Al ritmo de 24 mil corazones, la magia del cuarteto tapatío alimentó con la fuerza de un agave azul, destilando las arterias de un palpitar colectivo que gozó en una pequeña velada la historia musical de Fher Olvera, Juan Calleros, Alex González y Sergio Vallín, quienes luego de nueve años de ausencia se reencontraron cuidadosamente con el noroeste de México, saciando la sed de un apetitoso conglomerado que tapizó de nostalgia y fervor el inmueble encementado, desdibujado serenamente con el encanto de una Luna esplendorosa y radiante que atestiguó la reunión.
Segundos después de las 10:30 pm, el majestuoso templete encendió su maquinaria de luces robóticas, lámparas seguidoras, pantallas led, programaciones, bocinas y amplificadores para establecer una versión maquillada de “Oye mi Amor” que lograría sumar altos niveles de desenfreno entre las más de tres generaciones reunidas el sábado 9 de septiembre, adonde Maná trajo el repertorio de sus nueve álbumes de estudio, aval de una multipremiada carrera artística y el discurso de su labor ecológica.
“Tijuana, buenas noches, teníamos nueve años de no venir. Aquí estamos de regreso. Esta noche de sábado la vamos a pasar poquísima madre. Vamos a hacer que nos escuchen en todos lados. Ahora sí que ¡viva México, cabrones!”, subrayó Olvera ante un estadio extasiado que le siguió de principio a fin la guapachosa interpretación de “El Rey”, canción que compusiera José Alfredo Jiménez en honor a la cantante jalisciense Alicia Juárez, “La Musa de México”, que hoy es parte del folclore mexicano.
“Corazón Espinado” fue otra de las canciones que sumó el cuarteto de pop rock latino a la última noche de su gira internacional, en la que Maná apapachó su trayectoria sonora y el público le respondió con coros cariñosos y apasionados, versionando de cerca sus éxitos “Labios Compartidos”, “Cómo te Deseo”, “Clavado en un Bar” y “Bendita tu Luz”; cantando sobre un escenario elevado al centro de la multitud, acompañándose de guitarras acústicas, el alma abatida y tambores diminutos.
“Qué bonito cantan en Tijuana. Ya los extrañábamos porque tenemos muchas historias en la ciudad, que si se las cuento me corta mi novia en este momento. De corazón les digo que estamos muy contentos de ver todo lleno, vamos a echar toda la carne al asador, todo para ustedes”, expuso el líder de la banda más sobresaliente del rock latino como antesala para interpretar “Vivir sin Aire”, seguida de “Amor Clandestino”, causando el revuelo de los corazones rotos y enamorados que inyectaron la sazón necesaria para revivir el cancionero que ha sido parte de la historia de muchas vidas, como “Te Lloré un Río”, “El Reloj Cucú”, “¿Dónde Jugarán los Niños?”, “Se me Olvidó Otra Vez”, “Eres mi Religión”, “Hechicera”, “En el Muelle de San Blas” y “Rayando el Sol”.