Maestro indigno de tu nombre,
sumado a la lucha muy forzado,
podrás aparentar lo que no sientes
porque siempre serás un arrastrado.
Tu marca siempre es la tibieza,
esperando el lineamiento iluminado,
esquivando tomar un compromiso,
no te importa que seas un señalado.
Jamás entenderás tu situación
de medroso dirigente rebasado,
causando solo lástima a tu paso
por esa misma gente nominado.
Y en ocasiones hasta oportunista,
te colocas chaqueta de valiente,
fingiendo abanderar nuestras demandas
te colocas al frente de la gente.
¡Por vergüenza, retírate esquirol,
nunca podrás ser digno de tu base,
jamás entenderás su situación,
el problema salarial no es de tu clase!
¡Trabajador corrupto despreciado,
trabajador indigno y esquirol,
el magisterio no solo es el trabajo,
es dignidad, orgullo y profesión!
Eduardo Enrique Parra Romero
Tijuana, B.C.