No conozco al “Peje”, no es mi amigo, nunca lo he saludado ni lo he visto en persona. Tampoco lo he buscado ni he pedido que me lo presenten. Mi análisis, pues, intentará ser lo más objetivo posible.
En el 2000, cuando estaba en un gran momento político electoral AMLO, el español, hoy nacionalizado mexicano, Antonio Sola, inventó la campaña negra, de que AMLO era un peligro para México. Campaña que tuvo un gran efecto en un amplio sector del electorado, al grado que Andrés perdió la elección. Desde entonces es la principal arma en su contra.
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En aquel tiempo lo comparaban con Hugo Chávez, ahora con el Presidente Maduro. La lógica de esta campaña es el miedo, generar miedo en sectores poco educados o muy religiosos y conservadores, para que no voten por él, voten en contra o se abstengan de votar.
Hoy nuevamente la impulsan, pero sin los mismos efectos que hace 12 o 6 años, pues millones de electores consideran que es más peligroso votar por el PRIAN que arriesgarse con AMLO. Creo que esta campaña no será eficaz. Creo que son los propios partidos antagónicos y el gobierno federal quienes le están haciendo la campaña al tabasqueño, pues no hay día que no lo ataquen, le dirijan una frase, una medida política o una acción destinada a ridiculizarlo, mofarse de él, o atacarlo. Lo han tratado de corrupto, de caudillo, de protagónico, de inestable; pero nada les funciona.
Hace meses, el Partido Verde presentó una iniciativa para establecer en México la doble vuelta electoral, pensando anticipadamente que perderán la elección, pero que el “Peje” no alcanzará el 51% de la votación, con lo que se obligaría a una segunda vuelta, donde legítimamente se podrían aliar el PRI y el PAN, con la consiguiente victoria de esa alianza. Yo no lo pienso así. Las encuestas muestran una clara aversión al PRI y a sus candidatos. También al PAN. Definitivamente quieren un cambio y se quieren arriesgar con AMLO.
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Fíjense bien lo que digo, los electores mexicanos no son como los franceses con cultura de doble vuelta. De darse la alianza, si es que se da la reforma, los del PAN se abstendrán y muchos del PRI votarán por AMLO, salvo que sea Mancera el candidato de los dos. Con él, el resultado podría variar, pero no totalmente. Dicen que es la opción “B” del Presidente.
Hoy por hoy el PRI sataniza cualquier alianza y si es con el PAN peor. Está condenada a la derrota. Recientemente PAN y PRD anunciaron que podrían ir juntos desde al principio a la elección en 2018. Muchos perredistas se opusieron, otros dijeron sí a la alianza, pero con el PRI. Se ve complicada, pero todo sea para tratar de detener al “Peje”.
En la elección del Estado de México, el Presidente y el PRI echaron su resto, con una copia mala del plan electoral que creamos en el PRI con Colosio para la elección de 1991 y 1994, pero ahora desfasado e inoperante, designando como padrinos al gabinete ampliado; pretenden movilizar a un electorado que ya se definió por MORENA y con ese plan les ayudarán a llevarlos a votar. Dicen que después de la derrota se irá Enrique Ochoa, yo creo que nunca lo debieron haber designado, no da el perfil, no sabe, nunca ha vivido una elección, menos competida, tampoco ha dirigido campañas. Pero es peor error dejarlo. Da pena ajena. Quiere debatir con el “Peje” y éste ni lo pela, porque no son del mismo nivel.
Ochoa cree ingenuamente que la asamblea va a revivir a PRI. De ninguna manera. Va ser el momento de una gran rebelión, que podrá salvar a futuro al PRI, si le arranca el control al Presidente Peña, a Videgaray, a Emilio Gamboa y Manlio Beltrones y crean un partido independiente del poder y comprometido con las causas populares. Es la única salvación del PRI.
Pero volviendo a AMLO, es tanto su miedo que lo atacan de todo, pero nadie discute sus propuestas. No se han fijado que no resolverán de fondo la problemática actual. Pero como tampoco ellos saben cómo, mejor centran el ataque en la persona y ese método. Para mí, está destinado al fracaso. De seguir este camino el “Peje” se perfila como ganador. No hay duda, las encuestas lo señalan como puntero. Claro, con sus señalamientos de que meterá a la cárcel a los corruptos actuales, la raza lo aprueba y los políticos le temen. Esta es la verdadera razón del miedo. Que cumpla su palabra y cientos vayan a la cárcel.
Amador Rodríguez Lozano, es tijuanense. Ha sido dos veces diputado federal y senador de la República por Baja California; fue también ministro de Justicia en Chiapas. Actualmente es consultor político electoral independiente y vive en Tijuana. Correo: amador_rodriguezlozano@yahoo.com
