La quinta edición de InnovaModa, iniciativa de Tijuana Innovadora para impulsar a la industria del vestido en la ciudad, se realizó los pasados 4 y 5 de noviembre, contando en su programa con paneles y conferencias, talleres y la tradicional pasarela con diseñadores locales, quienes concursaron para mostrar sus mejores colecciones en dicho evento.
“La verdad, hemos tenido muy buena respuesta; cada vez los concursantes, que es la base de InnovaModa, presentan mejores propuestas, están mejor preparados y eso ha servido también para darle al evento esa certeza de que es una plataforma seria, que es un escaparate donde ellos pueden confiar”, señaló Ana de Gurría, coordinadora del evento.
“La industria de la moda, si la tomas así como el diseñador que después va haciéndose su marca y va creciendo, va fabricando en serie, es bastante incipiente en Tijuana. Lo que tenemos en Tijuana o lo que hubo mucho es maquiladora de ropa, pero ya la industria completa de diseño a la venta está creciendo poco a poco… los jóvenes traen esa idea del consumo local, es primero tratar de fijar esa idea, para después trabajar y convencer a todo mundo que no nos crucemos al otro lado -Estados Unidos-”, comentó sobre la dimensión de la industria en la ciudad.
El evento fomenta asimismo la creación de alianzas y sociedades entre los diferentes actores del sector, como lo son diseñadores, distribuidores, modelos, maquillistas y fotógrafos, lo que resulta en el crecimiento y una mayor proyección de la industria.
Paneles con exganadores de la pasarela de Tijuana Innovadora y con diseñadores emprendedores de otras latitudes del país, así como conferencistas de alto nivel como la periodista especializada Anna Fusoni, el académico del Centro de Diseño, Cine y televisión (Centro) Gustavo Prado y el fotógrafo Esteban Calderón, fueron parte del programa de esta edición.
Entre las ponencias a destacar se encontró “Los pecados de la moda”, a cargo de Anna Fusoni, en la cual, la periodista abundó sobre las consecuencias nocivas de la industria hacia el medio ambiente, sosteniendo que será la justicia social, el nuevo valor agregado del vestido.
Señaló, por ejemplo, que la industria de la moda es la segunda más contaminante en el mundo, requiriendo de 10 mil litros de agua para un solo par de pantalones de mezclilla y 5 mil galones del mismo recurso para una sola playera de algodón, material que además concentra el 24 por ciento de los insecticidas usados globalmente, así como el 11 por ciento de pesticidas.
Puntualizó que la generación actual de jóvenes viene con una conciencia ecológica de la que carecen sus padres y abuelos, lo que terminará por afectar la manera en que consumen, por lo que se exigirá a la industria de la moda que sea honesta sobre su manufactura y su origen.