Betzaida Fregoso Martínez, viuda del bombero Jesús Adolfo Balderrama Aguilar, quien falleció el 20 de junio al combatir un incendio dentro de las instalaciones militares del Aguaje de la Tuna, en Tijuana, se reunió con funcionarios del Ayuntamiento de Tijuana para solicitar la base sindical que le hubiera correspondido a su esposo.
A dos semanas del fallecimiento de su conyugue, Betzaida expresó su preocupación ante la falta de apoyo del Gobierno Municipal, en un vídeo publicado en su perfil de Facebook. “Nadie me ha ayudado, nadie se ha acercado a preguntarme qué ocupas, qué ocupan tus hijos. No tienen casa, no van a tener una pensión. Me duele porque, a pesar de que la vida les quitó a su papá, les está quitando todo, su estabilidad económica”, expresó.
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Luego de esto, Betzaida se reunió con funcionarios municipales, el jueves 6 de julio, para solicitarles la base sindical que por antigüedad le correspondería a su esposo. Sin él a su lado, les explicó, le resulta difícil sostener a sus tres hijos de siete, cuatro y un año de edad.
Ya que ella es enfermera quirúrgica y paramédico, cuenta con la preparación suficiente para desempeñarse en áreas municipales, como la Dirección de Salud o incluso la Dirección de Bomberos.
Al término del encuentro, Betzaida declaró a ZETA, “me están dado esperanzas de recibir la base, pero hay que gestionarlo”. El próximo jueves 13 de julio, Fregoso Martínez se reunirá nuevamente con representantes del Gobierno Municipal para saber si se le otorgará o no la base.
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Balderrama Aguilar murió a los 27 años de edad. Desde enero de 2005, participó como voluntario en la Dirección de Bomberos y en 2007, fue contratado como empleado de confianza.
De los 437 bomberos activos en Tijuana, solamente 233 tienen una base sindical. Mientras el salario llega hasta los 32 mil pesos al mes para quienes cuentan con una base y antigüedad de 30 años, los empleados de confianza reciben un promedio de 12 mil pesos mensuales.
A pesar de desempeñarse en las mismas funciones y correr los mismos riesgos, las vidas de los bomberos no se encuentran aseguradas por el mismo monto.
La familia de un bombero sindicalizado que pierde la vida en combate, recibe una póliza de seguro de hasta 800 mil pesos, pero si solo es empleado de confianza, llega a un límite de 250 mil pesos.
