Concluye este 2017 que fue para los mexicanos, especialmente doloroso.
No solo por la batalla perdida de todos los niveles en contra de la delincuencia, sino por el terremoto ocurrido el pasado 19 de septiembre, sucedido justamente 32 años de otro que causó tantas víctimas, dolor y daños materiales a las ciudades. En esos hechos tan lamentables, hay que incluir las conductas de los partidos políticos que ahora sí perdieron la vergüenza y formaron alianzas con sus enemigos del pasado, bajo el axioma de que “el fin justifica los medios”.
Pero haciendo a un lado la política, que ya en 2018 se mencionará hasta la náusea, en honor de esta breve época en que afloran los mejores sentimientos de todos los que creemos en ese dios que nos llegó como un niño, hablemos de lo bueno que nos quedó a pesar del sufrimiento. Muchos coincidimos que el tremendo sufrimiento de las víctimas que dejó el gran sismo de septiembre, fue posible afrontarlo gracias a las conductas solidarias y amorosas de todos los que volcaron su esfuerzo para ayudar.
Desde niños hasta ancianos, dieron ejemplo de que la bondad existe y debería ser estimulada por sociedad y gobierno para hacer comunidades más solidarias. Por desgracia, tales sectores, en tiempos “normales”, se ocupan más en arrebatar o conservar el poder, en tratar de destruirse mutuamente. Enfrascados en una lucha de todos contra todos, las buenas acciones, los buenos deseos, son olvidados y así con las conductas individuales o de grupo se sigue dañando a nuestras comunidades.
Vale citar algunas ideas que sobre las familias, el Papa Francisco escribió una carta que publicó el 2 de febrero de 2014: “las familias comparten tantos momentos inolvidables y sencillos: las comidas, el descanso, las tareas de la casa, la diversión, la oración, las excursiones y peregrinaciones, la solidaridad con los necesitados…Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría y el amor auténtico nos lo da Jesús, Él nos ofrece su palabra que ilumina nuestro camino; nos da el Pan de Vida que nos sostiene en las fatigas de cada día”. Por eso es tan importante que en los planes de vida para el año que iniciará en breve, esté fortalecer la unidad y los valores familiares. Convencer a nuestros seres queridos que si estamos inconformes con lo que está sucediendo en la sociedad mexicana, tenemos que hacer esfuerzos para cambiarla. Respetemos, cumplamos y así tendremos derecho a exigir.
Nota 1.- Cada autoridad civil, en sus distintas jerarquías, debería hacer honor a sus promesas. Trabajar con decencia y honradez. Son observados y deben rendir cuentas claras. Hasta hoy son más sus errores que aciertos.
Nota 2.- El tiempo que pasa entre una elección y la fecha de inicio en su responsabilidad de los ganadores, debería ser suficiente como para que la selección en base a los conocimientos, diera grandes resultados. Pero mientras sigan pensando en “pagar” los trabajos de campañas, continuarán los ineptos en puestos de responsabilidad.
Nota 3.- Hagamos todo lo posible para que 2018 sea un mejor año para México y para todas las familias. A pesar de los daños que nos dejarán las campañas políticas.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana. Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.gob