto que ni siquiera los padres de familia orientan a sus hijos sobre ello ni los maestros educan a los alumnos al respecto, por lo que millones llegan al momento en que no pueden seguir trabajando desamparados, puesto que no cuentan con un plan de sostenimiento económico ni un esquema de protección de su salud.
En cuanto a las jubilaciones, la jurisprudencia establece que emanan de un acuerdo entre el patrón y el empleado, lo que puede derivarse principalmente de un contrato colectivo de trabajo.
Lo más importante es no confundir pensión con jubilación.
Por otra parte, está el delicado tema del futuro que espera a los fondos económicos que respaldarán en México las jubilaciones y las pensiones.
Prácticamente no hay medio de comunicación que dé buenas noticias respecto al futuro de jubilados y pensionados en México.
Las cifras, datos, cálculos, fuentes, estimaciones, proyecciones y referencias presentan un triste futuro.
Mientras tanto, día con día, los trabajadores contribuyen centavo a centavo para construir lo que consideran les permitirá tener lo que coloquialmente se conoce como “un retiro digno”, de lo cual depende su futura subsistencia y sobretodo, su tranquilidad, al saber que no tendrán que preocuparse de su sostenimiento.
Lamentablemente, de confirmarse los tristes pronósticos, eventualmente, el mecanismo de jubilaciones y pensiones colapsará y el endeble sistema que hasta la fecha ha permitido la funcionalidad del pago de ambos se vendrá abajo.
Como un negro nubarrón en el horizonte, podemos observar el caso de Chile, ese país que llegó a ser considerado como un modelo mundial del buen manejo de la economía de una nación, pero que ahora enfrenta violentas manifestaciones de su población en protesta por el mal manejo de las pensiones.
En nuestro país, el tema no ha hecho crisis aún, pero es menester se tomen medidas para blindar el patrimonio de los trabajadores, evitando tentaciones a todos aquellos que se les antoja usar ese vital recurso como para suplir necesidades de otra índole que no sea única y exclusivamente la razón por la cual se creó la esencia que dio vida a las pensiones y a las jubilaciones.
En paralelo a la defensa de esos fondos, es indispensable se dé y se reciba capacitación sobre la protección del retiro para todos los mexicanos.
Todo es cuestión de los jubilados y pensionados.
Alberto Sandoval es Fundador de Alianza Civil, A.C., Presidente del COMOSC y Secretario del CEFAB. Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: Alberto Sandoval. Twitter: @AlSandoval