El país de la impunidad (y los mejores hijos de México)

1. La visita a Tijuana de Paco Ignacio Taibo.Corrió un río de sentimientos de orgullo, luz y de conciencia clara de nuestras raíces, en la presentación del nuevo libro, el primero de tres tomos: La gloria y el ensueño que forjó una Patria. De la Revolución de Ayutla a la Guerra de Reforma, editorial Planeta, 2017. Paco, el talentoso escritor leído y querido del público de todas las edades en Tijuana, encariñado, lleno El Cubo del Cecut para ser escuchado sobre una síntesis de los hallazgos de una apasionante historia mexicana del siglo XIX, rica en ejemplo de hombres y mujeres brillantes, decentes, austeros con un horizonte de patriotismo y amor a México. Contó el entretejido de la vida y hazañas de Melchor Ocampo, Vicente Riva Palacio, Mariano Escobedo; Ignacio Zaragoza, Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Francisco Zarco, Donato Guerra; Ramos Arizpe, Santos Degollado, Leandro Valle, y cincuenta hombres que hicieron cuerpo a la histórica figura de Benito Juárez. Una lectura obligada, indispensable en tiempos de canallas e infamias católicas pederastas. Al final de la aplaudida plática, 250 personas buscaron que se les firmara y dedicaran los tomos adquiridos, por el también activista político, secretario de Cultura de Morena. Estos personajes de la cultura unen a los tijuanenses en el conocimiento de nuestro pasado para no cometer nuevamente las mismas tonterías. Pero exhiben la casta de gobernantes de ultraderecha que nos heredaron Maximiliano y Carlota.
2. La cena con Gerardo Fernández Noroña.El abogado social José Ángel Peñaflor Barrón organizó, con un grupo de amigos, una reunión con el candidato independiente a la presidencia en 2018, en un conocido restaurante de mariscos, en Playas de Tijuana. Se acercaron a dialogar ciudadanos con inquietudes relacionadas al cobro indebido de la caseta de Playas de Tijuana, el abandono de miles de viviendas en la metrópoli, el desgobierno del PAN, entre otros. El sentido común de Noroña, su claridad frente al enemigo principal, le generan simpatías por su presencia activa en las redes sociales, siempre posicionándose frente a los eventos de coyuntura.
3. Las implicaciones de la gasolina en Tijuana (frontera).Es una burla de los concesionarios de Pemex al público consumidor que anuncien con bombo y platillo que en tal o cual estación se rebaja 30, 50 o más centavos en cada litro que se compre. Nunca había tenido una situación tan difícil en estas fronteras abandonadas por el centro chilango en la gasolina, por parte de Pemex. El precio por litro es de 4.50 pesos más alto en Tijuana en comparación a otros estados. En cambio, el rendimiento de la gasolina es al menos dos veces mayor, los litros están completos, cruzando la frontera por los controles más estrictos del comercio de California, aquí la PROFECO no hace como debería su trabajo para, sistemáticamente, confirmar la entrega de mil mililitros en cada despacho de combustible. Los comerciantes concesionarios ganan solamente el 7% de manera formal, pero tienen que acudir a prácticas inmorales e ilegales comprobadas, adulterado las despachadoras con litros de 800 o 900 mililitros. ¡Algunos agregan agua a la gasolina! Por eso, que no se quejen las gasolineras de que muchos llenen sus tanques en California. Y el gobierno de Hacienda sabe que ese fenómeno de abuso les ahuyenta consumo e impuestos y sostienen esa necedad en perjuicio de todo, incluida la federación.
4. La contaminación de los autos y motos sin silenciador. Los fines de semana son más fuertes porque se juntan cientos de motociclistas y corren por las vías de la ciudad, con un estruendo que resulta poco agradable y muy contaminante. Cada día va a ver más motocicletas y es necesario, como a los ciclistas, proteger, ordenar, reglamentar y legislar esta herramienta de transporte económica, ecológica, compacta, práctica, deseable por el espacio que ocupa en ciudades con crecimiento explosivo, pero que hay casos de ruidos que son realmente innecesarios si se les da el respeto y atención que merecen estos valientes.
5. Los choferes de taxis amarillos. Tijuana tiene el privilegio de ser una ciudad visitada los fines de semana por miles de personas que, de buena fe, encuentran espacios familiares, recreativos, descanso y, a partir de ello, hallan su sustento miles de personas y lo que hicieron estos choferes fue perder el piso y matar la gallina de los huevos de oro. Fue un suicidio económico para cualquier sector al atacar a los turistas. Su incapacidad de competir con Uber de manera inteligente, los llevo al abismo. Tuvo que ser difundido por un canal de televisión de San Diego para que operara el Municipio y la Federación porque es algo muy común la violencia hacia los turistas y choferes de Uber, la cual queda impune.

M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com