Todos los caminos apuntan a que el presunto homicida de Emmanuel Esau Saldaña Ramos, militar adscrito al puerto de San Felipe, fue víctima de un arrebato de ira de Óscar Parra Aispuro, conocido como “El Tekolín”, “El Flaco” o “El Patrón”.
Inteligencia militar lo ubicó como el presunto responsable del homicidio ocurrido el pasado fin de semana, en contra de uno de sus compañeros, por lo que desde ese momento iniciaron las diligencias, tanto testimonios como cateos en diversas partes del puerto.
David Lozano Blancas, coordinador de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales (SIE) afirmó que el militar se encontraba con dos compañeros en la calle Mar de Cortez, casi a la altura con la intersección de la calle Veracruz, muy cerca del malecón.
Los castrenses iban de civiles y se encontraban de fiesta la madrugada del 31 de diciembre, cuando tuvieron un desperfecto mecánico con su vehículo.
Emmanuel Saldaña, de 25 años de edad, y originario de Chiapas, solicitó a los conductores de la zona si podían ayudarles con unos cables de corriente, pero tras varios intentos no lograron conseguirlos.
La fila de vehículos se hizo larga en las estrechas vialidades, pues los soldados pedían ayuda a todo conductor que pasara por la zona.
Uno de esos vehículos era un pick up, color blanco, modelo reciente, en el que supuestamente viajaba Óscar Parra acompañado de una mujer. Al llegar frente a ellos, la víctima le pidió ayuda, pero el agresor le respondió con palabras altisonantes por detener el tránsito.
El soldado le respondió de la misma forma, lo que molestó al criminal quien abrió la puerta del asiento del piloto y sin descender de la unidad colocó su arma calibre AK 47 en la parte superior de la cabina y abrió fuego en tres ocasiones.
Todos los tiros atinaron en la humanidad de Emmanuel Esau, quien pereció de manera inmediata ante los ojos de sus dos compañeros, quienes no pudieron hacer mucho para detener al agresor, pues iban desarmados.
El vehículo escapó a gran velocidad y logró perderse entre las calles. Sin embargo, horas después fue ubicado en un inmueble abandonado ese mismo día. Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) pidió apoyo de un agente del Ministerio Público para poder catear el inmueble, pero la orden no fue liberada hasta la madrugada del martes.
En la unidad localizaron casquillos de arma de fuego calibre 7.62, coincidentes con los utilizados por el victimario aquella madrugada, además de algunas huellas cotejables.
Tras las indagatorias realizadas por elementos del Ejército Mexicano, todo parece indicar que la agresión corrió por cuenta de Óscar Parra, pues incluso el mismo jueves se realizó el cateo a una vivienda de uno de sus familiares, donde también se ubicaron tres casquillos del mismo calibre, aunque estos no han sido cotejados.
*Óscar Parra Aispuro, se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art 13, CNPP.