El priista Andrés Garza Chávez, salió del ánimo de los diputados locales para hacerlo magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Baja California, cuando se dio a conocer que de hecho, no debió ser inscrito en la lista por el Consejo de la Judicatura, al estar impedido por no cumplir con uno de los requisitos que la Constitución marca para ser magistrado. Aquel que indica que quien aspire a ocupar un lugar en el cuerpo colegiado, no debe haber ocupado cargo de dirigencia de partido alguno, por lo menos un año antes de la elección. Garza fue dirigente estatal de Fundación Colosio Baja California, la que viene a ser prácticamente el instituto de capacitación e ideológico del Partido Revolucionario Institucional. En su defensa, Garza Chávez presentó al periodista Jaime Delgado, de Mexicali, una copia de su renuncia a Fundación Colosio, fechada el 25 de julio de 2017, es decir, que ni aun así solventa el año sin cargo partidista que exige la Constitución como requisito. Sin embargo, el 7 de marzo de 2018, un día antes que diputados panistas y aliados decantaran por Gustavo Medina para magistrado, DICHOZ Y HECHOZ habló con el dirigente estatal del PRI, David Ruvalcaba, para preguntarle la fecha de la renuncia de Garza Chávez, y el líder tricolor fue contundente: “No ha renunciado”. Al menos a él, dijo, no le había presentado la renuncia. Pero aun considerando la renuncia que Garza le mostró al periodista, y que según Ruvalcaba a él no le entregó, el priista y protegido de Jorge Hank estaba impedido, pues el año de no ostentar un cargo partidista, se cumplirá el próximo 25 de julio. Considerando esa renuncia, y no el hecho que el presidente del PRI diga que no se la presentó, Andrés también está impedido para participar en el proceso de selección de magistrado en la convocatoria que se publicó el miércoles 14 de marzo y para sustituir al Magistrado Félix Herrera, quien cumplirá 70 años. El registro de aspirantes será el miércoles 21 de marzo, fecha a la cual, a Garza aún le faltan cuatro meses para cumplir el año sin una dirigencia partidista como establece la Constitución.