Aunado a las condiciones insalubres con que opera el matadero, el líder de los ganaderos lamentó que no haya vigilancia. Los burócratas dicen que trabajan con lo que tienen, mientras que el gobernador presume la gastronomía local cuando lo que se consume son alimentos no certificados
Las condiciones insalubres en que opera el Rastro Municipal de Ensenada, han convertido esta institución de gobierno en el matadero más nocivo de Baja California, advirtió el presidente de la Unión Ganadera en Ensenada, Gustavo Rodríguez Cabrales.
El gremio confesó que enfrenta el problema desde hace más de una década, al mismo tiempo, lamentaron que el gobernador Francisco Vega de Lamadrid presuma a nivel internacional a Ensenada como “Capital del Vino y la Gastronomía”, cuando el turismo está consumiendo alimentos no certificados.
“La gente no sabe lo que se está comiendo, se trata de carne en condiciones pésimas, bajo cero control medidas sanitarias”, informó el dirigente, quien proclama por sacrificios menos nocivos y una regulación de altura para los bajacalifornianos.
En una visita al Rastro Municipal, se constató que la entrada a las instalaciones, ubicadas en Calle México en Valle Dorado, son libres, hay suciedad entre el ganado antes y después de morir a la intemperie, falta de equipo para inmovilizar al animal, esterilización y aislado del edificio, ganchos, cuchillos; hasta los canales para el consumo final al público, han convertido el rastro en un serio problema de salud pública.
Tan solo el lunes 7 de agosto, los trabajadores sacrificaron 60 caballos que llevaron de Tijuana, 40 reses y 30 cerdos. No obstante, hay empleados que obtienen dinero extra sacrificando ganado a deshoras, sin que ninguna autoridad los vigile y usando el equipo del Ayuntamiento.
Los ganaderos aseguran que buscan progreso y dignificar la práctica, y de acuerdo al Artículo 115 constitucional, el Estado tiene la responsabilidad de dar este servicio. Entretanto, la responsabilidad de vigilar y clausurar corresponde a la Secretaría de Salud del Estado, pero consideran que hay complicidad.
En las últimas semanas, el Cabildo aprobó un presupuesto de 300 mil pesos para que Oficialía Mayor comprara una pistola inmovilizadora, cuchillo, mandiles y otros accesorios. El alcalde Marco Novelo Osuna indicó que esperan un recurso de casi 5 millones de pesos para mejorar el edificio y se comprometió a gestionar recursos para habilitar el rastro Tipo Inspección Federal (TIF).
Entregan medias vacas
Gustavo Rodríguez lamentó que cuando llevan sus reses al rastro debe seguir el proceso, ya que si se descuida, le entregan la carne sin arrachera, sin paleta, sin tripa.
“Hay rapiña de todo lo bueno de la res, entregan todo revuelto y sin lo mejor”, acusan.
Rastro TIF Ensenada, “un elefante blanco”
En la zona sur de la ciudad, en Maneadero, el gobierno de José Guadalupe Osuna Millán construyó el edificio que albergaría el rastro TIF, mismo que se convirtió en un “elefante blanco”, con un avance en obra negra de 78 por ciento; se estima que se requiere de 80 millones de pesos para habitarlo.
Para los ganaderos se trata de una falta de voluntad política, el 4 de abril de 2010 se suspendió la ejecución del proyecto y, de 15 millones de pesos, solo se invirtieron 3 millones.
En la vigésima Legislatura se autorizaron 32 millones para continuar con los trabajos de construcción, pero no entregaron el dinero con el argumento de que el inmueble no contaba con la legal propiedad del terreno, y el monto se usó para pago de deuda pública.
Según el Registro Público de la Propiedad, el terreno pertenece a la Unión Ganadera de Baja California, ellos calculan que han invertido 21 millones de pesos en un rastro TIF que no funciona.
“Lo más que conseguimos cuando Marco Novelo Osuna era diputado estatal, es que enviara un exhorto a Sagarpa y Sefoa, desde entonces ha sido navegar con todos los gobiernos, estatal, municipal y Federal, sin obtener resultados”.
Un ejemplo del abuso de los vendedores, es cuando comercializan carne vieja, ya que algunos llevan su ganado cuando la vida genéticamente reproductiva del animal cumplió su ciclo. Sin embargo, al no existir una regulación, el consumidor no sabe qué le dieron.
“En una carnicería el cliente no sabe si le dieron carne de vaca vieja o toro viejo, sino que la venden toda al parejito porque el carnicero lo que quiere es mejor precio por la vaca”, indicó el presidente de la Unión Ganadera.
Comentó que buscan un valor justo al momento de comercializarlo, pesos óptimos, así como mejores condiciones, lo cual solo puede ofrecer una planta industrial de alto nivel.
El negocio de la merma
En lo que se resuelve el problema del rastro, el regidor Ricardo Medina Fierro presentó una propuesta para que Tesorería Municipal emprenda un plan financiero a fin de mejorar las instalaciones.
Coincidió en lo insalubre de las instalaciones: “Si van ahorita y ven cómo matan los animales, cómo está la situación, ninguno compraría carnitas de esas que nos comemos a todo dar en las taquerías”.
Uno de los proyectos es que, en lugar de que las incineren, las sobras del animal se comercializan. Los cueros para alimentos caninos, las grasas para hacer jabón, las pieles y los coágulos de sangre.
“Vienen de otros estados y mientras nosotros se las vendemos en 200 pesos, las revenden en 400 pesos”, indicó el edil, quien ha estrechado lazos con posibles compradores.
Medina defendió a los trabajadores del rastro porque los conoce y sabe que ellos hacen lo que pueden con el material que se les está entregando.
Reconoció que el Ayuntamiento está rebasado con la demanda de carne, e insistió en que ningún rastro está en las condiciones en que se encuentra el de Ensenada.
En respuesta, los empresarios ganaderos hicieron una crítica a Medina Fierro, quien fue secretario general del Sindicato de Burócratas, asegurando que no apoyará el rastro TIF porque está tratando por presión del propio sindicato, ya que hay 26 empleados que tendrán que ser reinstalados en otras oficinas.
Ensenada tendrá carne de calidad solo con TIF
Una vez funcionando el rastro, se creará un comité integrado por productores, investigadores y autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Tienen Certificación por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), órgano administrativo Desconcentrado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), para verificar que los procesos hayan cumplido con las más estrictas Normas Internacionales de Calidad e Higiene, teniendo como finalidad abastecer a los consumidores de carnes de buena calidad y en óptimas condiciones sanitarias, totalmente calificado con su propio esquema de auditoría para garantizar el funcionamiento.