En su cara, sin tapujos y en repetidas ocasiones, cientos de trabajadores sindicalizados de Servicios Públicos Municipales -más de 500- llamaron “mentiroso” al alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro.
La razón de la inconformidad de los burócratas es la falta de cumplimiento a los acuerdos tomados entre el Sindicato de Burócratas de Tijuana y el XXII Ayuntamiento de Tijuana, en febrero de este año, cuando la administración de Gastélum ultimaba los detalles para la renta de camiones recolectores de basura. Entonces se reunió con los trabajadores del departamento de Aseo y Limpia, escuchó sus necesidades para el buen cumplimiento de su trabajo y se comprometió a dotarlos con uniformes y equipo de trabajo, promesa que a la fecha no ha cumplido.
“Tengo dos años con las mismas botas”, expuso a ZETA Juan García, quien labora en el área de Aseo y Limpia; otros trabajadores que se desempeñan en la recolección de basura, señalaron la carencia de guantes, así como de uniformes, “hace meses que nos lo debieron entregar y nada”.
Antes de las 8:00 a.m., del martes 31 de octubre, cansados de esperar, los burócratas iniciaron su arribo a Palacio Municipal y aunque los guardias intentaron frenar su ingreso al recinto oficial, ante la presión, terminaron permitiéndoles el acceso, desplegándose los inconformes en los dos últimos pisos.
Ante los gritos airados de la multitud de trabajadores que reclamaban la presencia de “El Patas”, éste salió de su oficina para ser recibido con una tradicional consigna futbolera, a la que siguió el grito airado de “mentiroso”, a lo que Gastélum pidió calma, así como la presencia de Arturo Gutiérrez, secretario general de los Burócratas de Tijuana, ausente en la protesta.
“Por cuestiones de agenda tuvo que acudir a Mexicali”, justificaron al alcalde los delegados sindicales, entre ellos Guillermo Aldrete Cesarín, secretario de Trabajo y Conflictos del organismo sindical, uno de los que convocó a la manifestación.
Gastélum dijo que serían atendidos y que giraría instrucciones a las instancias correspondientes, pero los trabajadores le exigieron respuesta inmediata: “realiza tu trabajo. Tú mandas. Tú eres la cabeza”, le expusieron.
Ante la presión, el Presidente Municipal volvió a su oficina con los delegados sindicales, calificando el movimiento “con tintes políticos”. Ya en reunión con los dirigentes, su gobierno se comprometió a proveer de dos uniformes y botas de trabajo para finales de noviembre.
Respecto a otros compromisos pendientes por cumplir, como la jubilación de trabajadores, cuyo ciclo laboral ya se cumplió, el secretario de Gobierno, Raúl Felipe Luévano Ruíz, indicó que el tema se encuentra en análisis para determinar cantidad y definir plazos, lo que deberá quedar incluido en el presupuesto de egresos de 2018.
Los empleados de Servicios Públicos Municipales manifestaron incertidumbre ante la inminente concesión del servicio de alumbrado, pidiendo a la autoridad municipal no ser removidos, a lo que Luévano aseguró que permanecerán en sus puestos “realizando labores de supervisión” para garantizar el cumplimiento de la empresa que obtenga el contrato para el reemplazo de luminarias de la ciudad.