Ajustar la tarifa comercial en un 23% y realizar una reingeniería de personal con una reducción de la plantilla en un 12%, fueron algunas de las propuestas hechas por la Comisión Estatal de Servicio Públicos de Ensenada (Cespe) al Congreso del Estado como parte del proyecto de egresos 2018.
Este lunes durante la comparecencia del director de la paraestatal, Carlos Loyola Peterson, presentó un proyecto de 743 millones 600 mil pesos, e informó que por el momento no se completa un incremento a la tarifa doméstica hasta que la desaladora comience a funcionar en 2018.
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“A pesar de la situación económica, nos vemos imposibilitados de presentar una propuesta de un ajuste o actualización de tarifas que nos lleve directamente a ser autosuficientes y tenemos que reconocer las condiciones actuales de la población y el poco tamaño de nuestro sector doméstico que en lugar de apretarlos necesita mayor impulso”, subrayó.
Para compensar la falta de dinero, solicitó un sistema de transferencia por el orden de los 236 millones de pesos al estado con lo que cubrirán el costo del agua desalada, flujo inverso así como el déficit en zona rural.
Advirtió que una vez garantizado el cien por ciento del abasto que se harán ajustes de acuerdo a la capacidad de pago. Adicional pidieron 32 millones de pesos para iniciar la reingeniería administrativa y ejemplificó que en este rubro de “servicios personales” de 269 bajarán a 252 millones de pesos.
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En Ensenada hay 145 mil cuentas de los cuales, 40 mil tienen medidores con más de 10 años de uso que generan una pérdida de una menor facturación.
El rezago es de 220 MDP, los principales deudores son la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) con un monto de 47 MDP mientras que el Ayuntamiento debe 16 MDP del presente ejercicio. Se calcula que de cada diez usuarios la mitad no paga el agua y el 35 % paga puntualmente.
