El homicidio del licenciado Juan José Castro Crespo debe ser analizado con sumo cuidado, pues se trata de un crimen que puede tener implicaciones relacionadas con su desempeño profesional o tal vez con el cargo honorífico que mantenía como dirigente de uno de los colegios de abogados desde donde criticó el proceder de las autoridades vinculadas al ejercicio del derecho.
La muerte de una persona siempre es lamentable, pero más cuando es ocurrida violentamente, en estos momentos donde se ha desatado un fuerte caudal de inseguridad. Además, que ésta le ocurrió a una persona pública y en condiciones oscuras, generando inquietud en el gremio de la abogacía y en la sociedad en general.
Esclarecer un hecho tan complicado, con diferentes líneas de investigación, no es tarea fácil para la autoridad; ya se han planteado, en los cafés donde se reúnen abogados postulantes, diversas líneas de acción por las que puede optar la Procuraduría General de Justicia del Estado a fin de que las investigaciones se desarrollen con mayor transparencia y sobre todo, de manera exitosa, identificando y deteniendo a los autores materiales e intelectuales, si es el caso.
I. Hay quienes opinan que el caso debe ser tratado como una investigación más, que no hay motivo para privilegiarla, tratándola con el mismo cuidado con el que se investiga y persigue cualquier otro homicidio, pues toda vida arrancada con violencia tiene igual valor para efectos sociales, familiares o políticos.
II. Hay quienes opinan, por el contrario, que se trata de una indagación en la que pueden estar relacionadas cuestiones del ejercicio profesional o de liderazgo en el desempeño del gremio jurídico, lo que hace que este asunto merezca un trato privilegiado, y para ello, deberá nombrarse una fiscalía especial que garantice el accionar expedito del Ministerio Público.
III. Que el colegio de abogado que representaba el licenciado Juan José Castro Crespo, forme una comisión para dar seguimiento a los avances de la investigación de los hechos que dieron fin a la vida de su presidente, tratando con esto de lograr transparencia y calidad en la pesquisa que lleva a cabo el presidente social.
Cualquiera de las alternativas que adopte el gremio de abogados postulantes y la autoridad persecutora, debe producir presteza y seriedad, tomando en cuenta que el país vive una situación de violencia muy particular que ha generado sendos enfrentamientos entre grupos del crimen organizado.
Está cerca un proceso electoral en el que los mexicanos habremos de elegir Presidente de la República y otros funcionarios de elección popular. Para ello requerimos un estado de paz y de concordia, producto de un actuar legítimo y eficiente de quienes encabezan el actual gobierno de México.
Nota 1.- Hoy más que nunca, los abogados debemos mostrar solidaridad y exigir seguridad para que podamos ejercer nuestra profesión sin temor y con respeto al ejercicio profesional.
Nota 2.- Para la familia del licenciado Juan José Castro Crespo, pedimos a Dios resignación y consuelo en estos momentos tan difíciles que deben estar viviendo.
Arnoldo Castilla es abogado y catedrático de la UABC