Una banda delictiva tiene asolada a la comunidad en una colonia de San Antonio de los Buenos; vecinos y padres de familia los han denunciado ante las autoridades en varias ocasiones, debido a que también reclutan de manera forzada a menores para distribuir droga, con amenazas o con el argumento de brindarles protección en la zona. Autoridades municipales no han resulto del todo el problema y la delincuencia impera en ese lugar
Desde 2016, vecinos de la colonia Flores Magón han denunciado la participación de la banda delictiva “Barrio 31”, que opera el negocio del narcomenudeo, asalto a transeúntes y robo a domicilios; son un grupo de alrededor de diez personas, la mayoría de ellos menores de edad y provenientes de colonias aledañas como Salvatierra, El Monte y El Jibarito.
La falta de atención y presencia policiaca en la demarcación, aunado a la carencia de servicios públicos como luminarias, son factores que han propiciado que esta banda haya incrementado sus fechorías desde enero del presente año, no solamente con actividades ilícitas como el narcomenudeo; también reclutando a jóvenes de manera forzada para que sean coparticipes de la venta y distribución de droga en la localidad.
Esta situación ha propiciado que algunos padres de familia hayan tenido que sacar a sus hijos de dicha colonia y enviarlos a otras ciudades, ante el temor infundido con amenazas de provocarles algún daño a ellos o a sus familiares, si no participan en sus actividades y de la cual ya están cansados los residentes, debido a que a pesar que se han hecho públicas las constantes denuncias y se le hizo saber personalmente al alcalde Juan Manuel Gastélum, el problema persiste.
“Dueños” del territorio que operan
A cualquier hora del día y en cualquier esquina de la colonia, los integrantes de “Barrio 31” operan sin ninguna discreción, como lo hicieron saber algunos vecinos a ZETA; no saben si portan armas de fuego, sin embargo, les han visto “alguna que otra navaja o cuchillo”, lo cual no ha sido impedimento para asaltar a los que transitan por las calles de terracería de la localidad, los pocos negocios que ahí persisten o los domicilios de los residentes.
“La sensación de intranquilidad se siente en todo momento”, compartió un locatario que optó por omitir su nombre, quien señala que ellos como comerciantes están siempre con la intranquilidad que alguno de los integrantes de esta banda se vaya a presentar para pretender robarles algo de lo que venden o el poco dinero que obtienen al día, además que muchas veces aprovechan los lugares como el suyo para concentrarse afuera, beber alcohol y consumir estupefacientes, por lo que optan por cerrar aunque se pierda la ganancia del día.
Una persona integrante del comité de vecinos de dicha colonia, quien también prefirió el anonimato, compartió con ZETA que este grupo comenzó a tomar fuerza desde enero pasado, ya que la presencia policiaca disminuyó en la zona por esas fechas y estas personas comenzaron a aprovechar para posicionarse y adueñarse de su territorio, el cual también “se han ganado” con base a amenazas y la venta de droga a personas y adictos de la propia comunidad, quienes toleran su presencia debido a este factor.
Reclutan de manera forzada
La misma vecina consultada dijo sentir mayor preocupación por ello, porque ya no solamente es la banda delictiva la que infunde temor, también los adictos que salen de la misma colonia y que llegan de otros lados por el bajo costo de los estupefacientes que les facilitan, sobre todo porque “Barrio 31” ha venido optando por reclutar jóvenes de manera forzada para abarcar mayor territorio en la distribución de droga.
“No solamente los obligan a vender (drogas), también les piden que se metan a robar a las casas y, si no lo hacen, los amenazan con provocarles algún daño a ellos o a sus familiares, ellos son los que lo hacen de manera obligada… otros solamente se meten por engaños, porque les ofrecen protección y dinero a cambio, y los muchachitos se vuelan con eso y andan también en los mismos pasos”, aseguró la vecina.
Alumnos de la Escuela Secundaria Técnica Número 27 de dicha colonia, corroboraron a este Semanario que a algunos de sus amigos “los tienen amenazados” y son obligados “a vender droga o robar”. Ante las constantes preguntas que se les realizaron para conocer más detalles de esta situación, prefirieron no hablar más por temor a que alguno de los integrantes de esta banda pudiera enterarse de que “andan hablando de ellos”.
Otros de los alumnos solamente asintieron al cuestionarles si conocían a “Barrio 31”, pero también prefirieron no entrar en detalles por las mismas razones, incluso uno de los jóvenes dijo que era su primer día de clases en la escuela y que “después de las vacaciones que tuvimos en paz, no queremos meternos en problemas por eso”.
El encargado de un negocio cercano a la escuela, quien se acercó al reportero mientras realizaba estas entrevistas con los alumnos, compartió que nunca le ha tocado ver una situación de violencia o haber sido víctima de esta pandilla, pero dijo, sí sabe que en la colonia opera un grupo “de malandrillos” que se hacen llamar así, los “Barrio 31”, y que sólo había que “darse unas vueltas” por las calles de la colonia para ver cómo tienen varios muros y bardas vandalizadas, las cuales ZETA pudo apreciar con leyendas como “B31”, “Loko31”, “RFM31”, entre otras.
Agregó que muchas veces se ha dado cuenta también, cuando termina su jornada laboral por las tardes, que algunos de estos jóvenes delincuentes se juntan en las canchas de la misma secundaria, ubicadas en la parte trasera de la misma, donde se ponen a consumir drogas o simplemente estar ahí platicando, situación por la cual cree que quizá nunca le ha tocado encontrárselos en la calle, aunque de igual manera considera “sí son un problema, y es algo que nos preocupa como colonos”.
Directivos escolares desconocen la problemática
Ante el visible temor que algunos alumnos de esta secundaria mostraron tras los cuestionamientos, ZETA buscó a la directora del plantel. No hubo respuesta, sin embargo, algunos directivos de la misma, ante los cuestionamientos y exposición de la situación, aseguraron desconocer que esto existe en el lugar e incluso ignoraron que esta pandilla moleste a algunos de sus estudiantes.
Sostuvieron que quizá sea parte de una problemática de la colonia, “que se da allá afuera”, pero no dentro de la misma escuela, acción que algunos de los alumnos que hablaron para el Semanario contradijeron, señalando que en ocasiones los de “Barrio 31” incluso se metían a la institución para amedrentarlos y que en su momento las propias autoridades los “corrieron” de sus instalaciones y ya no se acercan por ahí en horarios escolares.
Policía Municipal participa en operativos
Este contexto llevó a que miembros del comité de vecinos aprovechara la visita que el alcalde Juan Manuel Gastélum realizara a la escuela el 24 de abril, como parte de las actividades del “Lunes Cívico” que el mandatario realiza en diversos planteles de la ciudad, y algunos padres de familia le expusieron con preocupación la problemática, lo cual propició que se instrumentara un operativo en la zona por parte de la Policía Municipal.
El director de la Policía, Luis Felipe Chan Baltazar, externó a ZETA que dicho operativo, que se llevó a cabo en distintas ocasiones, se detuvo a dos personas en posesión de vehículos robados, quienes fueron acusados por vecinos por dedicarse al delito del robo de autos en dicha colonia, además, aprehendieron a una mujer de 39 años de edad que había sido denunciada por “husmear” en domicilios y fue detenida por robo a casa habitación; de ella se presume que posiblemente esté involucrada en más robos.
También detuvieron a tres personas de 23, 41 y 43 años de edad, porque las partes denunciantes los señalaron por “alterar el orden e inducir a jóvenes y menores al vicio”, así como a un hombre de 24 años por asomarse a una escuela, quienes solamente cumplieron con lo correspondiente a una falta administrativa por sus actos.
Delincuencia no cesa; preocupan posibles repercusiones
A pesar de este operativo y los detenidos que se mencionan, los vecinos han manifestado que la delincuencia no ha cesado, y aunque manifiestan que hasta el momento no se han enterado que esta banda delictiva haya propiciado alguna situación mayor como un asesinato en la colonia, saben que el tema del narcomenudeo es uno de las principales causantes de la gran cantidad de muertos que se han presentado en la ciudad -mil 014 hasta el lunes 21 de agosto, según la Procuraduría General de Justicia en el Estado-, por ello temen que en su momento esta banda pueda propiciar posibles repercusiones contra los mismos colonos, debido a las constantes denuncias que han realizado tanto a las autoridades municipales como a las policiacas; o simplemente por el hecho de que bandas rivales entren a la colonia y, en aras de querer apropiarse de este territorio, provoquen enfrentamientos entre ellos y desestabilicen todavía más “la poca tranquilidad” que les queda en sus hogares.