Si no hay voluntad para hacer un bien ni decisión para rechazar un mal personal, menos se va a querer evitar que otro lo sufra. Por eso, no nos entendemos, no queremos invertir un poco de tiempo para hacer un bien, pero sí lo hacemos para provocar un mal.
En la actualidad, mucha gente se deja manejar y guiar por lo que aprende en la televisión y en otros medios, pero casi nadie quiere escuchar ni aceptar un consejo de sus superiores en las escuelas, en su casa. Lo que aprendemos por otros medios son puros chismes o mentiras que se inventan para desviar la atención, cuando se pretende dar una noticia seria o verídica y si la escuchamos, la creemos por la costumbre de escuchar las noticias que son mitad mentiras y mitad verdades que se inventan por pretender forjar una verdad compuesta por mentiras piadosas.
La falta de entendimiento nos conlleva a cometer errores y por errores, muchas personas se sugestionan y llegan a creer que lo que hacen es bueno, aunque no les favorezca. En cada acción debemos analizar hasta el final, para no caer en el error de apoyar una obra o acción sin conocer el significado, el fin que persigue y el bien o el mal que pueda causar nuestro actuar.
Atentamente,
Vicente Martínez Méndez
Tijuana B.C.