Lunes: Brazos
Martes: Piernas
Miércoles: Pecho y espalda
Jueves: Abdomen y glúteos
Viernes: Descanso hasta el primer lunes del próximo año.
Autor: Conocida residente de Santa Fe, primera sección.
Imprudente
— ¡Me vuelves a decir gorda y te dejo!
“No mi amor, piensa en el bebé”.
— ¿Cuál bebé?
“¿Qué no estás embarazada?”.
Autor: Ex marido.
El regalo
Una mujer inconforme con su viejo auto dice amorosamente a su marido:
— Cariño, el día de mi cumpleaños sorpréndeme con algo que acelere de 0 a 100 en cuatro segundos, ojalá me lo puedas conseguir en color azul.
El hombre contempla a su esposa y responde:
“¿A poco crees que es tan fácil conseguir una báscula azul?”.
Autor: Otro ex marido.
Peña Nieto de visita en un hospital
— Este hombre está muerto. ¡No tiene pulso!
“Es un muñeco, señor Presidente”.
— Gracias, lo sé, pero no es momento para halagos. ¡Auxiliooo!
Autor: Anónimo del Edomex.
Motivos de un migrante
— ¿Y a qué fuiste a Estados Unidos?
“A vivir”.
— Y aquí estabas muerto, o qué rayos…
Autor: Anónimo del INM.
En el velorio
— Comadrita, ¿y de qué murió el compadre?
“Pues lo mataron los triglicéridos, comadre”.
— Malditos vagos, maldita inseguridad ¡y el inservible de Peña Nieto que no hace nada!
Autor: Hay tantos…
Examen de inglés
— Papá, ya hice mi examen de inglés.
“Muy bien hijo, ¿cómo te fue?”.
— Bien, me dieron un six.
“¡Bien hecho! Mételo en el refri.
Autor: Maestro de idiomas.
En el zoológico
Una vez le pregunté a una cebra si era blanca con rayas negras, o negra con rayas blancas, y me planteó:
“¿Tú eres una persona feliz con momentos tristes, o una persona triste con momentos felices?”.
Desde ese momento decidí dejar de preguntar babosadas… y menos a animales que se supone que no hablan.
Autor: Un loquero.
Poema escrito días antes de contraer nupcias
¡Qué feliz soy, amor mío! Pronto estaremos casados, el desayuno en la cama, un buen jugo y pan tostado.
Con huevos bien revueltitos, todo listo bien temprano. Saldré yo hacia la oficina, y tú, rápido al mercado, pues en solo media hora debes llegar al trabajo, y seguro dejarás todo ya bien arreglado.
Tú bien sabes que en la noche me gusta cenar temprano. Eso sí, nunca olvides que yo vuelvo muy cansado. Por la noche, series y cine barato. No iremos nunca de shopping, ni a restaurantes caros, Ni a gastar los dineros, ni a despilfarrar el varo.
Tú guisarás para mí, solo comida casera. Yo no soy como la gente que le gusta comer fuera… ¡serán días gloriosos! Y no olvides que muy pronto, yo seré tu amante esposo.
Respuesta de ella:
¡Qué sincero eres, mi amor, qué oportunas tus palabras! Tú esperas tanto de mí que me siento intimidada.
No sé hacer huevos revueltos como tu mamá adorada, se me quema el pan tostado y de cocina no sé nada.
A mí me gusta dormir casi toda la mañana, ir de shopping, hacer compras con la Mastercard dorada.
Tomar té o cafecito en alguna linda plaza, comprar todo de marca y ropita muy cara.
Conciertos de Luis Miguel, cenas en La Guacamaya, mis viajes a Punta Cana a pasar la temporada.
Piénsalo bien, aún hay tiempo, la iglesia no está pagada. Yo devuelvo mi vestido, y tú, tu traje de gala. Y el domingo bien temprano, para empezar la semana, pon un aviso en el diario, con letra bien destacada:
“Hombre joven y buen mozo busca esclava bien torneada, porque su ex futura esposa, hoy lo mandó a la fregada”.
Qué niñota
Una residente de la Florida sabía que su vientre había crecido exageradamente antes de dar a luz por cesárea, pero nunca imaginó que al nacer su bebé pesaría ¡EN ZERIO! seis kilos, es decir, 13 libras y 5 onzas.
La niña, que lleva por nombre Carleigh Brooke Corbitt, de plano despertó la risa del médico y del personal a cargo del parto, pues comentaron que parecía que la bebé ya tenía tres años de edad, dado su enorme tamaño.
Larry Corbitt, el papá, declaró que por fortuna el nacimiento se adelantó, ya que estaba programado para el 20 de junio, es decir, todavía quedaban algunos días para que esta niñota se desarrollara antes de venir a este mundo.