Mis amigos del PRI me pidieron hacer un análisis de los problemas de su candidato. Con gusto hago algunas reflexiones.
Pepe Meade es una gran persona, hombre de familia, servidor público preparado, el de mejor preparación y experiencia de todos los candidatos. ¡Sin duda! Entonces, ¿por qué las encuestas en su gran mayoría lo ubican en el tercer lugar? Veamos por qué.
Siempre que hay una elección del Ejecutivo, los electores se preguntan: ¿continuidad o cambio? ¿Qué representa Meade? Definitivamente la continuidad. ¿Está la gente contenta y aprueba la gestión de este gobierno? Definitivamente no. El porcentaje de aprobación del Presidente Peña ronda el 20% en algunas encuestas. Desde esta perspectiva, la continuidad no es de la preferencia de los ciudadanos. Si Meade no marca sus diferencias con el peñismo, no crecerá.
La marca “PRI” es otro de sus problemas. Hoy, este partido es de los más desprestigiados. Las encuestas también señalan que a veces hasta el 50% de los ciudadanos lo rechazan. El candidato del PRI carga con el mal manejo de la desaparición de los 43, de la casa blanca, de los gobernadores corruptos, del gasolinazo, las corrupciones de Rosario Robles, señaladas por el Órgano de Fiscalización Superior.
Hay otras causas importantes: la dirigencia de su partido. Sin experiencia electoral, ninguno de los dos principales (aún y cuando Claudia Ruiz Massieu ha sido candidata en dos ocasiones) sabe organizar la estructura territorial ni tampoco dirigir una campaña presidencial. Ochoa se ha dedicado a defenestrar a AMLO, sin que surtan ningún efecto sus críticas. Al contrario, las reacciones han sido a favor del Peje. La gente lo ve como un bravucón callejero.
Ninguno tuvo participación alguna en la selección de candidatos. Ni a oler se los dieron, eso quita mucha autoridad, pues en el PRI, el poder es fundamental. Si no lo ven o lo sienten, las desobediencias y las críticas empiezan de inmediato. Ya sectores importantes de legisladores del PRI han empezado a solicitar la salida de Ochoa. Pero su salida no resuelve la problemática del candidato presidencial. Si no sale Nuño, los problemas seguirán. Este personaje no solo no conoce el PRI, sino creo que lo repudia, porque la primera intención del Presidente Peña fue hacerlo presidente de este partido, pero fue rechazado por la alta militancia porque nunca lo han considerado militante.
Con enorme influencia, es arrogante, caprichoso e intolerante. Sin experiencia en campañas ni en la política, es un continuo desacierto. Aunque se ve imposible que lo quite el Presidente, es un posible suplente de Meade, en caso de que algo pase.
Otro tema es la ausencia de priistas importantes a su alrededor. Ahora estos tienen la impresión de que, para acercarse a Meade, deberían haber sido panistas, como Alejandra Sota, Javier Lozano, o un tal Julio di Bella; no hay figuras del PRI a su derredor.
Otro enorme problema es el senador Gamboa, en los hechos, el dueño del PRI, personaje que más bien, desde bambalinas, maneja todo. Es el dueño del oído del Presidente y ha puesto casi a todos los integrantes del CEN. Dueño de una gran fortuna y hacedor de grandes negocios, se prepara para quedarse con lo que quede del PRI, de llevarse a cabo la derrota que pronostican.
Por otro lado, el enfoque de la campaña también ha sido equivocado. La gente vota con el corazón y no con la cabeza. Pretender que voten por Meade porque tiene experiencia o está preparado académicamente, es un error de primaria. Tampoco funciona que vaya a buscar que México sea un país de primera, esto de qué sirve, no se refleja en las mesas y bolsillos de los mexicanos. El “yo mero” es una ocurrencia, ¿yo mero qué? El del gasolinazo, el que va a cubrirle las espaldas a Peña, a Rosario Robles u otros tantos acusados de corrupción.
En el PRI de ahora, estos dirigentes se olvidaron de las causas populares. Hoy todo es poder, dinero y corrupción. Creen que el dinero lo comprara todo, que ganarán por otro Monex o el salario rosa, o empleo temporal. No tienen claro que la gente ya no vende su conciencia, que es tal su molestia, enojo, irá, hasta odio contra el Presidente y su grupo, que están dispuestos a votar por AMLO, sin importar cualquier crítica. El pueblo mayoritariamente le ha dado la espalda al PRI, porque éste ya no tiene compromiso social; ya no es la vanguardia del cambio.
Amador Rodríguez Lozano, es tijuanense. Ha sido dos veces diputado federal y senador de la República por Baja California; fue también ministro de Justicia en Chiapas. Actualmente es consultor político electoral independiente y vive en Tijuana. Correo:amador_rodriguezlozano@yahoo.com