Escrito, dirigido y actuado por Héctor Bonilla junto a su esposa Sofía Álvarez, el espectáculo teatral que repasa a personajes históricos a través de sus relaciones epistolares, se presentará hoy viernes 27 en la Casa de la Cultura, como parte del Festival de Octubre
Desde hace 36 años, las vidas de los actores Héctor Bonilla y Sofía Álvarez están unidas por su amor hacia el otro y la pasión profesional que comparten. Tienen 32 años de casados, un hijo y varios proyectos juntos. El más reciente es “Cartas Marcadas”, espectáculo con el que se presentarán en la ciudad, hoy viernes 27 de octubre, para leer mensajes epistolares de figuras históricas como Evita Perón, Fidel Castro, Benito Juárez, Maximiliano, Elena Garro y Octavio Paz.
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En entrevista con ZETA, el histrión que tiene cinco décadas de trayectoria habló del surgimiento del proyecto a raíz de su nostalgia hacia las formas antiguas de comunicación.
“De pronto, platicando con mi mujer con teléfono en mano, como andamos todos, nos dimos cuenta que cuando vamos a una reunión cada quien está aislado y dijimos ‘ya se perdió la relación epistolar’. Creímos que sería interesante evocar eso, que ha sido la forma de comunicación ancestral plagada de tantas características interesantes”, expuso.
Con un matiz de emociones que abarca de cartas trágicas a ridículas, pornográficas y chistosas, el viaje histórico guiado por la palabra también cuenta con un eje sonoro: “Quisimos amenizar con lo que yo digo que son cartas musicales, cuatro canciones con la característica de ser para una persona, que consideramos son una misiva por esa razón. Canto una de (Joan Manuel) Serrat que le dirigió a su madre, una que yo le escribí a mi hija, una canción que le hice a mi país y una que le hice a Sofía”.
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Mientras que el total de cartas escritas está en un aproximado de veinte, aunque para Bonilla eso apenas es un asomo de todo lo que se puede retomar en el campo.
Respecto a cómo seleccionaron el material que da forma al espectáculo, precisó:
“La selección fue dificilísima en el sentido de lo que sobra es material, es decir, primero muy voluminoso y después cómo seleccionar cartas para que el espectáculo fluya, para que no sea demasiado largo, tenso, que funcione como un espectáculo teatral y escoger. Hay tantas cosas que sentimos que desperdiciamos por la riqueza del material, pudimos hacer diez obras de teatro de lo mismo, que es abrumador, pero es eso a grandes rasgos”.
— ¿Siempre se contempló una estructura a través de cartas o tenían en mente otra opción?
“Lo que pasa es que nunca planteamos un debate, ese proceso está totalmente derrotado, es decir, desapareció la relación epistolar, es simplemente un grito nostálgico de lo que nos tocó vivir a los que pertenecimos a la cultura de librería. La inteligencia de la ciudad luz, no la inteligencia del circo, esta perspectiva de ver la vida. Por ejemplo, es muy curioso, yo podría decir que la relación se fue haciendo distante en la fuerza del dictamen más por diferencias de carácter literario que filosófico; lo que pesaba el hecho del idioma. Incluso este idioma barroquísimo que es el francés, lleno de acentos graves, complejos, agudos, de cedillas, la pronunciación que varía totalmente de la colocación de las letras, la ‘e’ se pronuncia en cinco formas diferentes, era otro mundo. Queríamos gozar y regurgitar de alguna manera lo que fue eso, ya desaparecido, porque lo que somos es un escombro de esa forma de vivir”.
Ambos se complementan
Para quienes hayan tenido la experiencia de intercambiar cartas con alguien, el espectáculo será un puente de conexión a esa actividad, de la que el resto se verá sorprendido, según aseguró su creador, quien este mes también ha estado en los escenarios con la obra “Jugadores”, en la que aborda el tema de la vejez al lado de sus colegas Salvador Sánchez, Patricio Castillo y José Alonso.
Pero su mejor equipo siempre ha sido Sofía Álvarez, su esposa: “Hemos trabajado juntos desde que nos conocimos, los dos estamos en esto, así lo hemos hecho toda la vida. Pudimos combinar las cosas, de pronto ella tiene un espectáculo que es para niños y yo a veces he dirigido, a veces produzco, a veces estoy dirigiendo un títere, ella generalmente produce cuando yo trabajo, nos combinamos”.
Para compartir con el público un poco de la relación orgánica que han mantenido por décadas, el espectáculo incluye un vídeo que los muestra en su juventud -cuando Sofía empezó su proyecto de cuentacuentos para Canal Once– y avanza hasta años más recientes, en una especie de retrospectiva amorosa y profesional.
— Así como sintieron nostalgia hacia las cartas, ¿perciben algo similar por la forma actual de hacer teatro?
“Hay una evolución natural en la temática sobre todo, pero todavía no es perceptible. Yo considero que hay muchos cambios que vienen básicamente sobre el objetivo vital de las personas, un ejemplo es lo que están haciendo en el (Teatro de los) Insurgentes Diego Luna y el otro chavo (Luis Gerardo Méndez), una obra (“Privacidad”) en la que se ponen a tuitear o no sé qué rayos pasa y hay una relación interactiva. Creo que eso es el después de una vertiente de lo que será el teatro en el futuro, por lo pronto es un privilegio gozar en el teatro de muy diferentes maneras una obra clásica griega como Shakespeare”.
Trabajan juntos desde que se conocieron
Si se le pregunta a Héctor Bonilla sobre la experiencia que le ha dejado el teatro en todos estos años, se define “evidentemente como una cobija muy meada” y hace énfasis en cómo esta le ha ayudado a descubrir cosas que no sabía en un momento determinado, aunque ahora también reconozca aquellas que no pueden hacer, porque dice, van aunadas a las circunstancias físicas.
“(Me siento) Contento, satisfecho no porque soy muy ambicioso, quiero seguir haciendo cosas no solo como actor, también escribo, dirijo, actúo y canto. Es elemental acordarse de que las máscaras emblemáticas de la actuación son una que ríe y una que llora, esa es la combinación perfecta. Cuando uno logra hacer que la gente se ría y que luego llore, ya fregó”, puntualizó.
Hoy, en punto de las ocho de la noche, “Cartas Marcadas” ofrecerá una función en el teatro de la Casa de la Cultura de la colonia Altamira, como parte de las actividades del Festival de Octubre.
