Impunes, en Baja California delincuentes de todos los niveles retan y se enfrentan contra los elementos de corporaciones de seguridad y la descomposición se evidencia. Policías asesinados y amenazados, cuyas investigaciones se ligan con aseguramientos droga y señalamientos criminales de robo de enervantes. Un jornalero que despojó a dos policías de una patrulla y un arma larga y los enfrentó a balazos. Agentes de la SEIDO que no pueden probar el secuestro de uno de sus investigadores. Y 14 delincuentes menores que han enfrentado a balazos policías municipales en lo que va del año
“Otra vez están metiendo mano”, comentó un integrante del Grupo Coordinación en referencia a las líneas de investigación surgidas de los ataques cometidos en contra de agentes del orden. “Algo se comieron”, expuso coloquialmente uno de los investigadores para expresar que algunos oficiales están robando droga a los grupos delictivos antes de reportar y hacer oficiales los aseguramientos.
En un lapso de nueve días, entre el 29 de enero de 2017 y el 6 de febrero de 2018, un policía investigador de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) fue privado de la libertad y golpeado en Tijuana; en la misma ciudad asesinaron al supervisor de la Policía Municipal, Edgar Neftalí Hernández García. En Ensenada, Rubén Ardulio Ruiz Cardona, un jornalero, se enfrentó a balazos con cuatro policías municipales e hirió a un uniformado antes de ser abatido.
La balacera ocurrida en el poblado de Camalú en el municipio porteño sucedió en las inmediaciones de una escuela, fue una intervención policial de impacto medio que escaló a riesgo alto, ya que la falta de entrenamiento y capacidad de los agentes puso en peligro a los ciudadanos.
Con el asesinato del supervisor Hernández en Tijuana, los cuatro años de la administración del gobernador Francisco Vega de Lamadrid acumulan 28 integrantes de las corporaciones locales asesinados: 15 en Tijuana, seis en Mexicali, cuatro en Tecate, dos en Ensenada y uno en Rosarito.
Solo en el 39 por ciento de los casos hay por lo menos un presunto responsable detenido, el resto de las capetas no registran avances.
En el mismo contexto de violencia, este mes de febrero, cuatro integrantes de las fuerzas de las corporaciones locales fueron acusados de robar droga y amenazados:
* El oficial Francisco Carrillo Urbalejo y un agente del grupo contra narcomenudeo apellidado De la Rosa en Tecate. En una manta colocada el 4 de febrero, a la entrada de una escuela, se leía: “AQUÍ DE CABRON A CABRON M.P CARRILLO URBALEJO NOS ROBASTE EL PERICO JUNTO CON EL PUTO DE LA ROSA AHORA EL PROBLEMA LO TIENES CON NOSOTROS “LOS NÚMEROS”.
* Fernando García Garibay, oficial adscrito a la delegación Presa Rural en Tijuana y su jefe de distrito, Guillermo Acosta, fueron amenazados el 6 de febrero, por medio de una cartulina tirada a un lado de una cabeza humana incinerada: “O15 Garibay NOS QUEDASTE MAL TU Y TU JEFE…REGRESA LOS 70 MIL DÓLARES Y LOS 20 KILOS DE COCA QUE TE ROBASTE PUTO MUGROSO. ATTE EL DUEÑO DE TJ.”
Respecto a las recientes agresiones a elementos de las corporaciones, ZETA preguntó al secretario de Seguridad Pública estatal, Gerardo Sosa Olachea, cuál es su interpretación, como autoridad responsable, después de aclarar que las investigaciones las están llevando las procuradurías que no están bajo su jurisdicción; consideró que no se pueden interpretar como ofensivas a las corporaciones en general y que la Policía Estatal Preventiva (PEP) no ha sido atacada.
“Desconozco a fondo, pero creo que son temas -ataques- personales, de forma individual, algún mensaje que están enviando de algún hecho a estos señores”.
Ante la misma pregunta, el titular de la seguridad pública en Tijuana, Marco Antonio Sotomayor, consideró: “El ataque contra uno es un ataque contra todos. “Creo que un ataque a un elemento de la corporación, cualquiera que sea la situación que lo genera, al final es un ataque a la institución, porque nosotros debemos trabajar con espíritu de cuerpo; si es el ataque contra uno es contra todos, sin embargo tenemos que recordar lo importante, la obligación de seguir trabajando contra la inseguridad”.
HERNÁNDEZ Y EL DECOMISO DE MARIHUANA
Neftalí Hernández ingresó a la corporación en 2004, un año después, fue acusado en dos ocasiones: la primera por abuso de autoridad y lesiones, y la segunda por abuso de autoridad.
Aun como policía activo, en 2011 fue detenido y procesado por el delito de extorsión, junto a otros seis uniformados estuvo preso dos años bajo proceso, ya que el 12 de abril de ese año intervinieron en una empresa de costura de ropa en la colonia Chihuahua, amagaron al dueño de origen oriental y lo acusaron de tráfico y explotación laboral de ciudadanos chinos, pidiéndole 50 mil dólares para no detenerlo.
En 2013, Hernández fue liberado e inició en el Tribunal de lo Contencioso un proceso contra la Comisión de Desarrollo Policial, con la cual hizo un acuerdo en enero de 2017, cuándo y cómo regresó a la corporación no ha sido informado.
Respecto a su homicidio, Marco Sotomayor comentó: “Es muy lamentable, en este momento hay varias versiones, la positiva y negativa, lo que sé hasta el momento es que participó por lo menos en tres eventos importantes, donde hubo afectación directa a temas narcomenudeo, aseguramientos de armas, drogas. No sabemos cuál va a ser la línea de investigación”.
En cuanto al reporte de las áreas de inteligencia y las primeras indagatorias de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), los indicios los llevan a un decomiso de droga que el oficial realizó en 16 de enero de 2018, tras una denuncia los uniformados localizaron una camioneta panel Chevrolet 1998, sin reporte de robo, conteniendo paquetes con 300 kilos de marihuana; la placa de circulación, AN62399, tenía registro a nombre de Miguel Méndez García, con orden de aprehensión cumplida del año 2012, pero no menciona delito.
Los investigadores que atendieron el reporte, indicaron que la forma en que estaba acomodada la marihuana en el automóvil revelaba que habían extraído algunos paquetes, lo que pudieron hacer antes de solicitar el apoyo.
“Se preguntó, pero la familia está completamente cerrada, y en la Policía tampoco nadie ha informado si en el lapso de 15 días entre el decomiso y su asesinato recibió alguna llamada o amenaza. Tampoco se ha determinado cuáles otros agentes llegaron primero al aseguramiento”.
INCONSISTENCIA EN EL SECUESTRO DEL AGENTE DE LA SEIDO
“Son muy herméticos, ellos solo dijeron que había sido ‘El Flaquito’, mencionó un miembro del Grupo Coordinación respecto a la gente de la SEIDO en Baja California que les informó del secuestro de un agente investigador el 29 de enero en la Zona Río Tijuana. El alias mencionado corresponde a Pablo Edwin Huerta Nuño, joven identificado como cabecilla de uno de los grupos delictivos del Cártel Arellano Félix (CAF), aliados con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Una de las versiones fue que el agente agredido se había presentado al centro de rehabilitación a buscar a un integrante del CAF que está internado, pero ya no dijeron más, la verdad no sabemos qué estaba haciendo ahí el policía, y por qué estaba solo”, indicó otro investigador.
Al respecto, la Procuraduría General de la República (PGR) y SEIDO no ofrecieron mayores datos, sosteniendo la versión del secuestro y en la posibilidad de seguir trabajando la carpeta.
Quienes sí aportaron más datos fueron los representantes legales de la clínica de rehabilitación ubicada en el número 10851 de Avenida Eusebio Kino en la Zona Urbana Rio en Tijuana y de los detenidos: los servidores de la clínica, Ricardo Javier Escobar Galeana (sin antecedentes delictivos), Mauro Vega Granados (con antecedentes) , Alfonso Jiménez Evangelista (con antecedentes) y otros hombres asegurados en el estacionamiento: Ángel Iván Güereña Espinoza (sin antecedentes delictivos), Héctor González Flores (con antecedentes) y Juan Alberto García Vaca (con antecedentes). Todos acusados de privación ilegal de la libertad, delitos contra la salud -500 gramos de cristal– y contra la Ley Federal de Armas (tres).
Pese a la certeza de que la SEIDO tuvo un agente no localizable por un período de tiempo, situación que los preocupó, lo estuvieron buscando, pero lo localizaron golpeado en el centro comercial ubicado frente al Hospital General de Tijuana; los representantes refirieron una serie de inconsistencias en el informe de los policías federales:
* Detuvieron a la gente en el estacionamiento y no dentro, como lo declararon. “No hay manera de ingresar, porque existen tres filtros de seguridad que solo se pueden flanquear con extrema violencia”.
* El agente y sus agresores lo encontraron dentro de un mini-cuarto de servicio donde no caben más de dos personas.
* Al llegar al rescate estaban tres personas armadas a mitad de la calle en plena Zona Río, sin que nadie lo denunciara.
* Aprehendieron a los presuntos responsables a las tres de la tarde y los presentaron hasta las once de la noche, no permitiéndoles un abogado. Se presentó un amparo por incomunicación.
* “Tampoco pudieron justificar qué estaba haciendo el supuesto agente secuestrado ni los otros oficiales de la SEIDO en el lugar. Presentaron un informe médico que decía que las heridas del policía tardaban 15 días en sanar, pero no presentaron fotos ni entregaron una declaración ministerial del presunto secuestrado. Dijeron que se habían comunicado con la víctima y los captores a través del teléfono del oficial secuestrado, pero no presentaron la prueba de las llamadas entre los teléfonos.
* “Presentaron una carpeta incompleta, con argumentos inverosímiles, por eso el juez determinó que la detención de los presuntos responsables era ilegal, no sabemos que pasó, pero no fue lo que los agentes de la SEIDO dijeron”, concluyeron los abogados.
AGENTES ACUSADOS Y AMENAZADOS POR NARCOS
De la amenaza y acusación por robo de marihuana contra los elementos de la PGJE en Tecate, Francisco Carrillo Urbalejo y De la Rosa, cinco días después la carpeta ministerial no registró avances, lo mismo que el expediente iniciado por los señalamientos de robo de cocaína en contra del oficial Fernando García Garibay, y su jefe de distrito, Guillermo Acosta.
Pero en el caso de García Garibay, quien tiene antecedentes de 2009 y 2011 por lesiones y golpes al haberse envuelto en peleas, las áreas de inteligencia del Grupo Coordinación y la PGJE están revisando la relación que pudiera tener un decomiso de 20 paquetes con 20 kilos de cocaína realizado por uno de los grupos especiales de la Policía Municipal en coordinación con el Ejército el 19 de enero de 2018, a José Francisco Vallejo Rubio -con antecedentes de robo con violencia- y a David Delgado Brito -turnado en 2008 y 2010 por violencia conyugal y daños a vehículo-.
Según las autoridades, la droga decomisada en la delegación La Mesa fue rastreada hasta la delegación San Antonio de los Buenos, a una célula del Cártel Arellano Félix encabezada por un hombre de apellido Villegas y apodado “El Quesero”.
“Pero nadie se quedó con nada y Garibay no tuvo que ver, solo que haya algún grupo de oficiales corruptos en la delegación que haya hecho compromiso de cuidarlos”, comentó uno de los investigadores.
Al respecto, el secretario Sotomayor comentó: “La amenaza a un subjefe la tomamos obviamente con la seriedad debida, pero también, lo que siempre hemos pensado, y se ha comentado al interior del Grupo Coordinación, es que no debemos hacer caso a los mensajes que nos dan los delincuentes, porque nos van a dar mensajes que les convengan a ellos, no sabemos si a veces es porque el elemento cometió lo que ahí se dice o simplemente para desestabilizar, o porque lo afectó en su operatividad o ganancias.
“Obviamente en estos casos lo primero que hacemos es resguardar al elemento cualquiera que sea la situación, y posteriormente una investigación interna en colaboración con el Grupo Coordinación para determinar si hay algo de fondo. Lo que veo grave es que el mensaje estaba acompañado de una extremidad humana”, concluyó el titular de Seguridad Pública.
BALACERA EXPONE INCAPACIDAD DE POLICÍAS EN ENSENADA
Policías municipales de la delegación Camalú fueron evidenciados durante una intervención de rutina en la que tras fallar en someter a un jardinero con el mote de “El Palmitas”, este los despojó de la patrulla 1410 y un fusil ARX160 calibre .223 con el que terminó disparándoles.
Lo que empezó como una revisión de rutina, poco antes de las diez de la mañana del martes 6 de febrero, se convirtió en un campo de guerra donde se hicieron por lo menos 50 detonaciones con armas de diversos calibres, todo ello registrado en dos videos, uno de poco más de un minuto y medio de duración, y otro de apenas 30 segundos.
En ambos videos se observa a dos agentes correr de un lado para otro, cruzando la carretera una y otra vez, disparando y tratando de cubrirse del fuego; otro par permanece en la parte posterior de una segunda patrulla.
En el segundo video es evidente que el agresor intentó escapar en la patrulla, pero al tener de frente a otra, se impactó y no lo logró.
Los implicados en la balacera fueron el civil Rubén Ardulio Ruiz Cardona “El Palmitas” y los policías Julio Plaza Damián, Isidro Rodríguez, Carlos Mario Hermosos Pérez y Omar Ismael Salomé Reyna
El registro en el C4 es que a las 9:53 am se reportó en la línea de emergencias 911, a la altura del Hotel Camalú y la Escuela “Belisario Domínguez”, que se habían escuchado varias detonaciones de arma de fuego.
En ese instante la Policía Municipal indicó que en el lugar estaba herido el oficial Julio Plaza y un civil había fallecido por disparos de arma de fuego. El oficial fue trasladado a la Clínica 69 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para su atención médica, con dos heridas, pero estable.
Alrededor de las 11:24 am, según el C4, la Policía Ministerial dio a conocer que la unidad 1410 de la Policía Municipal se encontraba interviniendo a un hombre de 40 años de edad – minutos más tarde llegaron dos oficiales en la unida P3049-, el sujeto se reportó agresivo con un machete, subió a la patrulla, tomó un arma larga y empezó a disparar, lesionando al oficial Plaza, de 33 años de edad; los agentes repelieron la agresión y dejaron sin vida a la persona a bordo de la patrulla.
Una fotografía difundida por WhatsApp y posteriormente a través de redes sociales, muestra al hombre muerto con un balazo en la frente, sosteniendo el arma con la mano derecha, recargada sobre el volante, con el dedo en el gatillo. En el asiento del copiloto se aprecia masa encefálica.
UN JORNALERO TRANQUILO
En cuanto al agresor de los policías abatido en la escena, se informó que era Rubén Ardulio Ruiz Cardona “El Palmitas”, de 39 años. Su cuerpo presentaba siete impactos de arma de fuego y, al costado se su cadáver, los peritos encontraron un cuchillo carnicero con hoja metálica de 44 centímetros y una arma calibre .223.
Habitantes de la zona señalaron que el hombre siempre cargaba con machete, navajas y cuerdas porque se dedicaba a cortar palmas, de ahí su apodo, que es común que trabajadores del campo y personas que prestan servicios generales o de limpieza carguen con sus utensilios y sean intervenidos por agentes municipales al traer armas blancas.
Los policías municipales lo presentaron como ex militar, pero ese dato no ha sido corroborado aún por la Secretaría de la Defensa Nacional. Vecinos de Ruiz comentaron a ZETA que el occiso fue trabajador de Empaques ABC en la colonia Santa Fe, que estaba separado de su esposa y lo conocieron por muchos años. “Era una buena persona, tranquilo, nunca supimos que se metiera en problemas”.
Familiares que accedieron a hablar con este Semanario explicaron que Ruiz nunca fue militar ni tuvo adiestramiento en manejo de armas, que era una persona humilde sin siquiera papeles de identidad hasta hace pocos años, pero siempre había vivido en la zona.
“Era jornalero, trabajaba en el surco para la Empacadora ABC de ‘Chava’ García, el cuchillo lo traía porque en la empresa les pidieron que lo llevara porque lo necesitaba para trabajar y la empresa no les daba, en su teléfono trae un mensaje para probarlo.
“Ese día tuvo un problema con el mayordomo y lo corrió, lo sacó del surco, por eso el reporte que dio la Policía y por eso lo encontraron caminando por ahí, lo que pasó después no lo sabemos, pero podían haberlo esposado y ya”, expresó un familiar que, a la vez, indicó no les entregaban el cuerpo, “nos abemos si porque creen que es un delincuente o por los papeles”.
LA VERSIÓN OFICIAL
Testigos y fuentes allegadas al caso dan versiones similares de cómo “El Palmitas” despojó a los policías municipales de la patrulla y el fusil de cargo ARX160 calibre .223 con el que finalmente les disparó.
En rueda de prensa, Eduardo Cruz Peralta, subdirector de Profesionalización y Desarrollo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), leyó la siguiente ficha informativa: “Por llamada telefónica a la Barandilla de la Delegación Camalú, policías municipales atendieron un reporte referente a una persona agresiva quien al parecer con un cuchillo había tratado de lesionar a un guardia de seguridad de una empresa de empaque.
“Los oficiales se trasladaron al lugar referido en donde la persona denunciante se identificó y les mencionó que un hombre lo había tratado de agredir, al tiempo que señaló con una de sus manos a una persona de sexo masculino que caminaba por la orilla de la Carretera Transpeninsular con orientación de sur a norte, a la altura de una escuela primaria.
“Ante el señalamiento, se acercaron al individuo a bordo de la unidad tipo radio patrulla para efectuar la intervención correspondiente y al tener contacto visual con este, se percataron que traía empuñado en su mano un cuchillo de un solo filo con terminación en punta, por lo que descendieron de la unidad y, al percatarse de la acción de los elementos, se abalanzó contra uno de ellos, tratando de lesionarlo.
“Los uniformados le indicaron en repetidas ocasiones con comandos de voz que arrojara el arma al suelo, pero hizo caso omiso y continuaba tratando de agredirlos con el cuchillo, por lo que los oficiales retrocedieron para solicitar apoyo vía radio y el hombre aprovechó la acción para ingresar intempestivamente a la unidad policial.
“El individuo intentó encender la unidad y manipular la palanca de cambios, pero no lo logró, siendo en ese momento cuando arribó otra unidad que se colocó frente a la que había ingresado el presunto, cuando este accionó un arma de fuego tipo rifle que se encontraba en el interior de la unidad, por lo que los oficiales que atendieron inicialmente el reporte, como quienes llegaron a brindar apoyo, repelieron la agresión.
“De este incidente resultaron lesionados el presunto y un oficial, por lo que fue necesario solicitar apoyo de una ambulancia; paramédicos determinaron que el hombre carecía de signos vitales y el policía municipal debía ser trasladado a una clínica de la zona a recibir atención médica.
“Unidades municipales que arribaron en apoyo de sus compañeros, acordonaron el área y dieron aviso a la Policía Ministerial del Estado, corporación responsable de las investigaciones pertinentes”.
FALTA ENTRENAMIENTO: CCSPE; NO HUBO ERROR: DSPM
Faisal Díaz Nassif, presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Ensenada, sostuvo que lo sucedido puso en evidencia la falta de capacitación y entrenamiento constante de los agentes municipales. Según su criterio, el arma larga no debió dejarse en el vehículo.
“Falta un centro de capacitación constante, que se construya con recursos del Fortaseg (Fortalecimiento para la Seguridad de los Municipios) porque si practicas una situación de este tipo dos veces en la academia y llevas años sin vivir una situación como la del martes, es muy probable que suceda lo que vimos. Afortunadamente no hubo víctimas colaterales, no mataron a nadie más, porque ocurrió en una zona donde se concentra mucha gente y quienes grabaron los videos estaban al alcance de una bala”, argumentó.
Jorge Íñiguez Díaz, director de Seguridad Pública Municipal, afirmó en rueda de prensa que no hubo error de intervención, que el protocolo marca que el conductor es el que desciende de la unidad y el copiloto marca el área de seguridad.
“La unidad se deja encendida o con las llaves pegadas porque se puede iniciar una persecución”, detalló.
Eduardo Cruz Peralta, subdirector de Profesionalización y Desarrollo de la DSPM, informó que en noviembre los agentes municipales asistieron a la evaluación de competencias básicas, incluyendo práctica de tiro e intervenciones de alto riesgo, “ellos tienen la capacidad suficiente”, atajó cuestionado por ZETA sobre la capacitación de los agentes.
Carlos García Ramírez, comandante general de la Policía Municipal, refutó que la patrulla haya quedado abierta, sin embargo, los agentes al recular debido a la agresión con arma blanca dejaron al sospechoso junto a la puerta del copiloto.
“’El Palmitas’ subió y fue cuando uno de los agentes intentó bajarlo a jalones, pero no lo logró porque el ahora occiso medía más de 1.90 metros, de complexión robusta”, continuó el comandante.
Del seguro del arma, el comandante García dijo que por haber sido militar pudo maniobrarla, “ahorita como están las cosas” el fusil no estaba asegurado en el pedestal. “Es algo que no puedes hacer ahorita”, justificó.
SE REPELE HASTA CESAR LA AGRESIÓN
Acerca del número de disparos contra Ruiz Cardona, el subcomandante de la Policía Municipal, Óscar Villa Pulido, precisó que el manual no marca la cantidad hasta la persona cese la agresión: “Si yo no controlo la agresión, se puede agravar. La cuestión es neutralizar la agresión al momento para inhibir daño colateral mayor”.
Sobre dejar el arma larga en la patrulla, recalcó que el conductor solo baja con su arma corta para realizar una inspección. El arma larga le puede estorbar, golpear a la persona o el reportado se la puede quitar. Quien baja con su arma larga es el copiloto.
Juan Francisco Chávez Ibarra, subdirector operativo, dio a conocer que las armas se encuentran a disposición del Ministerio Público del Fuero Común para realizar las pruebas periciales, en tanto se sigue el procedimiento para determinar la responsabilidad de los agentes.
Sindicatura anunció el inicio de una investigación.
EMBESTIDA PERMANENTE DE CRIMINALES VS .CORPORACIONES
Los eventos delictivos antes relatados no son aislados, tan solo en los primeros 39 días de 2018, policías de Tijuana han estado en medio de 14 balaceras -sin oficiales heridos- todos casos en los que presuntos delincuentes son intervenidos y han respondido disparando y huyendo; en todos, los presuntos responsables han sido detenidos.
Otro hecho que llamó la atención se reportó el 22 de enero, cuando delincuentes dejaron en la glorieta a la entrada a Tecate, en la colonia El Encanto, un artefacto explosivo y una narcomanta dirigida al secretario de Seguridad Pública de Baja California con la siguiente leyenda: “Gerardo Sosa Olachea mientras aquí usted durmiendo a gusto las muertes siguen en Tij. Por culpa de los acuerdos de Sergio Francisco Romero Jaime, miembros de ambos carteles del crimen organizado”.
Un mes antes, el 22 de diciembre de 2017, otra narcomanta mencionando a Romero fue colgada a un costado del periódico Frontera, en el mismo lugar abandonaron el cadáver de un hombre adicto con ingresos carcelarios por delitos contra la salud. El mensaje era:
“Jorge Alberto Castellanos González esta va para ti y tu ministerial que pusiste de comandante de la PEP Sergio Francisco Romero Jaime pinche ministerial ya te traemos Santana Octavio Martínez García manda a las vaquitas a donde haya más muertos NO las mandes a donde te digan que las mandes tus propios compromisos…POR USTEDES SON TODAS LAS MUERTES”.
Castellanos González es asesor de la procuradora Perla del Socorro Ibarra y su cargo oficial es coordinador ejecutivo de la PGJE. En 2009 el nombre de este ex policía municipal de Tijuana había sido incluido en una lista de policías que servían al crimen organizado, pero no lo pudieron detener y fue mencionado como prófugo; los agentes que fueron capturados en aquella época ya fueron liberados.
Romero es el actual director de la PEP, pero los 12 años previos laboró en la PGJE como agente investigador, jefe de Homicidios y comandante en Rosarito, además de comandante en Tecate. Santana es jefe del Grupo de Operaciones Estratégicas (GOE).
De los últimos dos no existe antecedente público de ligas con delincuencia y, de acuerdo a sus jefes, sus operativos en el último año han resultado en la captura de homicidas y traficantes de los tres cárteles que operan en Baja California.
Suman febrero 44 ejecutados en Tijuana
En los primeros ocho días de febrero, 44 personas fueron ejecutadas en Tijuana, la mayoría con arma de fuego y en la vía pública; un 70 por ciento de los crímenes han sido cometidos durante el día, la mayoría de las víctimas eran del sexo masculino.
De acuerdo a un análisis de inteligencia realizado por la Secretaría de Seguridad Pública, el distrito Los Pinos y Zona Este son de los más inseguros en la ciudad.
Dentro de los más de cuarenta crímenes de la semana destacan calcinados, decapitados, desmembrados, amenazas mediante narcomensajes, en tanto, de los presuntos responsables no se reportan detenidos.
Aquí el recuento:
Viernes 2 de febrero. El cuerpo sin vida de Héctor Acevedo Pérez, de 39 años de edad, fue encontrado en la colonia Ampliación Lomas Taurinas. Tenía heridas de arma blanca. En el interior de una caja de madera, dentro de un predio baldío en Anexa Providencia, se localizó el cadáver de un hombre de entre 30 y 35 años. Ignacio Maines Bernal, de 48 años y Roberto Efraín Grijalva Chinchilla, de 43, fueron asesinados en Hacienda Los Venados
Domingo 4. En la colonia Tres de Octubre fue ultimado a tiros un desconocido de 30 a 35 años. En Pedregal de Santa Julia, fue acribillado un sujeto de 40 años. Raúl Muñiz Arreola, de 22 años, fue asesinado a balazos en Hacienda Los Venados. En un camino vecinal que conduce al Rancho Casián, fue encontrado el cuerpo calcinado de una persona, a quien le dejaron un narcomensaje con la leyenda “Para que no roben”.
Lunes 5. Dos masculinos de entre 25 y 30 años fueron encontrados sin vida con lesiones contusas y cortantes en el relleno sanitario de Valle de Las Palmas. Óscar Granados Rodríguez, de 26 años, fue ultimado a balazos en un domicilio en la colonia Los Valles. En un barranco en El Altiplano fue encontrada muerta una mujer de entre 30 y 35 años. Carlos Roberto Chávez Ordoñez fue ejecutado por arma de fuego en la colonia Francisco Villa. Jorge Luis Álvarez Rodríguez, de 24 años, murió por lesiones propinadas por arma de fuego en Natura. Mientras que el asesinato de Marco Antonio Rodríguez Reyes, de 45 años, fue cometido en la colonia Emiliano Zapata.
Martes 6. Tres cadáveres -dos masculinos y uno femenino- con huellas de violencia fueron localizados en un lote baldío en la colonia La Cima. Una cabeza humana calcinada en el interior de una bolsa color negro fue hallada en la colonia Loma Bonita; también fue dejado un narcomensaje: “015 GARIBAY QUEDASTE MAL JEFE…REGRESA LOS 70 MIL DLS DE LOS 20 KL DE COCA QUE TE ROBASTE PUTO MUGROSO ATTE EL DUEÑO DE TJ”. En la colonia Nueva Aurora fueron halladas dos extremidades superiores humanas y una cartulina escrita en rojo que a la letra decía: “ESTO BA PA LOS QUE ANDEN ROBANDO HIJOS DE SU PUTA MADRE”.
Miércoles 7. En la Clínica 1 del IMSS, murió Matilde García Amador, previamente agredida a balazos en La Morita. En el Cañón del Padre un sujeto fue asesinado, así como otro hombre en la colonia Vista Encantada. Felipe Hernández Preciado, de 56 años, fue ultimado a balazos en el Ejido Matamoros.
Jueves 8. En la colonia El Realito, un masculino de entre 35 y 40 años fue ejecutado por arma de fuego. Por último, en la colonia Guerrero se localizó el cadáver de un hombre calcinado.
De acuerdo a información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del Estado, 285 personas han sido acribilladas en lo que va del año en Baja California.