Conzultoría Matrimonial y Familiar
En breves palabras, el sexting significa enviar, recibir o reenviar mensajes, fotografías o imágenes sexualmente explísitas, principalmente a través de teléfonos celulares, como también computadoras o cualquier dispositivo digital (tabletas). Se le considera como un acrónico de sexo y mensajes de texto, donde este último se entiende en el sentido amplio de enviar un texto acompañado (o no) de imágenes con contenido sexual, además de videos, sin pasar por alto mensajes de texto que discuten o proponen actos sexuales, tanto directos o subliminalmente.
No hay un patrón que establezca hacia qué sectores de la sociedad están encaminados, ya que cualquier persona, sea niño, adolescente o hasta adultos mayores, de acuerdo con sus fines o intereses personales, la mayoría de las veces puede hacerlo mientras tenga a la mano un dispositivo digital. La prevalencia del sexting por parte de adolescentes y niños menores de edad es una cuestión cultural en la actualidad; a menudo se hace como una broma, una forma de llamar la atención, un coqueteo o insinuación, pero es un tema que tiene ciertos riegos que son necesarios discutir con los hijos o adolescente. Se preguntará si el sexting puede ser un problema. Toda persona con un teléfono inteligente que, aparte de compartir textos lo hace también con fotos y videos, recibe y envía a amigos y conocidos, por lo que una foto compartida entre dos puede convertirse rápidamente en un fenómeno viral. Un niño puede creer que se mantendrá en privado a quien se la envía porque es solo para esa persona, pero darse cuenta después que ha sido compartido por sus compañeros y desconocidos, a veces con graves consecuencias, resulta una dura realidad. Como antecedente de los sexting, se pretendía que uno de los motivos fuera una comunicación e intercambio de imágenes únicamente entre dos parejas románticas, o entre personas que aún no están en una relación, pero donde al menos una espera estar, lo cual con el tiempo se fue desvirtuando o generalizándose a todo aquel con dispositivo digital y necesidad o deseo de comunicarse. Mientras que las parejas casadas usan sexting como una comunicación íntima y privada, en la mayoría de la cobertura de los medios que están atentos en el tema, estos se encaminan en los aspectos negativos del uso por niños y adolescentes. Los adultos jóvenes usan el medio del mensaje de texto mucho más que cualquier otro medio nuevo para transmitir mensajes de naturaleza sexual. Algunas personas que realmente se divierten compartiendo sus propias fotos sexuales privadas que les tomaron a ellos y a su pareja con otras personas, después se arrepienten más allá de lo que era su intención, sobre todo cuando esa pareja termina en malos términos y una u otra las empieza a difundir como venganza. Si el sexting se ve como una experiencia positiva o negativa, generalmente se basa en si se otorgó o no el consentimiento para compartir las imágenes.
Tenga cuidado con lo que envía, puesto que el internet es un compromiso de por vida. Desde la liberación sexual, generación tras generación, las costumbres y prácticas sexuales no han dejado de evolucionar hacia más libertinaje, dirán algunos, hacia más disfrute, dirán otros. Ya es común recibir y reenviar a diario imágenes sexuales, eróticas y hasta pornográficas, elaboradas con fines de diversión donde no existen comunicados entre dos o más personas sino actores que se prestan a ello.
Conforme a la ley de California, las personas que distribuyen, poseen o producen una imagen sexualmente explícita de un menor de edad que podrían ser acusadas según los estatutos de pornografía infantil del Estado. La persona es procesada como un adulto y es condenada a seis años de cárcel y se le registrará como delincuente de tráfico sexual y pornografía. De hecho, ya las autoridades aduanales de los EUA están revisando aleatoriamente los dispositivos digitales de los que cruzan sus fronteras supuestamente para buscar elementos que puedan ser un peligro para su seguridad nacional, pero de llegar a encontrar sexting con imágenes sexuales serán detenidos y procesados.
Como siempre, agradezco a mis dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al e-mail: bautista46@hotmail.com
El autor reside en Tijuana, B.C.