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viernes, febrero 16, 2024
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Luis Gerardo Méndez se reconcilia con el cine

Escrita y dirigida por Humberto Hinojosa, “Camino a Marte” es el regreso del actor a la pantalla grande tras cuestionarse sobre su futuro en ésta. La historia de un par de mejores amigas y su encuentro con un extraño, logró una audiencia de más de 231 mil asistentes en su primer fin de semana, alcanzando el cuarto lugar de taquilla

Elegir el contexto bajo el que quiere morir es el último rasgo de autonomía que parece quedarle a Emilia (Tessa Ia), una joven con cáncer que está harta de la agonía prolongada de su tratamiento y el encierro hospitalario, por lo que decide huir de este con ayuda de Violeta (Camila Sodi), su mejor amiga, y emprender un viaje por carretera que al sumar a un desconocido que cree ser extraterrestre, la hará reflexionar sobre su vida y el rol de los humanos en el planeta.


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Esa es la estampa que detona a “Camino a Marte”, una road movie en la que sus tres protagonistas van de Tijuana a la playa de Balandra en Baja California Sur, en un Volvo destartalado mientras la región está en cuenta regresiva a la llegada de un devastador huracán llamado “Mark”. Pero, por su aparición fortuita, Mark también será el nombre que el par de amigas asigne al personaje de Luis Gerardo Méndez, que a través de su ambigüedad invita al público a cuestionarse sobre su propia existencia, creencias y misión de vida; dinámica que se asemeja a la situación que el actor vivía cuando el guion llegó a sus manos.

“Estaba en un momento complicado, un poquito en una crisis con mi trabajo. Habían pasado dos años sin que filmara una película, no estaba encontrando a los personajes que quería hacer y estaba con muchas preguntas, muchas dudas con respecto hacia el camino que debía seguir como actor, al menos en el cine. En la televisión y el teatro lo  tenía bastante claro. Cuando me dio el guion (Humberto) Hinojosa me conmovió muchísimo, lo disfruté mucho y, cuando la filmamos, me reconcilie con muchas cosas y me la pasé realmente bien”, declaró en entrevista con ZETA quien interpreta a Salvador “Chava” Iglesias en la serie de Netflix “Club de Cuervos”, y que desde su protagónico en la película “Nosotros los Nobles” (2013) ha despuntado más su carrera al aparecer en proyectos con un formato similar.

La contraparte de esa abundancia de trabajo ha sido que se le asocie solo con el género de comedia y personajes que parecen ser el mismo en un proyecto diferente, pero que al seguir dicha fórmula se convierten en un éxito casi asegurado en taquilla. Sin embargo, para el actor que posteriormente hizo “No Sé si Cortarme las Venas o Dejármelas Largas”, “Cásese Quien Pueda” y “Elvira, te Daría mi Vida pero la Estoy Usando”, darle un vuelco a ese ciclo implicó rechazar decenas de historias y ausentarse del cine un par de años.


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Una road movie en la que sus tres protagonistas van de Tijuana a la playa de Balandra en Baja California Sur

“‘Camino A Marte’ fue la culminación de una espera larga de aprender a decirle no a ciertos proyectos y finalmente encontrar uno que estaba buscando desde hace tiempo. Así que eso fue muy disfrutable, además, la manera de filmar la película, con este crew reducido y un roadtrip en la ‘Baja’ desde Tijuana hasta Balandra en La Paz, fue muy bonito. El rodaje fue como un viaje con ellos, y amigos a los que les tengo mucho, pero mucho cariño”.

¿Te ayudó más en tu proceso de introspección que fuera un roadtrip?

“Sí, totalmente, creo que esa es una de las características de los viajes. Cuando haces viajes con amigos las amistades se vuelven más fuertes, más profundas. Cuando haces un viaje solo también, porque tienes más tiempo para estar en silencio, para entender quién eres y a dónde quieres ir, en ese sentido creo que el viaje de ‘Camino a Marte’ para el espectador es un poco igual. Su belleza es que como espectador compras un boleto para ir al cine y te subes con nosotros a este Volvo viejo y haces el recorrido desde Tijuana hasta esta playa, donde en el mejor de los casos conectarás con lo que les pasa a estos personajes que empieza siendo como un viaje muy ligero y divertido, que se va convirtiendo en un viaje mucho más emocionante y más emocional”.

Y que parte con el personaje de Tessa y su decisión de cómo morir…

“Ese es un tema muy importante, pero creo que el otro tema también es aprender a soltar y dejar ir, que es lo que le pasa al personaje de Camila. El arco del personaje de Camila es precisamente eso, aprender a soltar a su amiga. Qué dolorosísimo y complicadísimo, yo quisiera jamás tener que pasar por esta situación, pero me parece que es un tema interesante. El de mi personaje es bien bonito porque es esta especie de niño que está descubriendo el mundo por primera vez y tiene todas las ideas preconcebidas y prejuicios sobre la humanidad y todo lo malo que tenemos y sabemos: que el ser humano creó la guerra y se está cargando al planeta con el calentamiento global, que somos egoístas, en fin, falta con abrir Twitter y entender todas las noticias de lo que estamos haciendo mal. Mi personaje viene con todas estas ideas, pero se encuentra con la parte que sí vale la pena del ser humano y hay que rescatar, que es el que un ser humano puede ser amoroso, empático, solidario, hermoso. Creo que es interesante redescubrir eso como espectador a través de los ojos de mi personaje”.

¿Qué rescatas como prioridad de este rodaje? Porque al final para ti fue un viaje en dos niveles…

La historia se vuelve conmovedora y reflexiva

“Tijuana es de mis ciudades favoritas del país. Es una ciudad que le tengo mucho cariño, creo que hay una cultura muy particular, una fusión musical y gastronómica cada vez más fuerte, disfruto mucho ir para allá. Toda esa zona del país me enamora, la verdad. A Tijuana la conozco muy bien y conozco muy bien el Valle de Guadalupe, pero nunca había ido a La Paz, a Balandra, a estas playas y esa parte del país que me conquistó y también me terminó enamorando muchísimo. Creo profundamente que esta película es una carta de amor a esa zona. Estuvimos en el Festival de Los Cabos y ganamos el Premio del Público, tiene que ver un poco con eso, no estamos acostumbrados a ver a nuestro país retratado con esa belleza y particularmente esa zona del país que de pronto tiene historias sórdidas como las de Tijuana, que ya estamos acostumbrados a verlas, pero (la ciudad) también tiene otra parte que es vibrante, luminosa y eléctrica. Eso es lo que reflejamos o lo que tratamos de enseñar con la película”.

“Camino A Marte” se estrenó en carteleras nacionales el 1 de diciembre, siendo para Luis Gerardo Méndez una historia que “se vuelve muy conmovedora al final por los temas que trata y que permite completarse con la experiencia del público”, ya que cada uno decide el verdadero origen de su personaje; un supuesto extraterrestre que lo sacó de su zona de confort actoral y alejado de la producción, le ayudó a reconectarse consigo mismo. “Este rodaje me curó el alma”, publicó desde su cuenta en Instagram el día del estreno, para luego asegurar que hasta entonces llegó al fin de ese roadtrip en el que se infectó un ojo, esguinzó un pie y descalabró, pero que, sobre todo, lo hizo re-enamorarse de su trabajo.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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